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diana.fuentes@eluniversal.com.mx
¡Ya tenemos jefe de Gobierno, el PRI está de regreso, y no me arrugo ante nadie!, exclamó Mikel Arriola en la colonia Morelos y Emilio Carranza donde por años ha gobernado la familia Moreno Rivera y donde ayer el candidato demostró que tiene músculo para poder competir.
Sin más, convocó a una batalla política y civilizada. “Estoy en las manos de ustedes, salvemos a la Ciudad de México y al país de la peor amenaza, de Andrés Manuel López Obrador”.
Desde ahí, Mikel se comprometió a sacar del poder a esos cacicazgos verdaderamente “abominables”.
“Tenemos aquí esta familia donde se han repartido la delegación por los últimos 18 años, donde vemos con preocupación las mismas costumbres que hay en otras delegaciones”, expresó.
A pie recorrió más de 10 calles y no importó que en algunas casas de esta delegación estuvieran colocadas mantas del PRD y Morena porque en todas le abrieron las puertas al abanderado del PRI que busca gobernar la capital del país. Es más, hasta le dieron un voto de confianza.
Ni siquiera un velorio que se realizaba en una vivienda de la calle Plomeros impidió que Mikel continuara con su recorrido, pues hasta los deudos pidieron que ingresara el ex director General del IMSS a ver al difunto.
Por respeto, sólo en esa calle de Plomeros cesaron las porras y las consignas a favor de Arriola.
Hubo tiempo hasta para que el candidato se echará un partido de frontón, dio autógrafos y firmó más de 50 pelotas de tenis que la gente le llevó.
En un salón de fiestas, la candidata a una diputación local por el Distrito X, Graciela Martínez le mostró su apoyo y le dijo: “Está usted con mi estructura candidato, soy de barrio y doctora en educación, soy humilde”.
