Xalapa.—Las elecciones en Veracruz, el tercer padrón electoral del país, estarán marcadas por un gobierno oficialista con bajas calificaciones, pero con un alto grado de aceptación del Presidente; con una estructura de programas sociales sólida, pero con operadores morenistas de poca pericia.

La elección del gobernador y de diputaciones locales se realizará con liderazgos de la Cuarta Transformación en una disputa seria, con vendettas y rencores; y con una oposición unificada, con repartición de feudos, afirmó el académico de la UNAM y consultor internacional, Jacobo Domínguez Gudini.

La moneda electoral está en el aire en Veracruz, los dos principales candidatos a la gubernatura, el priista José Yunes Zorilla y la morenista Rocío Nahle García, tienen posibilidades de ganar.

“Es una elección cerrada, complicada, no es como la pintan las encuestas, donde ya está todo definido, sino por el contrario aún falta mucho por definirse”, sentenció el analista veracruzano.

El próximo 2 de junio, un total de 6 millones de ciudadanos tendrán derecho de ejercer su voto para elegir al gobernador y a 30 diputados de mayoría de relativa.

Dos coaliciones electorales y un partido político registraron a sus abanderados. Se trata del priista José Yunes Zorrilla, abanderado por la coalición PRI-PAN-PRD; Rocío Nahle García, arropada por la alianza Morena-PT-PVEM-FxM; y el candidato de Movimiento Ciudadano, Hipólito Deschamps.

“En primer lugar es interesante la elección de Veracruz porque se trata del tercer padrón electoral, entonces es un espacio muy disputado políticamente, de igual manera tenemos un gobierno del partido oficial con muy bajas calificaciones”, recordó el profesor de la División de Posgrado de la UNAM.

Sin embargo, consideró que el gobierno del morenista Cuitláhuac García Jiménez está fuertemente amparado por el enorme capital político del Presidente, el cual tiene un enorme grado de aceptación en Veracruz superior a 60%.

“La administración del gobernador Cuitláhuac García ha sido una administración sumamente cuestionada, polémica con una enorme impericia política y eso será un déficit de legitimidad, sin embargo, aun así sigue viviendo de prestado, es decir del capital político del Presidente, es lo suficiente para que la señora Nahle, que nunca ha hecho política en Veracruz, tenga posibilidades de ganar”, consideró.

También –dijo– una oposición organizada, cosa que no sucede en otras entidades de la República, donde la oposición está pulverizada o bien ha sido monopolizada por un gobierno local como es el caso de Jalisco. “Son distintos factores que juegan y bueno en este caso Pepe Yunes también tiene amplias posibilidades de ganar”.

“Morena es franquicia”

La plataforma de Morena afirma, es sólida a nivel de programas sociales, sin embargo los operadores locales tienen muy poca pericia: “entonces la impericia de Morena, da como resultado una candidata foránea poco competitiva, pero con cierto margen de triunfo por los positivos que tiene la operación nacional”.

Morena, recordó, es prácticamente una franquicia y una marca que opera en Veracruz con distintos grupos tribales que se disputan el poder y como ejemplo puso que la candidata comenzó a tomar decisiones en gobierno e incluso a quitar personajes de estructuras.

“Hay una disputa seria entre ellos, hay vendettas, hay rencores y bueno se vuelve una especie como Game of Thrones pero con un toque de vecindad de El Chavo”, afirmó.

En contra parte, hay una oposición organizada con un candidato fuertemente respaldado por las fuerzas locales que también les da posibilidades de triunfo, una elección cerrada.

“Hay un matrimonio por conveniencia muy interesante, nunca antes visto: todos los Yunes jugando juntos, repartiendo posiciones de manera feudal, es decir regreso al ejemplo de Game of Thrones: tenemos un feudo en Orizaba, otro en Perote, otro en Veracruz-Boca del Río y de manera feudal intentan negociar entre ellos posiciones entre sus grupos y hasta ahora van logrando cierto equilibrio”, detalló.

En ambos bloques y en gobierno, recordó, hay una enorme disputa por la paternidad de los programas sociales, los cuales se garantizan sin importar quien gane las elecciones. “No hay una crítica al modelo de López Obrador, no hay una crítica a la forma de gobernar del Presidente, sino por el contrario todos intentan ponerse bajo el paraguas”, evidenció.

Por eso, consideró que el elector tendrá que ver si es posible que separe el contexto regional del nacional. “Creo que el laboratorio político que siempre ha representado Veracruz va a tener una gran repercusión a nivel nacional y más que para visualizar las fortalezas para visualizar las debilidades”.

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