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Chihuahua, Durango y Coahuila comparten la Reserva de la Biósfera Mapimí, una joya natural del desierto. Justo ahí, se extiende la Zona del Silencio, un valle cargado de misterios, leyendas y enigmas, pero tamién de atractivos naturales.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el doctor Benjamín Palacios, fundador y director general del Complejo Ecoturístico Zona del Silencio, nos compartió los atractivos y detalles de este asombroso destino.
¿Cuál es la historia de la Zona del Silencio?
Benjamín Palacios, nacido en el corazón de la Zona del Silencio, nos cuenta que durante su infancia y adolescencia le tocó vivir todos los eventos que hicieron famosa a la región.

Relata que a mediados de los años 60, el ingeniero Harry de la Peña y otros trabajadores de PEMEX acudieron al lugar buscando reservas de petróleo y gas.
Se dice que descubrieron que las ondas electromagnéticas se alteraban sin explicación, dejando inservibles los radios de comunicación: de ahí, el origen de su nombre: ‘Zona del Silencio’, acuñado por el propio de la Peña.
“En mi casa materna estaba instalada la caseta de Teléfonos de México donde los ingenieros de Pemex se daban cita para hacer llamadas telefónicas. Ellos platicaban con mi mamá y mi papá de lo que observaban en la región [...] yo pude estar en contacto con él (Harry de la Peña) en la infancia”, dice el doctor Palacios.
La Zona del Silencio ha sido impactada por una gran cantidad de meteoritos como el Allende en 1969, el Chupaderos I, Chupaderos II, El Morito, Zacatecas y La Concepción; varios de ellos expuestos en el vestíbulo del Palacio de Minería en la Ciudad de México.

Pero quizá, el suceso más relevante se dio el 11 de julio 1970 con la caída del cohete Athena. Palacios recuerda que este artefacto de la NASA, en vez de llevárselo a Nuevo México, “por una extraña razón fue ‘jalado’ 1,200 kilómetros hasta el corazón de la Zona del Silencio”.
Días después llegó un tren ‘cargado’ de científicos de la NASA, “encabezados por Wernher von Braum, un ingeniero aeroespacial estadounidense”, para recoger los restos del Athena. Duraron 28 días haciendo investigaciones.
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Palacios asegura que “hay un efecto de electromagnetismo que dificulta la propagación de ondas de radio y televisión, y actúa como potente imán que atrae los cuerpos celestes”.
¿Cómo es la Zona del Silencio?
La Zona del Silencio es una vasta región desértica, con climas extremos: mucho calor en el día y mucho frío por la noche.

Hay amplias llanuras y valles muy abiertos, describe el fundador del complejo ecoturístico.
“La flora es muy ‘baja’ (casi inexistente). Principalmente hay cactáceas: peyotes, pitahayas, biznagas, candelillas, huevos de toro, otillos, palma, palmillas, magueyes, nopales, chaparrales de mezquite, huizaches, palos verdes”, menciona.
Por sus características, Benjamín menciona que es un valle tan grande que se pueden ver las salidas y puestas tanto del Sol como de la Luna, pues hay cerros muy lejanos y nada obstruye la visibilidad.
Excursiones a la Zona del Silencio
El Complejo Ecoturístico Zona del Silencio es un rancho de unas 320 hectáreas, a unos 40 kilómetros del ‘corazón’ del sitio. Desde este complejo parten las excursiones para conocer algunos de los puntos más emblemáticos.

