Si algo tiene de malo el Hotel Xcaret Arte es que te vas a “echar a perder”. Por corta que sea tu estancia, resulta muy fácil acostumbrarse al jacuzzi en la habitación, a la comida gourmet ilimitada y al río de color esmeralda donde puedes nadar el tiempo que quieras. Después de regresar a casa vas a sentir nostalgia cuando veas tu galería de fotos (que estará repleta de nuevos elementos) y te tomará varios días quitarte la idea de que cualquier cosa que necesites estará a tu alcance con solo mandar un mensaje a tu mayordomo desde el teléfono.
No te voy a negar que se trata de un alojamiento costoso. Tras una búsqueda sencilla en su sitio web oficial, la habitación más “económica” tenía una tarifa de 12 mil pesos por noche para dos personas. ¿Qué es lo que obtienes a cambio? Eso es lo que te platicaré a continuación. El Universal Destinos pasó algunas noches en este nuevo hotel, y así es la experiencia.
Foto: Cortesía
La primera impresión
Localizado a 20 minutos de Playa del Carmen, Arte es el segundo hotel que Grupo Xcaret estrena en Riviera Maya. Aunque tiene rasgos en común con su predecesor, hay dos cosas que te ayudan a distinguirlo rápidamente: esta propiedad es solo para adultos y ofrece talleres de arte para todos sus huéspedes.
Para ubicarte en el complejo, lo primero que debes saber es que sus habitaciones están distribuidas en cinco diferentes edificios: Casa de la Música, del Diseño, de la Paz, de la Pirámide y de los Artistas. Cada uno tiene su propio tema, beneficios o encanto. Por ejemplo, las suites que están en la Casa de la Paz están más cerca del spa y las de Artistas están ubicadas frente al mar (por eso es la sección más lujosa del hotel).
Después de que te recogen en el aeropuerto para transportarte a bordo de una camioneta, cuando entras al hotel una persona te conduce hasta el edificio que le corresponde a tu suite. Para que no hagas fila, cada edificio tiene su propio lobby donde haces check-in en privado; ahí mismo te ponen la pulsera de huésped, que sirve como llave de tu habitación y pase de acceso a todos los parques de Xcaret.
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Atención a los detalles
Al entrar a tu suite, el jacuzzi y la terraza con hamaca compiten para ganar tu atención primero. Sin embargo, son apenas la primera de varias sorpresas que te esperan. En primer lugar, tómate un momento para apreciar las artesanías y objetos de diseño que decoran tu espacio: desde la lámpara en forma de caracol y la silla que simula un caballete con lienzo, hasta los finos textiles de los cojines.
Cada habitación posee una pieza única; en mi caso, la pared tenía un cuadro con el bordado que una familia mexicana se tardó un año en concluir.
Con una tablet puedes pedir servicios a la habitación, y desde un tablero junto a tu cama controlas las luces o aire acondicionado. También hay un botón para indicar el “no molestar” afuera de la suite y una verdadera rareza en el baño: frente al espacio del inodoro, que mira hacia el exterior de la habitación, hay una pared de cristal opaco que se vuelve transparente con el toque de un botón; tal vez no lo vayas a usar, pero por alguna extraña razón será una de las primeras cosas que contarás.
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El día de tu llegada, en la mesa te dejan una muñeca Lele (sí, como la artesanía de origen otomí) hecha de chocolate. Muchos huéspedes no se la comen por no querer “destruirla”, pero vale la pena probarla. Además, todos los días surten una canasta de dulces mexicanos que están incluidos en tu estancia.
Para que estés más cómodo, el armario está equipado con pantuflas, bata de baño, una bolsa de playa de regalo y un kit de productos que tal vez olvidaste en casa, como peines o cepillo de dientes; todas las amenidades, incluyendo el gel antibacterial, el shampoo y el enjuague bucal, son orgánicas.
Hay suites que dan hacia las albercas, a la selva, al río que pasa por el hotel y al mar. En las más lujosas es posible hallar comodidades extra, como acceso directo al agua o una tina de piedra volcánica en la terraza.
Pocos minutos después de que llegas a tu habitación se presenta contigo tu mayordomo. Es decir, la persona que puede ayudarte con reservaciones para cenar, resolverte dudas, prepararte un baño de burbujas o acompañarte a cierta sección del complejo a donde no sepas llegar (créeme, al menos una vez te vas a perder). Para pedirle algo tienes que mandarle un mensaje de WhatsApp.
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Olvídate de la báscula
Si anteriormente te has hospedado en un hotel “todo incluido”, tal vez ya estás familiarizado con la idea de tener varios restaurantes internacionales como opción de comida durante la estancia. En este lugar la apuesta se lleva más allá, con restaurantes de propuestas fuera de lo común, menús degustación y decoraciones realmente hipnotizantes.
Uno de los imperdibles es Chino Poblano que, como su nombre lo indica, combina elementos y platillos de Puebla con la cocina china; sin duda, la estrella de su menú creado por el chef Jonatan Gómez Luna, es el pato laqueado con mole poblano. Además, su techo de talavera es uno de los espacios interiores más bonitos del hotel.
