Por más de mil años, , conocida como la ‘ciudad de los mil santuarios’ fue la capital de Japón. Es uno de los puntos culturales más auténticos y tradicionales del archipiélago.

En –noviembre y diciembre–, su abundante naturaleza se colorea de intensas tonalidades naranjas y rojizas. Pocos sitios del mundo ofrecen tal espectáculo.

Te proponemos una guía de sitios y experiencias imperdibles en esta temporada.

¿Qué es el momiji?

Es una palabra japonesa que se traduce como ‘hojas de otoño’, particularmente las de los arces japoneses.

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Momijigari o ‘caza de hojas otoñales’ es la actividad popular entre los locales que visitan distintos puntos de la ciudad para contemplar el cambio de color del follaje que, en su pico más alto, alcanza las tonalidades naranjas y rojizas intensas.

¿Y koyo?

Aunque los términos momiji y koyo son muy similares, este último hace referencia a diferentes tipos de árboles (como el gingko o nanakamado) que también cambian el color de sus hojas a tonos naranjas y amarillos.

Foto: Kyoto Tourism
Foto: Kyoto Tourism

¿Cuándo ir a Kioto para admirar el momiji?

Aunque el cambio de color en el follaje depende de ciertas condiciones climáticas, la mejor temporada para contemplar las tonalidades más brillantes va de mediados de noviembre hasta las dos primeras semanas de diciembre.

Monitoreo del cambio de color

Más o menos, en la última quincena de septiembre, la Asociación Meteorológica de Japón (JWA) publica el monitoreo en tiempo real del cambio de color de las hojas, así como las fechas previstas para los días ‘pico’. Es una buena herramienta para planear tu viaje.

  • Visita las páginas: tenki.jp y jwa.or.jp/english

Templo Kiyomizu-dera

Es uno de los mejores escenarios para contemplar el bosque otoñal.

El ‘templo del agua pura’ fue fundado en el año 778 en las colinas al este de Kioto, aunque sus edificios actuales son del siglo XVII.

Foto: iStock
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Es un conjunto de jardines y santuarios budistas, pagodas, estatuas, salones y monumentos.

El mejor mirador es el balcón de su edificio principal, sobre un entramado de madera a 13 metros de altura que ofrece una de las mejores vistas a la ciudad y al vibrante follaje.

  • En 1994, el templo Kiyomizu-dera fue incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad.

Un espejo de otoño

En las faldas del monte Hiei, Rurikoin era la villa de Sanjo Sanetomi, un noble de la corte imperial en el periodo Meiji (siglo XIX). En los años treinta fue remodelada y convertida en un templo budista que solo abre en primavera y otoño.

Foto: iStock
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De estilo sukiya —clásica arquitectura residencial japonesa—, cuenta con tres bellos jardines y un increíble efecto óptico en el segundo piso del salón principal, pues los árboles se reflejan casi perfectamente sobre una mesa y sus pisos de madera pulida.

  • Sitio web: rurikoin.komyoji.com

Bosque de Arashiyama

Es una de las zonas turísticas más populares de Kioto y un sitio perfecto para el momijigari, debido a sus montañas arboladas que se tapizan de colores vibrantes.

No te puedes ir sin ver estas panorámicas al cruzar el pintoresco puente Togetsukyo (de 155 metros de longitud), que terminó de construirse en 1934 sobre el río Katsura.

Foto: iStock
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También hay varios templos en medio de esta naturaleza, un enorme bosque de bambú y embarcaderos para abordar cruceros que recorren los ríos Oi y Katsura.

Camino de la Filosofía

En el barrio de Higashiyama, entre los templos Eikando y Ginkakuji, en el siglo XIX se construyó el Tetsugaku no michi (literalmente ‘Camino de la Filosofía’).

Es un sendero de aproximadamente 2 kilómetros, rodeado por cientos de arces y otros árboles, que sigue el cauce de un canal de agua.

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Se nombró en honor al filósofo y profesor Nishida Kitaro, quien solía caminar diariamente por la zona para reflexionar.

Túnel del momiji

Incluye este paseo: cerca del Palacio Imperial, parte el tren eléctrico Eizan con dirección al monte Kurama, donde nació el reiki, medicina alternativa japonesa.

En el trayecto atraviesa un paisaje montañoso y, entre las estaciones Ichihara y Ninosa, tienes ante tus ojos un ‘túnel’ cromático, hecho por las ramas de los arces japoneses.

  • Sitio web: eizandensha.co.jp/en

Iluminaciones nocturnas

En Kioto, durante las noches otoñales, algunos templos y jardines son iluminados para crear una atmósfera mágica y resaltar los colores del momiji.

Foto: Kyoto Tourism
Foto: Kyoto Tourism

Un par de ellos son el Kodaiji, fundado en el año 1606 en las colinas de Gion, en honor al soberano feudal Toyotomi Hideyoshi; y Toji, el único templo en pie del periodo Heian (siglo VIII), muy famoso por su pagoda de casi 54 metros de altura, la estructura de madera más alta que hay en Japón.

  • Sitios web: kodaiji.com y toji.or.jp

Geishas y procesiones

En el tradicional barrio de geishas Kamishichiken, en los primeros cinco días de octubre se celebra el festival Zuiki Matsuri para agradecer las buenas cosechas y darle la bienvenida al otoño.

Foto: iStock
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Desde el santuario Kitano Tenmangu, tesoro nacional de Japón, pasan desfiles con mikoshis (altares móviles) decorados con verduras.

Se ofrecen ceremonias y danzas tradicionales a cargo de geishas y maikos (aprendices de geishas).

¿Cómo llegar a Kioto?

La aerolínea All Nippon Airways ofrece vuelos sin escalas (15 horas) de CDMX a Tokio. Boleto redondo desde los 28,000 pesos por persona.

Una vez en Tokio, aborda el tren bala de la línea Tokaido Shinkansen; en un par de horas estarás en Kioto. Boletos desde 13,320 yenes (1,685 pesos) por persona.

  • Sitios web: ana.co.jp/es/mx/ y smart-ex.jp/en/lp/app/

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