Más Información
estados@eluniversal.com.mx
Con una propuesta de desarrollo regional, una administración que podría depender de la victoria del candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador y consciente de que su rival es la abanderada de la coalición Por Puebla Al Frente, Martha Erika Alonso, esposa del ex gobernador, Rafael Moreno Valle, el senador con licencia Miguel Barbosa aspira a la gubernatura como candidato de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PES).
En ese sentido, el abanderado afirma que el resto de sus contrincantes son parte de la estrategia morenovallista, para perpetuarse en el poder.
Miguel Barbosa Huerta se define como un poblano con perfiles tradicionales y como un funcionario que debido a su trayectoria ha adquirido experiencia en muchos rubros de la vida pública de México.
Después de haber militado en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) hasta el año pasado, decidió ir con Morena por la candidatura porque considera que su antiguo partido ya no es una oposición real.
“Dejó de ser un partido de izquierda y por eso yo me salí del PRD. Renuncié a la militancia en el PRD”, puntualiza.
¿Qué piensa de sus adversarios?
—Respeto a mis contrincantes, representan a las coaliciones de otros partidos, pero mi verdadera adversaria se llama Martha Erika Alonso; el PRI no está jugando en esta elección, no tiene condiciones de competir y los otros dos partidos son parte de la estrategia del propio Rafael Moreno Valle.
Es inadmisible que Rafael Moreno Valle pretenda reelegirse ahora por conducto de hacer a su esposa gobernadora del estado; es inadmisible esa condición para cualquier país, para cualquier entidad federativa.
Debería de retirarse de la contienda porque ella no tiene condiciones para ser la gobernadora de nuestro estado, no tiene condiciones sociales ni políticas para serlo. Quiere llegar a través de mecanismos de control político, de presión, de amenazas, de uso de recursos públicos. Es un escándalo lo que pasa en Puebla, en Puebla no hay normalidad en todas las actividades que se desarrollan en esta contienda.
¿Considera que se tratará de una campaña pareja?
—No, es una campaña totalmente inequitativa. Una campaña en la que los recursos económicos y privados van a estar del lado de ella, donde la presión del gobierno estatal estará sobre los ayuntamientos, las organizaciones, sobre todos los factores políticos que inciden en una campaña. Van a ser utilizados para que ella sea la ganadora; sin embargo, hoy hay un enorme respaldo social por los candidatos del gran movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador, y el propio hecho de que ella sea la contendiente que representa al oscuro poder de Rafael Moreno Valle, también es una fortaleza.
Yo voy arriba en las encuestas con muchos puntos arriba, me siento muy bien, me siento en un ambiente muy propicio y yo creo que la sociedad poblana está actuando y va a actuar el día de la votación con enorme dignidad ciudadana.
¿Cuáles son las principales propuestas de Miguel Barbosa?
A Puebla hay que entenderlo y la realidad que lo rodea a partir de los diferentes segmentos. Primero, somos el cuarto estado más pobre del país y por tanto la pobreza y diferentes niveles de pobreza, hasta la extrema pobreza son una realidad en Puebla.
¿Cómo enfrentar la pobreza? Obviamente con crecimiento económico. ¿Cómo conseguir el crecimiento económico? Con inversión pública y privada. ¿Qué hay que hacer para Puebla? Un plan de desarrollo regional, porque Puebla tiene un estancamiento generalizado en todas las regiones que lo conforman; Puebla es un estado de un vasto territorio y una geografía muy complicada.
Puebla requiere de un desarrollo regional estratégico porque si solamente se comienza a hablar de industrias y de los lugares donde pueden asentarse, podríamos estar pensando otra vez que solamente la capital y lugares cercanos a ella son los que tuvieran un desarrollo industrial.
¿Qué representa la imagen de AMLO para su campaña?
—López Obrador representa una gran fortaleza y una gran plataforma. En Puebla te lo sitúo, la prioridad mayor es que López Obrador sea presidente. Una gubernatura sin que haya Presidencia no sirve de nada, dejaría la misma relación entre los poderes públicos y la misma relación entre el poder público y la sociedad.