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Otra propuesta destacada es Kibi-Kibi, restaurante de fusión yucateca y libanesa a cargo del chef Roberto Solís; es exclusivo para los huéspedes de Casa de los Artistas. Su estética es única, con muros que recuerdan la arquitectura de Medio Oriente, urdimbres enormes separando las mesas y candelabros artesanales.
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Entre los nueve restaurantes incluidos hay una propuesta del chef Paco Méndez, quien fue reconocido con una estrella Michelin en Barcelona. Sin embargo, no es necesario acudir a un restaurante específico para tener una experiencia gastronómica interesante. Por ejemplo, en el buffet principal del hotel, Mercado de San Juan, encuentras un verdadero festín de antojitos mexicanos: tacos de cochinita, quesadillas al comal, pozole, barbacoa, pan dulce (ofrecido por un señor con una canasta) y churros, son solo algunos de ellos.
Si por la noche quieres ir a un lugar de ambiente, busca la Cantina Vi.Ai.Py, del chef Alejandro Ruiz. Hay música en vivo, baile y un delicioso menú de platillos oaxaqueños.
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En el hotel también hay un lugar “secreto”, un elegante bar speakeasy dedicado al jazz. Para que lo visites, lo único que te puedo decir es que por la noche busques un puesto de tacos dentro de la propiedad (totalmente auténtico y en funcionamiento), a partir de ahí no es difícil encontrarlo. Lo único que supera la emoción de haberlo hallado es la confusión de que un lugar tan espectacular pueda estar tan bien escondido.
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Sé artesano y sibarita
Muy probablemente ya sabes que cuando te hospedas en el hotel tienes acceso ilimitado a todos los parques y tours de Grupo Xcaret. Aun así, el alojamiento tiene su propio encanto, lo suficiente como para que decidas quedarte sin salir al menos un día.
En primer lugar están los talleres de arte, que le dan su esencia al lugar. La mayoría están abiertos para todos los huéspedes y puedes, por ejemplo, aprender a trabajar con cerámica, a tejer en telar o simplemente mejorar tus pasos de baile.
Yo participé en un taller de cerámica, que dura aproximadamente dos horas. En una cómoda sala con lámparas armadas con jarritos de barro, un artesano profesional te enseña a elaborar tu propia pieza decorativa, puede tratarse de una taza, un alhajero o cualquier cosa que se te ocurra. Si no eres muy hábil decorando lo mejor es apegarte a los moldes, aunque nadie te va a juzgar si decides intentar algo distinto y te ves obligado a corregir mucho.
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Cada casa tiene su propia terraza con vista panorámica, y ninguna es exactamente igual al resto. Una de ellas tiene alberca con sistema de sonido debajo del agua (tienes que sumergirte para escucharlo) y otra dispone de tipis con camastro, fotogénicos y cómodos. La terraza de la Casa de los Artistas es la más destacada, por su piscina con sección transparente; si quieres añadir a tu Instagram una foto de este rincón debes hospedarte en el edificio de los Artistas.
Además de las albercas en cada terraza y la principal (al centro del resort), tienes la opción de nadar un ratito en el río o en el mar. La playa del hotel es una de las pocas en el Caribe mexicano a donde el sargazo rara vez llega, durante mi estancia el agua siempre lució sus naturales tonos de azul turquesa. Por otro lado, el río casi siempre está vacío, perfecto para nadar en total soledad; eso sí, es obligatorio usar chaleco salvavidas.
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A partir de la roca caliza que caracteriza al suelo de la Península de Yucatán, se creó el spa del Hotel Xcaret Arte. Las cabinas de tratamiento y las albercas de hidroterapia se encuentran en el interior de cuevitas. El spa cuenta con sauna, baño de vapor y un cuarto de hielo.
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De vez en cuando, en las instalaciones del hotel se llevan a cabo pequeñas muestras artísticas esporádicas; no hay un horario establecido, pero seguramente durante tu estancia encuentras alguna. Puede tratarse de un artista de la pintura entre los pasillos, un conjunto musical en la zona de alberca o un grupo de bailarines.
Medidas de bioseguridad
Estas son algunas de las medidas que se están aplicando en el Hotel Xcaret Arte para prevenir contagios de Covid-19.
-Antes de subir al transporte del aeropuerto al hotel, te dan gel antibacterial; también rocían tu ropa, calzado y maletas con sanitizador.
-Cuando llegas al hotel, te dan un pequeño kit de sanitización que incluye gel.
-El uso de cubrebocas se extiende no solo entre los empleados sino con los huéspedes, excepto a la hora de nadar.
-El buffet es asistido.
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-Para los traslados del hotel a los parques, se repite el proceso de sanitización que ya mencionamos.
-Entre las filas de asientos de los autobuses hay pantallas de plástico, para aislar un poco más a los ocupantes.
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*Nota: las tarifas del hotel varían por temporada y por habitación. También es posible que encuentres precios distintos en buscadores de alojamiento.
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