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El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) informó que los daños que puede causar la ceniza volcánica dependen de la distancia a la que uno se encuentre del cráter, y del espesor de la ceniza depositada en las superficies.
Las cenizas son partículas producidas por fragmentación de las rocas durante las erupciones y tienen un tamaño menor a 2 mm. Sus efectos pueden pasar inadvertidos y durar por mucho tiempo, incluso después de que la erupción haya terminado.
La ceniza por sí misma no es tóxica, pero si se ve en el microscopio se puede observar que está formada por fragmentos muy finos de roca parecidos al vidrio molido, por lo que es corrosiva e irritante, por lo que debe evitarse su aspiración y su ingestión, recomendó.
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La ceniza acumulada sobre techos genera una sobre carga y puede provocar su caída si son poco resistentes y si se humedece o se moja. Para evitar su caída, debe evitarse entonces la acumulación de ceniza en techos, barriéndola y guardándola en bolsas, ya que tirarla a la calle puede causar obstrucciones serias al drenaje. Esta ceniza puede posteriormente incorporarse a suelos de jardines o macetas ya que es benéfica para las plantas, dio a conocer el Cenapred.
Síntomas al exponerse a la ceniza
También advirtió que si la exposición a la ceniza es frecuente puede ocasionar irritación aguda de ojos y vías respiratorias; conjuntivitis irritativa o abrasiones a la córnea.
Además de trastornos gastrointestinales, severas formas de agotamiento respiratorio, hipersecreción preexistente de moco, así como potencial de desarrollar enfermedades obstructivas.
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El Cenapred exhorta a la población a cubrir nariz y boca con un cubrebocas o pañuelo húmedo, limpiar ojos y garganta con agua pura. Permanecer, si es posible, dentro de casa.
Evitar que los niños y adultos mayores entren en contacto con el polvo volcánico. Además de que se tiene que cubrir los depósitos de agua para que no se contamine.
ll/vcr