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horacio.jimenez@eluniversal.com.mx
Nombrado el viernes por Andrés Manuel López Obrador como su jefe de Oficina de la Presidencia en caso de ganar la elección, Alfonso Romo, uno de los empresarios más cercanos al tabasqueño, asegura que el triunfo del líder de Morena es inminente y esta “ola ya no la para nadie”.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Romo reconoce que lo que más le preocupa en este momento es que es tan grande la expectativa que hay, que no le pueden fallar a la gente y se tiene que sentir un cambio, una mejora, “aunque sea poquito”. Ese es un reto, dice.
Asegura que con los empresarios ya se limaron malentendidos y otros se van a aclarar con el tiempo. Adelanta que una gran parte de integrantes de la iniciativa privada ya les compró la idea de que el motor de la economía en México va a ser el sector privado y se va a proteger la propiedad privada.
Es “ridículo decir que habrá expropiaciones”, dice, y asegura que ya son “muy poquitos” los empresarios que no quieren a Andrés Manuel López Obrador (20%).
Desde su oficina, con una vista imponente de la intersección entre Paseo de la Reforma y Periférico, declara que no habrá voto útil y que incluso si se unieran Ricardo Anaya y José Antonio Meade, no les alcanzaría.
Dice que pudo ver una encuesta interna del PRI en la que se señala que 80% del voto duro del tricolor prefiere a López Obrador antes que votar por Anaya y no descarta que algunos priístas apoyen al tabasqueño. Romo menciona que Anaya los ha insultado y “no te puedes casar con una mujer que te ha golpeado” antes de casarte.
Rechaza que haya un pacto entre el tabasqueño y el presidente Enrique Peña Nieto. El no perseguir al aún Presidente, dice, no quiere decir acuerdo, sino más bien respeto. Remata: no hay que tenerle miedo al candidato de Morena, ya que de ser así, él no colaboraría con él.
¿Qué pasó con AMLO y la IP?
—En 2006 hubo una campaña muy dura, financiada por el sector privado, sobre el “Peligro para México”, fue una campaña que no se la recomiendo a nadie y eso se quedó en 2012, después del segundo debate, según distintas encuestas, cruzó al presidente Peña y vino otra vez otro ataque.
Esto viene de una pugna y un miedo que se basa en un libro de Andrés Manuel [López Obrador] sobre el Fobaproa, [que] indica y señala muchos abusos en el proceso, esa es la causa; el efecto es que no llegue al que algunos señalan en este libro, unos con razón y otros sin razón.
En 2018 hacemos un grupo apartidista y plural, empezamos a acercarnos con todos los sectores, incluidos los empresarios, en toda la República, no sólo en la CDMX, [sino en] Monterrey o [en] Guadalajara y empezamos a vender quién era Andrés Manuel realmente y empezar a borrar esa imagen que tanto se señaló.
¿Ya se limaron asperezas?
—Las asperezas son como los pleitos de la casa: resuelves y el tiempo tiene que acabar de cicatrizar. Ya se limaron muchos malentendidos, ya nos compraron [la idea] de que va a ser un gobierno [en el] que el motor de la economía va a ser el sector privado, que no estamos pensando nada que no sea apoyar a la libertad individual, proteger la propiedad privada y la iniciativa individual.
Ya entendieron que decir: ‘No queremos déficit fiscal y queremos tener un superávit primario’ quiere decir que no vamos a estar financiando el déficit del gobierno y todo va a ir orientado como capital semilla para tener un crecimiento mayor a lo histórico, eso ya nos lo compraron, ahora tenemos que seguir haciendo esto para afianzar esta amistad sólida, que ésta siga creciendo y es responsabilidad de todos.
¿Los empresarios deben temerle a las expropiaciones?
—Eso es lo más ridículo que he oído. Somos más de 200 empresarios haciendo el plan de nación, que lean todos los libros de AMLO y que me digan en dónde se ha hablado de expropiación. El único que ha expropiado algo en este país desde hace 30 años fue [Vicente] Fox con los ingenios azucareros. López Obrador, cuando fue jefe de Gobierno, hizo mucha obra pública con el sector privado.
Es producto del miedo y del no detenerse a profundizar, pero esos ya son muy poquitos y no hay que centrarnos en los poquitos, si fuera cierto, AMLO no tendría una preferencia de más de 50%.
