En la ciudad de Roma, esta semana comenzó a aplicarse una nueva ley que prohíbe a los turistas y locales sentarse en lugares protegidos como la Fontana di Trevi o las Escaleras de la Plaza de España. Si no haces caso, podrías terminar pagando una multa de 250 euros (5 mil 437 pesos, aproximadamente). Y, si el patrimonio se ensucia o se daña, la cantidad podría elevarse hasta los 400 euros (8 mil 700 pesos).
Esta ley fue aprobada el 6 de junio, pero no había entrado en vigencia hasta ahora. Policías con chalecos amarillos se encargan de avisarle a las personas sobre las consecuencias por tomarse una selfie.
Sentarse
no es el único comportamiento prohibido que se paga con multa. A partir de ahora, los viajeros tampoco pueden comer de manera “desordenada” cerca de los monumentos, meterse a las fuentes (sí, hay personas que lo hacen), arrastrar maletas con ruedas por las escaleras históricas y hasta pasear con el pecho descubierto, explica The Guardian. Todo esto, para cuidar y respetar los sitios.
Por supuesto, no todos están de acuerdo. “Proteger un monumento está bien y obviamente no deberías comer ahí, pero prohibir sentarse es realmente excesivo”, opinó Vittorio Sgarbi, antiguo ministro de cultura. Incluso consideró que las medidas son “de estilo fascista”.
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Las famosas escaleras, compuestas por 135 peldaños, fueron construidas en el siglo XVIII como acceso desde la Plaza de España hacia la Iglesia de Trinità dei Monti.
La Fontana di Trevi es una obra de estilo barroco y data de 1762. Tomó tres décadas construirla, a partir de un diseño del arquitecto Nicola Salvi.
Se dice que si arrojas una moneda en su interior, algún día regresarás a Roma.