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Politólogos coincidieron en que el pasado domingo al PRI, PAN y PRD les pasó una “aplanadora” o un “tsunami” por encima, con la votación que alcanzó Andrés Manuel López Obrador (53%), y esto les dejó una crisis interna de identidad, liderazgo y representatividad.
En distintas entrevistas, los expertos en política consideraron que estos tres institutos políticos deben entrar en una etapa de refundación o reconstrucción para volver a ser opción para la ciudadanía en algunos años.
Aseguraron que a los partidos que más afectó el avasallador triunfo de López Obrador fueron el PRI y el PRD, porque están en riesgo de desaparecer, no en el corto plazo, pero opinaron que en los próximos tres años el sol azteca será una fuerza marginal y testimonial debido a la salida de cientos de militantes a Morena y a la baja votación con la que se quedó.
Aseguraron que debe venir un ejercicio “muy duro” de autocrítica que desencadene, por lo menos, en las renuncias de sus actuales líderes nacionales, Damián Zepeda (PAN), René Juárez (PRI) y Manuel Granados (PRD) como ocurre en otros partidos del mundo que sufren derrotas similares.
El pasado domingo 1 de julio, Andrés Manuel López Obrador ganó la elección presidencial en alianza con el PT y PES con 30 millones de votos (53%); sin embargo, el PRI obtuvo la peor votación de su historia como partido político al solamente alcanzar 7 millones 676 mil sufragios, que representan 13.56%; el PAN también consiguió una de sus peores actuaciones como instituto político en solitario al alcanzar solamente 9 millones 995 mil votos, que equivalen a 17.65% de la votación total.
Asimismo, el PRD obtuvo un millón 602 mil votos, que representan 2.83%; sin embargo, el sol azteca se mantendrá como instituto político debido a que en la elección al Congreso sí logró más de 3% requerido por la ley.
Aplanadora
José Antonio Crespo, especialista del Colmex, aseguró que a los partidos les pasó una aplanadora encima llamada Morena, que logró capitalizar el hartazgo y el malestar que se fue acumulando en estos 18 años: primero, decepción con el PAN y después, el enojo con la corrupción del PRI. Además, del fracaso con la violencia y el narcotráfico. El PRD sufrió una fractura con la creación de Morena y también le pegó la alianza electoral con el blanquiazul.
“Todos los partidos quedan bastante dañados, los tres, sí es una sacudida muy fuerte y dramática a la partidocracia que puede ser para bien o para mal, dependerá de cómo se le den las cosas y las decisiones que tome el propio López Obrador y de aquí puede derivar una democracia más fuerte y sólida o un sistema de partidos más robusto o eficaz o, podemos derivar, que no se puede descartar, en un sistema de partidos dominante, parecido, no idéntico, a lo que fue el PRI en el pasado”, consideró Crespo.
Indicó que este resultado sí deja a los tres partidos en una crisis, aunque precisó que en un menor grado al PAN, y pronosticó que viene una fuerte confrontación al interior del blanquiazul.
“No se descarta que eventualmente surja un nuevo partido de parte de Felipe Calderón, junto con algunos grupos de los que queden inconformes”, dijo.
“El PRD desaparece, va a quedar un cascarón y en poquito tiempo ya no va a existir, a lo mejor dentro de tres años y el PRI va a seguir la misma ruta [desaparecer] que el PRD, nada más que más lenta”, consideró Crespo.
PRI-MOR
Informó que la votación del domingo pasado lleva al PRI a ser la quinta fuerza en el Congreso y ahora va a quedar como un “Partido Verde”, y pronosticó que todos los tecnócratas que llegaron con el presidente Enrique Peña Nieto se van a ir, y muchos de los que se queden podrían trabajar en alianza con Morena que será el partido mayoritario.
