Toluca, Méx.— El sexto y último informe de Alfredo del Mazo Maza como gobernador del Estado de México marcó el fin de una era de casi 100 años en la que el PRI retuvo el gobierno y el control político en la entidad.
Fue una ceremonia solemne con más de 500 invitados, en la que el mandatario estatal enumeró los resultados de su administración y ensalzó su legado.
Lo que se vivió este lunes en el Palacio de Gobierno fue una ceremonia donde destacó la presencia de los morenistas, incluyendo la gobernadora electa, Delfina Gómez, aderezada con la presencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien estuvo acompañado de la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, quien llegó media hora tarde, cuando ya hablaba Del Mazo, pero no fue la última, pues el extitular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto, y su esposa, la consejera electoral Carla Humhprey, llegaron 10 minutos después.
No sólo fue la asistencia del Presidente de la República a terrenos que históricamente pertenecían al PRI y al grupo Atlacomulco, también sus gestos, aplausos y la deferencia de acudir a un informe, algo que ni siquiera ha hecho con los gobernadores de su mismo partido.
Durante su mensaje, que se extendió por 68 minutos, Del Mazo destacó lo duro que fue para su gestión, primero, el sismo de 2017, casi al tiempo en que asumió su cargo y después la pandemia de Covid-19.
Indicó que a pesar de los desafíos, deja un mejor Estado de México: “más justo, más fuerte y más equitativo”. Durante un recorrido por sus logros en seis años, destacó el programa Salario Rosa como uno de los principales apoyos enfocados a mujeres y Familias Fuertes, que se otorgó a personas en condiciones de vulnerabilidad.
El gobernador indicó que uno de los legados de la actual administración estatal es el fortalecimiento de la democracia mexiquense y sus instituciones, lo cual se reflejó el 4 de junio, fecha en la que en un clima de paz la ciudadanía se expresó por medio del voto y las autoridades electorales actuaron con transparencia y eficacia para garantizar la integridad del proceso electoral.
El mandatario destacó que en este proceso las fuerzas políticas actuaron con responsabilidad, reconociendo las condiciones de diálogo, tolerancia y libertad que se viven en territorio mexiquense y que se materializaron con el respeto del voto de la mayoría.
Alfredo del Mazo agradeció a los mexiquenses por su confianza para permitirle gobernar y al Presidente de México, con quien “durante cinco años caminamos juntos, avanzamos de manera coordinada y compartimos el compromiso de trabajar por el Estado de México”.
Al concluir su mensaje, el gobernador caminó hacia el Titular del Ejecutivo federal, con quien se fundió en un abrazo e intercambió algunas palabras. Luego besó y abrazo a su esposa y a sus hijos. Ambos mandatarios salieron juntos del recinto.
Antes, en Palacio Nacional, López Obrador dejó abierta la posibilidad de que el político mexiquense pueda integrarse al gobierno federal. “No sabemos qué decida Alfredo del Mazo hacia adelante y con nosotros tiene muy buena relación”, dijo.
Con información de Alberto Morales y Eduardo Dina