Jimmy Carter, presidente de Estados Unidos de 1977 a 1981, falleció el pasado 29 de diciembre a los 100 años. Uno de los primeros líderes latinoamericanos en lamentar la noticia fue el presidente panameño José Raúl Mulino. Y no es para menos, pues Carter fue el artífice detrás de los tratados que dejaron el Canal de Panamá bajo la administración de la nación centroamericana en 1977.
El Canal es una vía interoceánica de 82 kilómetros de longitud que une 140 rutas marítimas, conectando mil 700 puertos y 160 países. Esta proeza de la ingeniera del siglo XX sigue siendo clave en el comercio internacional y nuevamente se encuentra en el centro de la controversia debido a declaraciones recientes de Donald Trump, quien ha amenazado con exigir que la obra sea “devuelta” a Estados Unidos.
El próximo presidente del país vecino acusa que Panamá cobra tarifas “injustas” a su país por el uso del Canal, además, señala la influencia de China en la región. Mientras tanto, los republicanos en el Congreso ya han presentado un proyecto de ley para comprar el Canal.
Te contamos la historia del Canal de Panamá, su funcionamiento y cuál es el panorama que enfrenta el presidente electo del país vecino para cumplir sus amenazas.
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El “casi” canal francés
Antes de la construcción del Canal de Panamá, los barcos que viajaban entre los océanos Atlántico y Pacífico debían transitar el Cabo de Hornos, rodeando el continente americano, lo que aumentaba significativamente costos y tiempos de traslado. Originalmente, la construcción del canal estuvo a cargo de Ferdinand de Lesseps, diplomático francés que hizo posible el Canal de Suez.
La obra duró de 1880 a 1889. No obstante, el proyecto fracasó debido a una combinación de factores técnicos, financieros y sanitarios. La obstinación de Lesseps, las enfermedades tropicales y la corrupción fueron algunos de los principales obstáculos que impidieron terminar el Canal.
Estados Unidos puso la mira en el proyecto, pero al enfrentar la negativa de Colombia a otorgar los derechos de construcción, el país norteamericano decidió apoyar la independencia panameña de Colombia, dando origen al Tratado Hay-Bunau-Varilla, el cual otorgaba la concesión del canal a Estados Unidos a perpetuidad.
El Canal de Panamá, ya en manos estadounidenses, se construyó de 1904 a 1914, trabajaron un total de 56 mil 307 personas, costó alrededor de 375 millones, incluyendo los 10 millones pagados a Panamá y 40 millones pagados a la Compañía Francesa por los derechos del Canal. La obra estuvo gestionada por Estados Unidos durante 85 años hasta la consolidación de los Tratados Torrijos-Carter. Panamá asumió el control total del Canal el 31 de diciembre de 1999.
Tratados Torrijos-Carter
- 1964: Tras violentos disturbios en Panamá, la nación centroamericana y Estados Unidos acuerdan iniciar negociaciones para un nuevo tratado sobre el Canal.
- 1977: Se firman los Tratados Torrijos-Carter, estableciendo un cronograma para la transferencia del Canal a Panamá y la retirada de las fuerzas militares estadounidenses y
- 1979: Entran en vigor los Tratados Torrijos-Carter y se crea la Comisión del Canal de Panamá: Una entidad binacional supervisa la transición del Canal.
- 1999: Panamá asume el control total del Canal de Panamá, marcando el fin de la presencia militar estadounidense y el inicio de una nueva era para el país
¿Cómo funciona el Canal?
El Canal de Panamá utiliza un sistema de esclusas para elevar y bajar los barcos entre los océanos Atlántico y Pacífico.
El proceso comienza cuando un barco ingresa a la primera cámara de esclusas. Las compuertas se cierran y se llena la cámara de agua, elevando el barco al nivel del Lago Gatún. Una vez en el lago, el barco navega hasta llegar a las esclusas de Pedro Miguel y Miraflores, donde se repite el proceso de elevación o descenso, según sea necesario, para alcanzar el nivel del océano opuesto.
¿Por qué Trump quiere tomar control del Canal?
Donald Trump amenazó con exigir la devolución del Canal de Panamá ante las tarifas “excesivas” del país centroamericano y aseguró que se trataba de un “activo vital” para la economía y seguridad estadounidense. Recientemente, el republicano también amagó con comprar Groenlandia a Dinamarca e incluso ofreció a Canadá convertirse en un estado más de la unión americana.
