Más Información
Guadalupe Taddei solicitará ampliación del presupuesto para la elección judicial a la Cámara de Diputados; “si funciona, estaremos mejor en calidad y resultados"
Sheinbaum es una "consumidora voraz" de información: José Merino; el tablero de seguridad, herramienta clave, destaca
IMSS-Bienestar asegura mantener contratados a 2 mil trabajadores en entidades no adheridas al organismo
Sólo participando en la vida cívica y política se puede transformar al país de manera positiva aseguraron obispos mexicanos al enviar un mensaje con motivo de las próximas elecciones del 1 de julio.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) invitó a los fieles católicos a participar en los comicios donde se elegirá al siguiente presidente de la República.
“Participar en la vida cívica y política de nuestras comunidades es una obligación ciudadana y cristiana que no podemos ni debemos obviar. Sólo participando podemos transformar positivamente nuestra nación, en fidelidad a sus orígenes y a su destino histórico”.
En el documento se menciona que durante 2018 se llevará a cabo un proceso electoral con la finalidad de renovar más de 3 mil cargos públicos en 30 Estados, incluyendo al presidente, senadores, diputados federales, nueve gobernadores, más de mil alcaldes y diputados locales.
Lo que más se resalta es que cerca de 90 millones de mexicanos, mayores de 18 años, podrán emitir su voto de manera libre y secreta.
Los obispos compartieron una serie de elementos para ayudar “al discernimiento personal y comunitario que cada fiel cristiano está llamado a hacer para cumplir con la obligación moral de elegir sus gobernantes y legisladores".
En primer lugar asegura que los feligreses son libres de elegir cualquiera de las opciones políticas existentes. “La fe cristiana trasciende las propuestas políticas concretas y deja en libertad a los fieles, para que elijan en conciencia de acuerdo a los principios y valores que han descubierto en la experiencia de la fe”.
Hace mención del “núcleo central” de la religión católica que tiene que ver con la “vida digna y libre: el respeto que merecen las personas desde el momento de la fecundación y hasta la muerte natural; la importancia del matrimonio heterosexual y monogámico; la vigencia de la más plena libertad en materia religiosa".
Se aconseja discernir de manera crítica para optar por aquellos que puedan realizar el auténtico bien común.
Exhortan a la comunidad a participar cívicamente; puesto que entre más ciudadanos lo hagan de manera organizada más posibilidades habrá de que la sociedad madure y sea corresponsable en la gestión del bien común. “Todos debemos alentar la participación”.
cg