Más Información
Embajada de EU en México continúa capacitaciones a INM en migración; estamos orgullosos de apoyar, dice
De la Fuente alerta por tráfico ilícito de bienes culturales; Gobierno recupera 220 piezas arqueológicas
Reforma “ternurita”: Imjuve lanza campaña para promover elección judicial; “ellos nos salvarán del neoliberalismo”
Ciudad de Méxoico.- El Consejo Mexicano de Negocios (CMN) , contra el que Andrés Manuel López Obrador ha apuntado recientemente sus obuses, es una asociación de élite que aglutina a los empresarios más poderosos del país , quienes a través de esta organización han influido en el curso de la economía y la política en México desde su fundación en 1962.
Entre sus miembros destacan los dueños o responsables de empresas tan importantes como Kimberly-Clark de México, de Claudio X. González; Televisa, de Emilio Azcárraga Jean; Industrias Peñoles, de Alberto Bailleres; y FEMSA, de José Antonio Fernández Carbajal, alias "El Diablo".
También, de Alfa, de Armando Garza; Grupo Lala, de Eduardo Tricio; Bachoco, de la familia Bours de Sonora; Vitro, de Adrián Sada; Grupo Carso, de Carlos Slim; Bimbo, de Daniel Servitje Montull.
A la lista se agregan los dueños o responsables de Soriana, de Ricardo Martín Bringas; Grupo México, de Germán Larrea; Softek, de Blanca Treviño y Cinépolis, de Alejandro Ramírez, actual presidente del Consejo y quien en los últimos días ha encabezado al empresariado en el intercambio de acusaciones contra López Obrador, candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia.
El número total de los empresarios aglutinados en la asociación no se conoce públicamente, aunque especialistas en el mundo de las empresas calculan que hoy su membresía total estaría compuesta por unos 60 hombres y mujeres de negocios.
El grupo, que asegura que sus empresas aportan entre el 27 y el 30 por ciento de la riqueza producida en el país cada año, ha estado envuelto en un halo de secrecía desde su fundación: no tiene un sitio oficial en Internet, por ejemplo, no realiza reuniones públicas y son escasas las fotografías de sus miembros reunidos.
Una de las últimas veces que se les vio en cónclave fue durante una reunión con el Presidente Enrique Peña Nieto en julio de 2013, hace ya casi cinco años.
La actual confrontación entre la élite empresarial y López Obrador, favorito en las encuestas, estalló cuando el tabasqueño acusó a cinco de sus más prominentes miembros de reunirse con su contrincante, el también aspirante presidencial Ricardo Anaya, para organizar una estrategia con el PRI y el presidente Peña Nieto para evitar su llegada a la presidencia a toda costa.
Los empresarios señalados por AMLO fueron Claudio X. González, Alberto Bailleres, Germán Larrea, Eduardo Tricio y el actual presidente del CMN, Alejandro Ramírez.
Los empresarios respondieron a través de un desplegado en la prensa nacional en el que se dijeron preocupados porque un aspirante presidencial denostara con tanta facilidad a quienes no comparten sus ideas y calificaron como “injurias” y “calumnias” las palabras de López Obrador.
“Estamos siempre abiertos al diálogo (...), pero exigimos respeto. No es denigrando ni calumniando como se establece y fortalece una relación constructiva y de confianza con el sector productivo y empresarial de México”, agregó el comunicado del consejo.
El candidato de izquierda tardó poco en revirar, calificando a los empresarios del CMN como una “ minoría rapaz” .
“Le han hecho mucho daño al país, porque ellos son responsables de la tragedia nacional. No quieren que haya un cambio de régimen”, completó.
De acuerdo con la investigadora Marcela Briz Garizurieta, el surgimiento del CMN “obedeció a una estrategia encaminada a incidir en la política económica del gobierno de Adolfo López Mateos (1958-1964) y a influir para que la decisión sobre la sucesión presidencial fuese meditada y no pusiera en riesgo el modelo económico impulsado por los empresarios”.
Por su parte, Benajmin Cokelet, escribió en un ensayo de 2013 en calidad de alumno de maestría de la Universidad de Nueva York, que con el tempo el consejo consiguió un contacto regular y directo con el Ejecutivo Federal, que le ha permitido a la organización influir en la política económica de México y en la toma de decisiones de políticas públicas.