Se incluye el Cerro Tetas de Juana, “la mera entrada a la región de la Zona del Silencio”. Es el punto exacto donde el misterio inicia: las señales de telecomunicación comienzan a perderse.
- Durante los recorridos, hay anécdotas e historias de los lugares.
Un guía te lelva al corazón de la Zona del Silencio, un escenario desolado. Cerca, se visitan unas minas de mercurio abandonadas. También se pasa por una de las locaciones de la película 'Silencio', de Lorena Villarreal, estrenada en 2018.
También te llevan al Cerro de San Ignacio, un tramo de sierra conocido como las Lomas de las Brujas, donde “los rayos (solares) se alojan durante verano, y, en invierno, durante las heladas las energías se liberan y parecen bolas de lumbre, como chispazos”, relata Palacios.
A unos cuantos metros se detienen en el lugar exacto donde, de acuerdo con la bitácora de Harry de la Peña, le dio el nombre: Zona del Silencio.
A unos metros se encuentra el Cerro de la Damiana y una franja “de unos 200 metros de ancho y 700 de largo donde hay muchos huesos: el cementerio de las reses”, donde el ganado vacuno viejo o enfermo acude solitaria e inexplicablemente a morir.
Cerca, visitas las entrañas de la Hacienda de los Remedios, edificada en el porfiriato. Aunque hoy está en el abandono, le da un toque fantasmal y un tanto tétrico.
- Esta zona fue escenario de la Primera y Segunda Batalla de Rellano (durante la Revolución), la cual enfrentó a las tropas gubernamentales de José González Salas y los ‘rebeldes’ comandados por Pascual Orozco.
A unos minutos en auto de la hacienda y en las faldas de la Sierra de los Remedios, hay cuevas que hay que incluir en el itinerario de viaje: el Ojo de la Cueva, una oquedad natural donde hay aguas termales de hasta 45 °C y otra cavidad más, que en su interior resguarda pinturas rupestres “que corresponden a la tribu de los tobosos”, menciona Palacios.
¿Qué hacer en el Complejo Ecoturístico Zona del Silencio?
Dentro del Complejo Ecoturístico Zona del Silencio hay distintas atracciones, como el Santuario Hikuri, una especie de jardín botánico con plantas nativas, dispuestas en figuras geométricas “como lo hacían los nativos americanos”.

También hay madrigueras de las tortugas de Mapimí (o tortuga del Bolsón), una especie endémica de la Reserva de la Biósfera Mapimí.
Por las noches, la principal actividad es el avistamiento de cielos despejados, pues en la región no hay contaminación lumínica.
Con este fin se organizan fogatas y se puede hacer el uso de un telescopio de 12 pulgadas en el Centro de Observación Astronómica Las Pléyades (dentro del complejo), a cargo de Isaac Ramos Chavira, expresidente de la Liga Astronómica de Chihuahua.
“En este valle no hay absolutamente nada de contaminación lumínica ni humedad por el clima tan seco. No hay nada que distorsione la visibilidad y a simple vista se ve pasar la Estación Espacial internacional, los satélites, aviones comerciales, del ejército no sabes que no te explicas qué son”, según Palacios.
El complejo tiene su propia cocina “de comida casera y regional” donde puedes degustar burritos norteños y alimentos auténticos “sin límite”.
A la hora de dormir, hay habitaciones compartidas tipo hostal dentro de una construcción de adobe, 3 áreas de campamento y camas colgantes.
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¿Dónde está la Zona del Silencio?
De acuerdo con Benjamín Palacios, la Zona del Silencio abarca 55,000 hectáreas y está delimitada por la Sierra Mojada (Coahuila), el Cerro San Ignacio (Durango) y el Cerro Tetas de Juana (Chihuahua).
La ciudad más cercana es Torreón, a unas 4 horas en auto. Desde Chihuahua son casi 6 horas.

El Complejo Ecoturístico Zona del Silencio está exactamente en el kilómetro 154 de la autopista que conecta Jiménez con Gómez Palacio, entre las localidades de Ceballos, Durango y Escalón, Chihuahua.
¿Cuánto cuesta ir a la Zona del Silencio?
El Complejo Ecoturístico Zona del Silencio ofrece 3 planes tipo todo incluido (comida, hospedaje y actividades guiadas):
- 3 días y 2 noches: $3,800 por persona.
- 2 días y 1 noche: $3,100 por persona.
- 1 día: $2,100 pesos por persona.
También ofrecen transporte redondo desde Torreón y Chihuahua con un costo extra de $900 pesos por persona.
Más información al WhatsApp: (614) 130 7464 o en Facebook “Complejo Ecoturistico Zona del Silencio”.
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