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Simpatizantes de Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard se manifestaron e hicieron sentir su presencia afuera del hotel donde se llevó a cabo la sesión extraordinaria del Consejo Nacional de Morena para fijar las reglas de la contienda interna.
Seguidores de la jefa de Gobierno Sheinbaum Pardo quisieron dar madruguete y desde temprano colocaron sobre la acera de enfrente dos grandes mantas con la leyenda “En Ecatepec #Es Claudia”, pero una hora después tuvieron que retirarlas, presuntamente a solicitud de la dirigencia nacional de Morena.
La batalla callejera contrastó con la disciplina que hubo en la reunión entre la dirigencia, los consejeros y las corcholatas, donde no hubo debate, pero se aprobaron por unanimidad las reglas previamente planchadas.
“Piso parejo, piso parejo”, gritaron los simpatizantes del secretario de Relaciones Exteriores, Ebrard Casaubon, a la llegada de la jefa de Gobierno al hotel sede del Consejo Nacional de Morena, mientras ella caminaba lentamente para ingresar al inmueble, rodeada de decenas de reporteros, fotógrafos y camarógrafos.
Los rayos del sol caían a plomo pasadas las 2 de la tarde y los seguidores del canciller esperaban su llegada procedente de Chiapas, donde encabezó un evento acompañado de Pío López Obrador, hermano del Presidente de México, quien le reiteró completo respaldo a sus aspiraciones.
Sin embargo, primero llegó Sheinbaum Pardo, por lo que los simpatizantes de Ebrard Casaubon, que gritaban “Marcelo, amigo, el pueblo está contigo” y “Marcelo al 100, todo va a estar bien”, improvisaron consignas para recordarle a la gobernante capitalina que debe que haber condiciones de igualdad en la contienda interna por la candidatura.
En cambio, mientras en la calle se registraba un duelo de simpatizantes sin cuartel ni reglas, en el salón sede del encuentro que se realizó a puerta cerrada, no hubo gritos ni sombrerazos, y todos, consejeros y corcholatas acataron sin discusión los lineamientos en el Acuerdo del Consejo Nacional de Morena, al grito de “unidad, unidad, unidad”.
Durante la sesión, a los consejeros se les prohibió ingresar con celulares, práctica que, ellos mismos comentaron, es común en este tipo de reuniones partidistas, a fin de que “no se distraigan”.
Contrario a lo que originalmente se había planeado, las corcholatas acordaron que ninguna de ellas hiciera uso de la palabra, por lo que los consejeros no tuvieron oportunidad de escuchar a ninguno de los seis aspirantes a la candidatura presidencial, cuatro de Morena, uno del Partido Verde Ecologista de México (Manuel Velasco) y uno del Partido del Trabajo (Gerardo Fernández).
De acuerdo con la versión de algunos de los consejeros asistentes, tampoco pudieron tener con antelación entre sus manos los detalles del acuerdo que votarían y únicamente los conocieron gracias a que durante la encerrona, de menos de dos horas, se le dio lectura al documento dos veces.
Acto seguido, el acuerdo con los lineamientos y reglas de la contienda interna fue sometido a votación y aprobado de manera unánime por los más de 360 consejeros nacionales de Morena.
El gobernador de Sonora y presidente del Consejo Nacional, Alfonso Durazo, fue de los primeros en llegar al cónclave guinda.
Más tarde, fue el senador Mon- real Ávila, el primero de los aspirantes presidenciales. Descendió de su vehículo una cuadra antes para encontrarse con simpatizantes de la agrupación Renata, a quienes saludó y con quienes caminó sobre la avenida Revolución hasta el hotel donde se realizó la sesión.
Sus seguidores, que portaban banderines blancos con el nombre de su organización, lo acompañaron con varias consignas como: “Es un honor estar con el doctor”, “Presidente, presidente, presidente” y “De aquí pa’l real vamos con Monreal”, mismas que gritaron horas después.
El secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quien fue el único que no recibió expresiones de apoyo, bajó de su camioneta dos cuadras antes y caminó juntoa a colaboradores y reporteros que lo entrevistaron.
Al término de la reunión y del encuentro con medios donde Durazo Montaño y Mario Delgado dieron a conocer los detalles del pacto, López Hernández fue de los primeros en retirarse, pero al salir no encontró a su chofer, por lo que molesto, abordó un taxi, acompañado de su secretario particular.
Las corcholatas más asediadas por los medios fueron Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, quienes fueron las últimas en llegar a la sede de la reunión morenista. Fue el cónclave que dio el banderazo de salida a la sucesión presidencial para 2024.