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politica@eluniversal.com.mx
De acuerdo con especialistas, los índices de participación ciudadana en 2018 tienden a incrementarse por las características de las próximas elecciones, en que se pondrán en juego 3 mil 323 cargos de elección popular, incluída la Presidencia de la República.
Calculan que el abstencionismo sea de entre 30% y 35%.
Luis Carlos Ugalde, ex presidente del extinto IFE (2003-2007) consideró que al ser la elección más competida y con más cargos en disputa que nunca antes en la historia de México, el abstencionismo, que ha sido de aproximadamente 40% en elecciones presidenciales pasadas, baje a 35%.
“Tengo la impresión de que este año la participación, reitero, que ha sido de 50%-62%, quizá pueda subir a 65%-70%, esta sería una muy alta participación en un país donde no hay voto obligatorio”.
En 1988 México tuvo las elecciones federales con el mayor índice de abstencionismo, con 49.3%.
En las elecciones presidenciales de 1994, según datos del INE, el porcentaje de abstencionismo fue de 22.84%, mientras que en 2000, el año de la primera alternancia con Vicente Fox, se registró 36.06% de abstención.
Alberto Aziz Nassif, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) opinó que “en esta ocasión la abstención tenderá a disminuir, sobre todo por el interés que puedan despertar las campañas, que pueda presentarse esta posibilidad de decidir, que sea el incentivo para que baje el abstencionismo”.
José Antonio Crespo, investigador del CIDE, dijo que en términos de participación se repiten los patrones y “ en términos de intención de voto sí puede haber una diferencia (...) Estará sobre 60%-65% la participación, no creo que más ni menos”.
Más afluencia en urnas. Khemvirg Puente, doctor en Ciencias Sociales por la UNAM, estimó que de manera óptima se espera una participación de entre 65% y 70% de los empadronados en el INE.
“Sería cauteloso con el porcentaje, pero si fuese de manera óptima sería entre 65% o 70%, ese sería un buen nivel de participación en elecciones de este tipo”, indicó.
Ve difícil un escenario en el que la participación ciudadana sea de 80% en los comicios del 1 de julio, ya que “no necesariamente todas las personas registradas en el padrón electoral están en capacidad de votar, por múltiples cuestiones”.
Aclaró que puede haber eventos fortuitos que contribuyan a que un ciudadano salga o no salga a votar, desde un partido de fútbol hasta un día lluvioso.
“Entre más cerrada esté la elección, hay un mayor incremento en la participación ciudadana y esto no le conviene a los candidatos que tienen cierta estrategia electoral, como aquellos que buscan inhibir la participación de votantes. A eso tiene que estar atenta la autoridad electoral para que no haya acciones que desincentiven el voto”, expuso.
El doctor Víctor Alarcón, académico de la UAM, explicó que por su naturaleza, la elección presidencial motiva a que un mayor número de personas acudan a las urnas.
“La simultaneidad de tantos comicios, 30 elecciones a lo largo y ancho del país, eso hará que el ciudadano invierta un poco más de tiempo en votar en sus comicios concurrentes de diputados, alcaldes o gobernador, en el plano local, y sufragar en la parte relativa a lo federal”, dijo.
“Un mal escenario sería una concurrencia de 43% o 47%, como en comicios [intermedios] pasados, pero diría que si las tendencias más o menos son exitosas estaríamos pensando en un margen de 55% o 60%”, subrayó.
Sin embargo, aclaró que se debe tomar en cuenta que la ciudadanía está muy fatigada con respecto a la participación de los partidos y tampoco se ofrecen distinciones entre uno y otro candidato, “ eso puede ser un factor que desaliente”.
“No veo movimientos similares como el voto nulo o abstenerse, pero sí, desde luego no deja de tomarse en cuenta que el ciudadano está bastante fatigado de lo que los partidos llegan a ofrecer y más con esta mescolanza de partidos que pueden desdibujar el sentido de l que la gente quiere y eso debilita la participación”, expresó.
Salvador Mora Velázquez, de la facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, dijo que la participación radica en que es una elección federal, donde se vota por cargos federales y el Presidente de la República, que es el mayor cargo del país.
“Si yo lo veo en términos relativos, tendría que ligar el porcentaje de votación con el total del padrón electoral y si vota 68% estaríamos hablando de un promedio estándar. Ese porcentaje que salga a sufragar no es más ni menos [de los] que han salido en otros procesos”, expuso.
Dijo que la participación ciudadana tiene que ver también con el tipo de campañas políticas y las estrategias que estén tomando los aspirantes a las candidaturas presidenciales.
“Vamos a votar, parecería, por el menos malo y eso sería inhibidor de la presencia puesto que no se está votando por el mejor”, dijo.