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horacio.jimenez@eluniversal.com.mx
Margarita Zavala ya no es candidata presidencial. Entregó su renuncia al INE y la ratificó. Ahora, detalla que Ricardo Anaya, José Antonio Meade y operadores de Andrés Manuel López Obrador ya la buscaron y adelanta que, eventualmente, se va a reunir con el panista y los otros equipos, porque en “política el diálogo es importante”, aunque aún no reflexiona por quién va a votar.
Desde su casa de campaña se le ve serena, tranquila y relajada. Ha dormido poco, debido a que se desveló junto a su equipo por una reunión de despedida. Habla con fluidez y define que no hay arrepentimientos.
Asegura que a su campaña le afectó la falta de una segunda vuelta, inequidad en la contienda y una marginación, puesto que lo que dijera y quién la acompañara carecía de importancia para el electorado.
Hoy, alza la voz, sonríe y asegura que todo estaba llamado a que ella fuera la candidata presidencial del PAN y, dice, con ella sí se le hubiera ganado a Andrés Manuel López Obrador.
La ex panista prepara una gira de agradecimiento por el país y creará una asociación cívica-ciudadana para acompañar a su equipo. Al preguntarle si no buscaría crear un partido político, responde: “En política no se descarta nada”.
La ex primera dama reconoce que hubo presiones de los empresarios y ciudadanos para que declinara su candidatura, ella les llama “opiniones”, pero ataja: nadie la obligó a renunciar; fue una decisión en total libertad.
Sacudió el tablero electoral con la renuncia, ¿cómo se siente Margarita Zavala, hay nostalgia o arrepentimiento?
—Es una decisión difícil, pero fue a través y después de una reflexión profunda en la que tuve que reconocer la realidad de un proceso electoral que está acompañado de mucho encono, polarización y que hacía que una candidatura como la mía, en las circunstancias de una candidatura independiente, no fuera reflejada con posibilidad de ganar y obtener un triunfo en las elecciones.
Esto adicionado a las inequidades del propio proceso, respecto a una candidatura como la nuestra, pues me obligaba a decidir con toda honestidad retirarme para proteger la libertad de quienes me acompañaban generosamente en este proyecto.
¿Se sintió marginada?
—No, es decir, en el momento en el que estaban tomando ya las decisiones los ciudadanos, pues obviamente como no hay segunda vuelta, lo que yo dijera, quién me acompañara o cuál era mi origen empezaba a carecer de importancia, porque los ojos estaban y están puestos entre quienes son probables [ganadores].
¿Iba directamente hacia una candidatura testimonial?
—También lo que estoy haciendo es testimonial, es una denuncia. En términos de mujeres es increíble que nueve partidos se hubieran ocupado de hacer unos megapaquetes para aprovecharse de todos los spots y de todo el dinero y tener más recursos públicos, no sólo los que se dieron para cada partido, sino que además juntar una bolsa de dinero todavía más grande.
Desde luego, con una segunda vuelta muy probablemente yo estaría entre los punteros.
¿La estrangularon los empresarios para no darle recursos y tuvo que renunciar?
—Son dos cosas distintas. Desde luego hay esta inequidad, en términos del dinero, que es enorme y que yo renuncié al dinero público con toda conciencia, pero el abuso del dinero público [por] los partidos políticos es francamente ridículo e insultante.
En cuanto a los empresarios, muchos de ellos me dieron su opinión, pero también me la dieron los ciudadanos, pues quien no quiera presiones en la política, que ni se asome, es más, quien no quiera presiones en la vida, que ni se asome.
Lo importante es qué actitud tienes frente a la presión y para mí siempre fue una opinión, en uso de su libertad de expresión, también en algunos casos hasta en la confianza que me pudieron tener y no sólo fue por empresarios, sino por muchos ciudadanos y vecinos.
Margarita las toma como opiniones, ellos las sienten como presiones, pero, ¿le cerraron la llave de los recursos?
—Sí, lo que tiene que ver con la desigualdad económica y con las complicaciones que la propia regulación tuvo para poder recaudar o por las razones que se quieran. Yo tenía mucho menos dinero, es algo técnico y es algo importante, pero no me definió. Lo que es fundamental es una definición, es mi congruencia, el conocimiento de la realidad.
¿No la obligaron a renunciar?
