Luego de que Adrián de la Garza, candidato de la coalición PRI-PRD al gobierno de Nuevo León, denunció ante la Organización de Estados Americanos (OEA) una presunta intromisión en las elecciones de esa entidad por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, el Ejecutivo federal aseguró que su gobierno no tiene nada que ocultar, por lo que “están las puertas abiertas” para que cualquier organismo venga a México a observar lo que ocurre.
“Nosotros no tenemos nada que ocultar, nosotros estamos luchando por la democracia, queremos la transformación del país, estamos en contra de la corrupción y puede venir cualquier organización, están las puertas abiertas. No impedimos a nadie que observe lo que está sucediendo en nuestro país, no hay censura para nadie”, dijo.
En conferencia de prensa, el presidente López Obrador aseguró que será la Fiscalía General de la República (FGR), y no el Instituto Nacional Electoral (INE), la instancia que resuelva si es un delito la entrega de las tarjetas con la promesa de recursos para obtener el voto.
“Estamos obligados a denunciarlo porque consideramos que es un delito, pero esto lo va a resolver la Fiscalía. Si este consejero [Ciro Murayama] dice que no es un delito está bien, es su opinión, pero le corresponde a la Fiscalía resolver sobre la denuncia”.
En Palacio Nacional, el titular del Ejecutivo acusó que el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, y el consejero Ciro Murayama pueden poner obstáculos para que no haya democracia, pero la democracia la hace valer el pueblo, como sucedió en las elecciones de 2018.
“Qué bien que está este tema como debate, pero lo más importante es que se detenga la compra del voto, que ayude la gente, todo el pueblo, a denunciar, y que el día de la elección que no sólo vayan a votar y que se queden cerca cuidando hasta que se tenga el acta, cuidar que no se vaya la luz, que no asalten las casillas, todo lo que hacen los mapaches electorales, pero va a depender de la gente, no de un consejero o del INE”.
Señaló que si se dependiera de los consejeros electorales “ya estaríamos vencidos, [pero] afortunadamente es el ciudadano el que va a decidir”.
Trabajadores piden que se “reelija”
El presidente López Obrador aseguró que en su pasada visita a la refinería de Dos Bocas, Tabasco, los trabajadores que laboran en su construcción le pidieron que “se reelija”, pero él les respondió en forma de burla: “No, ¿qué no ven que ya estoy chocheando?.
“Que me decían: ‘gracias por el trabajo’, y voy a decir otra cosa que les va a molestar mucho a los conservadores, mis adversarios: ‘reelíjase, jajaja, reelíjase’; yo les decía; ‘no, ¿qué no ven que ya estoy chocheando? Y soy partidario de la no reelección, soy maderista, ya hasta 2024 y me jubilo’”, señaló en la supervisión de la construcción de la refinería, donde están trabajando más de 30 mil obreros, recorrió planta por planta y donde le pedían que se bajara de la camioneta para tomarse fotografías con él, pero “lo único que les pedía es ‘no la suban. No vaya a ser que por esto me cepille el INE’”.
Denunciará a Moreira
El presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó que la próxima semana interpondrá una denuncia en contra del exgobernador de Coahuila Rubén Moreira por supuestamente haber recibido viáticos millonarios del empresario Alonso Ancira, dueño de Altos Hornos de México (AHMSA), en 2014.
Señaló que será en su conferencia de prensa donde dará a conocer las pruebas que tiene contra Moreira Valdez y después presentará la denuncia.
“En el caso de Rubén Moreira me enteré hasta hace cuatro o cinco días. Pero usted tiene razón [refiriéndose a una reportera], debo denunciarlo y lo voy a hacer; primero voy a presentar aquí las pruebas y luego voy a presentar la denuncia. Es que no lo sabía, entonces me entregaron los documentos hasta hace cuatro o cinco días. Entonces, para la próxima semana, lunes o martes. Porque es interesante. ¿Cómo un empresario le paga viáticos a un político?”, dijo el mandatario federal, quien recordó que Altos Hornos de México era una empresa del “pueblo de México”, pero acusó que el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari la privatizó y después la dirigió Alonso Ancira.