Metepec.— El albergue Hermanos del Camino espera un mayor flujo de migrantes al detenerse el sistema de trenes que va al norte del país, afirmó Armando Vilchis Vargas, fundador de la casa que da cobijo temporal a familias provenientes de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
“Ellos ahora migran por hambre, más que por el sueño americano” y a diferencia de años anteriores en que buscaban llegar a Estados Unidos, ahora 50% quieren quedarse en México, indicó Vilchis Vargas, director de la casa de migrantes que opera desde hace 13 años en Metepec, municipio mexiquense.
Actualmente, el albergue atiende a cerca de 70 migrantes, entre ellos unos 25 niños, debido a que cada vez es mayor el número de menores que llegan a México. “Las señoras en sus países ya no aguantan la pobreza”, por ello migran con sus hijos, afirmó el activista.
“¡Vienen por hambre!”, ya no viajan por el sueño americano, porque en sus países de origen ya no tienen que comer, lamentó.
De acuerdo con lo señalado por el encargado de este refugio, el paro de los ferrocarriles va a aumentar la estancia de migrantes en la zona centro y sur del país, ya que se está deteniendo el flujo migratorio hacia Estados Unidos. “Ahora están buscando dónde quedarse, especialmente en plazas públicas y albergues, es algo crítico”.
“Este albergue opera sin ayuda de los gobiernos municipales, estatales ni federales, antes sí había presidentes municipales sensibles que ayudaban a los migrantes, ahora no, no tenemos ayuda ni de Derechos Humanos. Por ejemplo, la titular de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, Myrna García Morón, tiene al menos un año en el cargo y no sabe que este albergue existe, no lo conoce, no ha venido a ver a los migrantes, no sabe qué son los migrantes y menos los migrantes pobres, tiene un elefante blanco”, subrayó.
Vilchis Vargas relata que han tenido que realizar colectas para poder pagar los servicios básicos, como luz, agua, gas.
Debido a que carecen de apoyo de las autoridades, el responsable del albergue solicita el apoyo de la sociedad para contribuir con alimentos como aceite, café, azúcar, galletas, arroz, frijoles y comida enlatada, refiere que hay migrantes que llegan desnutridos, hambrientos, deshidratados. “Hemos llegado a tener 130 migrantes, lo que ya es una crisis, porque se forman filas para el baño, para bañarse, para comer”, señaló.
Al llegar a este albergue ubicado en la colonia Pilares en Metepec, “muchos migrantes se van a trabajar temprano, vienen por ellos algunas camionetas para [trabajos de] mudanzas, fabriquitas, para la construcción, para poder cubrir sus gastos”, comentó el activista.
Queremos llegar a Texas
“Llevamos un mes y siete días en este albergue”, en espera de la cita que realizaron por medio de CBP One, una aplicación telefónica, explicó con esperanza Rafael, migrante cubano, en compañía de su esposa Odali y su hija de 14 años.
En Cuba, Rafael era operador de un tractor, la pequeña estudiaba el noveno grado y Odali era trabajadora del hogar; ahora viajan en un grupo integrado por tres mujeres y cuatro hombres hacia Estados Unidos.
Salieron de Cuba el pasado 9 de agosto y quieren llegar a Texas, para poder trabajar y tener una mejor vida, expresaron.