—A mí nadie me obliga a las cosas, todo este año han sido actos de libertad: con respecto al PAN, del que tuve mucho valor de salir, pero fue a través de un acto de libertad, de mucha congruencia con mis principios y con un daño estructural que le habían hecho al partido, y con ello a México; después [ir] mar adentro con la candidatura independiente y todo un esfuerzo que se hizo a nivel nacional y lo que yo había trabajado me ayudó a cumplir los requisitos de la candidatura independiente.
¿Con Margarita el PAN le hubiera ganado a Andrés Manuel?
—El PAN estaba llamado para eso, pero cuando todo se convierte en un pragmatismo, cuando no importa la debilidad de las ideas, de la presencia, cuando se anulan los procesos democráticos, y con ello la esencia de un partido político como el PAN, el daño es estructural y, como sea, la única que había demostrado que le ganaba a López Obrador era yo. Desgraciadamente el PAN o su dirigencia prefirió otras cosas y revolverse en el pragmatismo y creer que las personas somos sólo aritmética, sólo somos números y, por supuesto, pues eso desde luego complicó.
¿No veremos a Margarita Zavala levantándole la mano a Meade, Anaya o Andrés?
—Soy una demócrata y si gana cualquiera de ellos tendré que reconocer que se ganó.
¿Me refiero en este proceso de aquí al 1 de julio?
—Ahorita voy a un proceso que tengo que terminar, fue una difícil decisión, voy a hablar con los estados, con mi equipo, qué es lo que México necesita de nosotros.
Zavala dice estar segura de que muchos de sus seguidores desean crear una organización ciudadana nueva, que le devuelva la dignidad a la política, no alrededor de caudillos, sino de principios. Se le pregunta si está descartado crear un nuevo partido y revira: “En política no se descarta nada (...) ya veremos el instrumento”.
¿Anaya la ha buscado?
—Sí, cuando renuncié en octubre pensé que nos íbamos a ver después, pero como ya no le interesó y pues sí (…) siete meses después me escribió y yo quería tomar mi decisión lo más libre posible, preferí que nos viéramos después. En política el diálogo es importante, sobre todo con cualquier actor político y por supuesto ha habido acercamientos y opiniones de distintos equipos, particular y obviamente con él, pues ya veremos.
¿Se va a reunir con él?
—Eventualmente sí y con los de otros equipos, sí, si así están interesados. Yo creo que el acto [la renuncia a la candidatura presidencial] es impecable, en términos de honestidad política y en términos de que no negocié nada.
¿Qué le dijo Ricardo Anaya en su mensaje?
—Nada, que cuándo nos vemos (…) ‘Hola, ¿cómo estás?, ¿y si nos vemos?, ¿no nos vemos?
¿No hubo un ofrecimiento en el sentido de: ‘Quiero que me acompañes’?
—Noooo [risas].
¿Fue solamente una invitación para que se vieran?
—Sí, claro.
¿Del equipo de José Antonio Meade la han buscado?
—Sí, también, y es que es natural que en esto haya mensajes.
¿Quién la ha buscado?, ¿Meade?
—Sí.
¿Andrés Manuel López Obrador no la ha buscado?
—No, pero también recibo mensajes, por supuesto. Pero ahorita, ¿qué me importa a mí?, me importa mi gente y hablar con ellos, con los que hemos trabajado, con los que queremos seguir, para mí eso es lo más importante y obviamente que los candidatos actúen como lo que son y tendrán que ir por votos y en ello tendrán que concentrarse.
¿Ya reflexionó por quién va a votar el 1 de julio?
—No todavía, estaba de candidata porque no me convencía ninguno de ellos.
¿Anulará su voto?, ¿está latente esa posibilidad?
—Ya veré qué haré [el 1 de julio], el voto es secreto.
¿Cómo se va Margarita Zavala de esta contienda?
—Desde luego con la seguridad de que estamos hablando de dignidad en la política, de que una vez confirmadas las enormes carencias que tuvimos en términos estructurales y de fondo en la política, con nuevos retos, pero además con la certeza de que tuve al mejor equipo, que ya hubiera querido cualquiera de los otros candidatos, en mi campaña hubo alma, convicción, ideas y proyectos que deberán ser más adelante. Lo principal a revisarse por los ciudadanos, y ojalá lleguemos a ese momento en nuestro país en donde lo más importante sean quiénes son [los candidatos], quiénes lo acompañan, cuál ha sido su congruencia de vida y cuál es su proyecto.
¿Está usted satisfecha y con la frente en alto?
—Así es y sobre todo orgullosa de miles de mujeres que se dieron cuenta de su gran liderazgo, de su gran potencial, de miles de jóvenes que un día decidieron optar por el bien y que seguramente así marcará toda su vida.