“Es un reflejo del estilo político de Trump, de tratar de revivir políticas y discursos intervencionistas, como sus antecesores”, explicó el Doctor José Joel Peña, experto en Derecho Internacional, en entrevista para EL UNIVERSAL.
El republicano ha acusado que la nación centroamericana cobra tarifas “injustas” a Estados Unidos. Las tarifas actualmente se basan en el tamaño, tonelaje y tipo de carga de los buques. Estos valores se ajustan periódicamente y consideran los costos operativos internacionales. Desde 2023, se aplica una tarifa fija por tránsito, además de una tarifa según la capacidad utilizada.
“La afirmación de Trump, sobre que Panamá ‘estafa’ a Estados Unidos refleja una idea proteccionista de la economía del presidente electo, es decir, tratar de sustituir la llegada de mercancías importadas para que sean sustituidas por mercancías elaboradas dentro de Estados Unidos tratando de fortalecer, según él, a su industria interna, pero ya sabemos que a la larga esto tiene todo el efecto contrario y podría generar inflación, monopolios u oligopolios”, indicó el Dr. Peña
El especialista señala que Trump lleva a cabo una retórica agresiva, cuyo objetivo es intentar presionar a sus socios comerciales para tratar de obtener beneficios y con ello legitimar su gobierno.
El republicano es consciente de la importancia del Canal en el comercio internacional y lo utiliza para dar fuerza a su discurso. “Se calcula que aproximadamente el 6% de todo el comercio internacional pasa por el Canal”, aseveró el Dr. Peña. De recuperar su administración, Estados Unidos resultaría favorecido, pues recibiría todos los ingresos derivados de las tarifas por cruce.
Trump, además, justifica su intención sobre el canal argumentando que China se ha “adueñado” de él. El país asiático es el segundo usuario principal de la vía interoceánica desde 2018, según los Informes Anuales del Canal. Sin embargo, el Dr. Peña señala que la mención de China en el discurso del republicano de nuevo apunta a una retórica de viejas glorias.
“Sabemos que China ha incrementado su influencia de manera importante en la región, sin embargo, esta idea de Trump de ‘recuperar’ en Canal de Panamá, así como ha sido planteada, pues es una reminiscencia del pasado en el que Estados Unidos tenía un control prácticamente absoluto de la región”, indicó.
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En principio, el derecho internacional le impediría a Trump tomar acciones para controlar el Canal. El Dr. Peña explicó que, según el principio de no intervención (en el artículo 2 de la Carta de las Naciones Unidas), cualquier acción unilateral por parte de Estados Unidos se consideraría ilegítima, por lo cual, la comunidad internacional, incluida la ONU condenarían las acciones y podrían intervenir diplomáticamente.
Pese a este panorama, el próximo presidente estadounidense no ha descartado usar la fuerza militar para controlar el Canal. “No voy a comprometerme con eso”, dijo Trump, cuando se le preguntó si descartaría el uso de la fuerza durante una conferencia de prensa el pasado 7 de enero.
Cierran filas por soberanía de Panamá sobre el Canal
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha reaccionado a las amenazas de Trump y proclamó que “cada metro cuadrado del Canal de Panamá y sus zonas adyacentes es de Panamá y lo seguirá siendo. La soberanía e independencia de nuestro país no son negociables".
El amago del republicano ocasionó un consenso notable al interior de la nación centroamericana. Partidos opositores, expresidentes, líderes de opinión y empresarios se han pronunciado por la defensa de la soberanía panameña sobre el Canal. Desde el 21 de diciembre, las protestas de panameños se han hecho presentes bajo la consigna “el canal es de Panamá”.
Pero la solidaridad no se queda ahí, presidentes Latinoamericanos como Gustavo Petro, de Colombia, o la presidenta Claudia Sheinbaum, también manifestaron su respaldo a Panamá. En Asia, la portavoz de la Cancillería china, Mao Ning aseguró que China siempre ha respetado y respetará la soberanía panameña.
“Recuperar el Canal no es una necesidad real para Estados Unidos, sobre todo en el contexto geopolítico actual en el que el país tiene muchos más intereses en otras partes del mundo (...) más allá de estos momentos tensos, las relaciones bilaterales evolucionarán hacia un enfoque más cooperativo, por la importancia del canal como un bien común para la estabilidad no solo regional, sino también internacional”, concluyó el Dr. Peña.
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