¿Ya son muy poquitos los empresarios que no quieren a AMLO?
—Son muy poquitos, en las democracias siempre va a haber gente que tenga ideas concebidas y no quiera escuchar, pero si le creemos a la intención del voto y a las encuestas, Andrés [Manuel López Obrador] está entre 45% y 50%, PRI y PAN andan en 20% cada uno.
¿Entonces ya son muy poquitos los empresarios que no quieren a Andrés Manuel?
—En las democracias siempre va a haber segmentos de mercado que no quieran, es poquito. Si ves un escenario de 100 personas, siempre habrá 15% o 20% que no esté con Andrés Manuel, no necesariamente por miedo a la expropiación, sino porque no les gusta su plan, su pasado, siempre va a haber 25% que no; 50% nos dice: ‘Vamos’; 25% nos está dando el beneficio de la duda, pero ya no es 80%, ¡no!, o 70%, ¡no! Si vemos la votación histórica, en 2006 fue de 30% o 32%; 30% o 32% en 2012 y ahorita 47% o 50%. ¿Qué quiere decir? Que quitamos, ampliamos nuestra participación en el mercado, hablando empresarialmente.
Creo que es un segmento de 15% a 20% que tiene miedo y el otro [porcentaje] no está convencido porque así es la democracia, pero la gran mayoría se está uniendo.
Lo bueno es que los que no están en contra se van a sumar al que gane y eso es lo más importante, pueden estar en desacuerdo en la votación, pero a la hora de que ya se ganó, a cerrar filas todos.
¿Usted cree que la elección ya está decidida?
—Mi percepción cuando hablo con la clase media, con el sector empresarial, cuando voy a los mítines con AMLO al norte de México y veo esa cantidad de gente que no vi en 2012 (…) datos precisos, cuando hacía giras con los empresarios en 2012 con AMLO nunca fueron más de 90 o 100 personas, hoy no bajan de 400, 500 o 600, entonces esto ya caminó.
Cuando íbamos al norte, Andrés Manuel [López Obrador] con el PRD, era de 15% de intención del voto; hoy estamos ganando en todos los estados del norte, esta ola no la para nadie, por eso soy tan optimista, es una ola que va creciendo y las demás se están haciendo olitas chiquitas.
Anaya empezó con 30% y ya va en 20%, Andrés sigue creciendo y por eso creo que esto, prácticamente, como dijo, Andrés [Manuel López Obrador] hace poco: ‘Existen los milagros y el milagro va a ser ratificar el triunfo”.
Siendo honesto, [el triunfo] lo veo inminente, no tengo ninguna duda de que vamos a ganar.
¿Quién está en segundo lugar, de acuerdo con sus tendencias, Anaya o Meade?
—Están muy empatados. Ahí sí no soy tan contundente. Lo que he oído de pláticas es que gente que estaba con Anaya, ya no [está], empresarios, clase media, profesores, intelectuales que me reúno con muchos.
Yo veo un Anaya en declive y un Meade estable o creciendo un poco y López Obrador creciendo mucho.
¿Y el voto útil?
—Yo no creo que haya voto útil, van a estar prácticamente empatados y el voto útil se va a dividir, unos se van con Anaya y otros con el otro.
La indignación que hay contra el PRI o contra el PAN, el voto útil, yo no veo a los priístas votando por Anaya, hay una encuesta dentro de los priístas en la que 80% del voto duro del PRI prefiere a Andrés Manuel [López Obrador], no veo el voto útil.
¿Entonces ve al PRI votar por AMLO antes que por Anaya?
—Pues, no 80%, 60% sí. Por supuesto [hasta los priístas votarían por AMLO], él [Ricardo Anaya] los ha insultado, ni modo que te cases con una mujer que te golpea desde antes de que te cases, pues no. Mi opinión sincera es que esto ya no lo para nadie.
¿Ni el voto útil le alcanzaría a Ricardo Anaya o a Meade?
—No, pues 20 más 20 son 40, contra 50, si todos votaran por uno o por otro no les da.
¿Ven la posibilidad de un fraude en las elecciones?
