Más Información
Pifia ortográfica se cuela en transmisión del debate sobre CNDH; “Dictamen a discución” pasa desapercibido en Canal del Congreso
Delegación mexicana va a la COP29 en Azerbaiyán; promoverá “política ecológica y ambiental humanista” de Sheinbaum
Piden a Sheinbaum estrategia contra promesas de campaña de Trump; “lo va a cumplir”, advierten académicos de la UNAM
diana.fuentes@elunviersal.com.mx
Ayer, el Palacio de los Deportes retumbó. “¡Luchará a una caída sin límite de tiempo!”, así con esta frase típica de la Arena México, pero que por primera vez se escuchó en este recinto, dio inicio el cierre de campaña del abanderado del PRI al Gobierno de la Ciudad de México, Mikel Arriola Peñalosa.
A diferencia de sus contrincantes, Mikel Arriola fue el único candidato que no se tomó ni un solo día de descanso, desde diciembre del año pasado.
La lluvia y el mal tiempo que azotó la zona oriente a partir de las 14:30 de la tarde no impidió que el ex director General del IMSS abarrotara este recinto de conciertos, ferias y exposiciones con la presencia de más de 25 mil asistentes, según los organizadores.
Al principio se dudaba de que el lugar se llenara, comenzó a llover y las expectativas eran pocas. Una vez más, los liderazgos nuevos y los olvidados por años de casi todas las delegaciones de la capital del país no dejaron solo al candidato Arriola Peñalosa.
El cierre de campaña transitó con el show de lucha libre de la Triple AAA, la gente se emocionó y fue justo ahí cuando inició la fiesta político-electoral.
La gente llegó a pie, por lo menos en los alrededores no se observaron camiones o acarreo de personas. Ni siquiera se les dieron tortas o algo por el estilo.
“Que no empiecen a decir que somos acarreados, que por eso llenó, venimos por nuestro propio gusto, a apoyar a Mikel, es la mejor opción, es un hombre que trae todas las ganas de cambiar las cosas y por eso estamos aquí, para apoyarlo hasta el final y así lo haremos en las urnas”, aseguró Claudia Martínez, ama de casa de la delegación Coyoacán.
El momento crucial, cuando los corazones de militantes, de gente sin partido que apoyan a Mikel retumbó, fue justo cuando hizo su arribo la embajadora de la música tropical, la Sonora Dinamita y minutos después Mikel.
El ambiente era de júbilo, banderas blancas ondeando, luces de colores y consignas se hacían sentir en el Palacio de los Deportes: “¡Viva Mikel Arriola!”. Todo este cierre de campaña era de gozo.
Vamos a ganar, gritaba José Antonio Meade, candidato a la presidencia de la República del PRI, quien dedicó por lo menos cinco minutos en el escenario para recalcar que Mikel es la mejor opción para cambiar el rumbo a la Ciudad de México.
“¡Si ustedes quieren, Mikel puede!”, remató Meade.