“Sería una especie de Partido Verde de Morena, un satélite de Morena. No sería raro que el PRI hasta cambiara de nombre, algo que no quiso hacer desde 2000, de estatutos, para dar una cara distinta, y aceptar algo que sugeríamos desde 2000; si no cambian de nombre, pueden subsistir, pero irán en declive”, opinó.
Tsunami
El director de Integralia y ex consejero presidente del extinto Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde, dijo que el 1 de julio hubo un “tsunami” que pasó sobre los partidos, pero precisó que Morena no necesariamente se va a convertir en una fuerza creadora porque podría generar un problema para el sistema político y una debilidad al de partidos.
Desde su perspectiva, el PRI fue el partido que mejores candidatos a gobernador postuló, en promedio, y sin embargo, todos perdieron, y con Morena fue a la inversa, independientemente de sus méritos o defectos, todos ganaron, en uno se llama efecto arrastre positivo y en otro, un negativo.
Alertó que, al no tener tantos recursos, ni chambas que ofrecer, viene el declive y una peligrosa erosión que, si no viene una reestructuración en cuatro o cinco años, podría llevar a desaparecer al tricolor. “El PRI no se reestructura y no detiene la erosión y no se apalanca, corre el riesgo de que en los próximos cuatro o cinco años prácticamente desaparezca, no por el momento”, dijo.
Explicó que la ventaja del PRI es que todavía tiene 12 gobiernos estatales y eso puede ser un ancla, pero esos 12 mandatarios se quedaron vacíos por debajo, es decir, sin el apoyo del Congreso local, ni los ayuntamientos y esto va a erosionar mucho su poder político y económico.
PRD, sólo un testimonio
En el caso del PRD, Ugalde dijo que el declive ya concluyó, puesto que será un partido testimonial porque no tiene más que un gobierno estatal (Michoacán), además, ese gobernador se declaró priísta (Silvano Aureoles); a nivel legislativo se queda con muy pocos representantes y va a perder el registro en varias entidades del país, “entonces, el PRD sí está en etapa terminal”.
Sobre el PAN, explicó que el blanquiazul está en un punto intermedio, porque le quedan varias gubernaturas, y más posiciones que al PRI, pero aceptó que su crisis interna podría prolongarse debido al intento de Ricardo Anaya de quedarse como dirigente nacional, a pesar de perder la Presidencia de la República.
Renuncias
El académico y analista político Alfonso Zárate coincidió en que a los partidos les pasó una aplanadora el domingo pasado que los deja en condiciones lamentables y patéticas; y aseguró que al interior del PRI y del PAN veremos un ejercicio “muy duro” de autocrítica, que tendría que llevar a la renuncia de sus actuales dirigentes nacionales, René Juárez Cisneros y Damián Zepeda.
Sobre el PRI, Alfonso Zárate explicó que el movimiento al interior empezó con la carta que envió Ulises Ruiz, ex gobernador de Oaxaca, y prevé un enjuiciamiento muy severo a la administración de Enrique Peña Nieto y posteriormente intentarán recoger los escombros o despojos que quedaron del tricolor, y discrepó de sus colegas Crespo y Ugalde en el sentido de que en unos años podría desaparecer. “El saldo de las urnas es reprobatorio y lo que va a ocurrir es que el movimiento de sectores dentro del partido [va a] tratar de recuperar lo que fue el PRI en otras épocas y pienso que lo harán a partir del 1 de diciembre”, describió Zárate.
Sobre el PAN, “en el caso de Ricardo Anaya demostró ser un joven impetuoso, audaz, capaz de dejar en el camino lo que fuera para llegar a la candidatura y eso generó, no solamente fracturas, la percepción de que se diluyó la doctrina e ideología de este partido y que hoy tiene muy poco que ver con lo que imaginaron los fundadores”, agregó el presidente de Grupo Consultor Interdisciplinario, GCI.
Coincidió en que es posible que el PRD desaparezca “porque su ex presidente, Andrés Manuel, virtual presidente electo, logró construir un movimiento que hoy arrasa y que tiene un enorme imán para desfondar al PRD”.