—Yo no, no lo veo a nivel de Presidente, la verdad que no y soy optimista, veo que puede haber mucho problema en algunas gubernaturas y puede haber mucho problema en los congresos locales y municipales, en la grande no lo veo. Puede haber, espero, sería un logro extraordinario del gobierno del presidente Enrique Peña, que estas sean las elecciones más limpias de los últimos 20 años. Como país daríamos una señal de gran confianza que hoy necesitamos.
¿Le temen a algo o les preocupa algo del proceso electoral?
—¿Qué es lo que más me preocupa? Es la expectativa de la gente de México, es tan grande en Andrés Manuel [López Obrador], que no podemos fallar, [especialmente] en los mensajes, julio a diciembre es muy largo, no podemos fallar en seguir sembrando confianza y después no podemos fallar en que sí se sienta un cambio y una mejora en todo, aunque sea poquito, ese es el reto.
Lo que me preocupa hoy es lo que viene, y no a mí, yo hablo por Andrés Manuel, son las pláticas que tenemos, no podemos fallar.
Jorge Castañeda asegura que hay un pacto de impunidad entre AMLO y Peña Nieto...
—Yo no lo veo, yo no he sabido de nada, que Andrés Manuel [López Obrador] ha dicho que él no va a perseguir al Presidente no quiere decir que haya un pacto, sino que es un respeto y para eso está el Poder Judicial, que haga su chamba. El Ejecutivo debe, y su mandato es, construir al país, que el Judicial haga su chamba y el Ejecutivo el suyo.
No conozco ningún pacto, a mí no me ha buscado nadie ni me han mandado con nadie, cuando he platicado con políticos, porque mi chamba me lleva a platicar con empresarios opuestos, lo único que les digo es “vamos a sumar a este país, no a restarle” y eso de andar haciendo amenazas por amenazas no suma, resta, eso no es pacto, eso es un acto civil de responsabilidad.
¿El Nuevo Aeropuerto Internacional de México va o no?
—Sí y ya lo han dicho él [Andrés Manuel López Obrador] y el ingeniero Jiménez Espriú qué vamos a hacer, estamos abiertos a la licitación, ya lo ha dicho varias veces, y ahora hay que ver cómo se hace, cómo está la situación y abrirla al público en general, que sea una licitación abierta que tome en cuenta a los que hayan invertido y a los que quieran invertir, que el Estado tenga una participación, porque las ideas valen. Vamos a analizar y vamos a tranquilizar esa parte.
¿Si gana AMLO se va a vender el avión presidencial?
—Va a vender todos los aviones. De Andrés Manuel [López Obrador] tengan la seguridad de algo: de que lo dice, lo va a hacer. Ahora, de mi cosecha, le digo yo de broma: ‘Quédate con uno chiquito, nada más para ahorrar tiempo, aunque sea de dos plazas’. El tiempo nos va a llevar a encontrar lo justo y lo correcto para un país que tiene tanta necesidad, pero de que lo va a vender no tengan duda.
¿No tendría pérdidas México porque los aviones se devalúan?
—No se devalúan los aviones, cuando he tenido avión nunca ha perdido precio, porque tiene una vida útil, no tendría pérdida y menos en pesos, los aviones se compran en dólares, entonces en pesos sería muy bueno.
¿Está convencido de la amnistía a delincuentes?
—¿Qué quiere decir amnistía en términos de personas como yo, que no soy abogado? Vamos a hacer lo necesario para pacificar a México, pero no actos irresponsables de sacar a todo mundo de la cárcel, a violadores o a gente que ha matado, no, vamos a analizar región por región y a hacer lo posible para pacificar a este país.
Si hay campesinos muy humildes que no tienen forma de vida más que sembrando cultivos no amigables, ¿meterlos a la cárcel es una amnistía?, vamos darles otra fuente de ingresos. Estamos hablando de cosas extremas, de entender las realidades, no estamos hablando de hacer pactos con los que han matado, estamos hablando cosas serias. El problema número uno de México, al igual que la corrupción, es la inseguridad: o pacificamos a México o se descarrila, me preocupa no hacer un buen trabajo en contra de la inseguridad, es gravísimo lo que está sucediendo.
Entonces, ¿no tienen por qué tenerle miedo los empresarios a López Obrador?
—Para nada, yo no estaría aquí, no hubiéramos tantos con Andrés Manuel López Obrador, no hubiéramos ido al Consejo Mexicano de Negocios, no hay que temerle, al contrario, van a tener a un Presidente de tiempo completo.