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Saltillo.— Los gritos de “¡gooooobernador, gooooobernador!” retumbaron en el búnker de Manolo Jiménez, candidato de la Alianza Ciudadana por la Seguridad (PAN, PRI y PRD), y fue ahí donde se confirmó que el partido tricolor retenía la gubernatura de Coahuila, uno de los dos bastiones electorales que le quedan en todo el país y el cual gobernará por 100 años consecutivos.
Sin la presencia de los dirigentes nacionales del PAN, PRI y PRD, fue uno de los hijos de Jiménez Salinas quien tomó el micrófono y de cara a la prensa, lanzó: “¡Ganamos!” e hizo estallar el lugar con gritos, aplausos y silbidos.
Acompañado de su esposa, Paola Rodríguez; de tres de sus cuatro hijos; de su mamá, Liliana Salinas, y de su hermana, Liliana Jiménez Salinas, el abanderado tricolor frenó el ava nce de la llamada Cuarta Transformación de Morena y lo frenó en seco.
De acuerdo con los conteos rápidos, el priista arrasó la elección con más de 35 puntos de ventaja sobre el morenista Armando Guadiana Tijerina.
Muy atrás quedaron Ricardo Mejía Berdeja (PT) y Lenin Pérez (PVEM-UDC). La fractura estatal evidenció la derrota de la alianza que gobierna a nivel federal. A Guadiana lo dejaron solo.
A escasos cinco kilómetros del búnker priista, Guadiana Tijerina salió a dar su mensaje. Cuando se hizo presente, no hubo gritos, festejo ni silbidos, sólo un silencio sepulcral.
Se sabía el resultado. Sentado en una mesa con el logo de Morena y una pared blanca a su espalda, el senador con licencia reconoció su desventaja, pero denunció que hubo una “elección de Estado”.
“Según el reporte del PREP, observamos una tendencia desfavorable a nosotros, lo cual es consecuencia de la injerencia descarada del gobernador del estado a través de la policía estatal y algunas municipales. Fue una elección de Estado”.
El morenista estuvo acompañado sólo por el dirigente local del guinda, Armando Ríos, y de la diputada Salma Luévano.
Serio y con cara larga, el candidato guinda llamó a Lenin Pérez “un mercenario que se arregló con Riquelme” y a Mejía Berdeja lo acusó de ser un traidor: “El que traiciona una vez, traiciona siempre”.
Guadiana Tijerina se dijo un hombre de palabra y de respeto a la ley, por lo que adelantó que no impugnará los resultados: “La ley señala que cuando hay tantos puntos de diferencia no hay nada que reclamar, no vamos a reclamar, vamos a respetar la ley, pero vamos a hacer las denuncias correspondientes por sus ilegalidades”.
Desde las primeras horas de ayer domingo, el proceso en Coahuila se desarrolló como la crónica de una muerte anunciada para Morena. Mientras Manolo Jiménez llegó a votar acompañado de su esposa y sus cuatro hijos, con un discurso de unidad y no de confrontación, Armando Guadiana arribó a la casilla respaldado por el dirigente nacional morenista, Mario Delgado, con quien denunció levantones, desaparición forzada y detenciones arbitrarias.
Ni juntos hubieran vencido
Los números son fríos y lapidarios y al conocerse los resultados del conteo rápido, ni sumando los votos de Guadiana Tijerina, Mejía Berdeja y Lenin Pérez hubieran alcanzado a Manolo Jiménez. Mejía Berdeja votó en Torreón y, como fue pronosticado, lo dejaron solo y sin el respaldo nacional del PT. Lenin Pérez, del PVEM, emitió su sufragio en Ciudad Acuña, y tampoco lo acompañó la dirigencia nacional del partido del tucán.
El virtual ganador dijo a EL UNIVERSAL que está dispuesto a forjar la unidad en Coahuila, por lo que invitará a su gobierno a Guadiana y Pérez. No así a Ricardo Mejía, “porque ese es de Acapulco”.
Sin embargo, Guadiana dijo a este rotativo que “no, gracias”, porque prefiere ser cabeza de ratón que cola de león.