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El pasado de Baviera se remonta a los primeros asentamientos establecidos por celtas y luego conquistados por los romanos . Pero fue hasta mediados del siglo XII de nuestra era cuando el duque Enrique el León fundó Múnich , la ciudad que hoy ostenta el título de capital de Baviera .
A pesar de figurar como uno de los más importantes y vanguardistas núcleos urbanos e industriales de Alemania , Múnich preserva gran parte de sus tradiciones y el rico patrimonio artístico heredado de la dinastía Wittelsbach .
Para familiarizarte con su esencia, camina por su casco histórico, donde está la animada plaza Marienplatz , el antiguo y nuevo ayuntamiento , la iglesia de San Pedro (decana de la ciudad), la famosa cervecería Hofbräuhaus y el típico mercado Viktualienmarkt, convertido en referente de la escena gastronómica local. No lejos de aquí está el Museo Alemán , el mayor del mundo dedicado a la ciencia y tecnología.
(Foto: iStock)
El distrito del arte, o Kunstareal , amerita al menos un día de visita . Imperdibles resultan la Gliptoteca , las pinacotecas Antigua , Nueva y de Arte Moderno , además del Lenbachhaus -cuna del movimiento Blau Reiter, origen del arte abstracto-, cuyo acervo incluye una amplia colección de obras de Kandinsky y Klee .
Si te apasionan los autos , ni siquiera tengo que sugerirte que vayas al Museo BMW y admires el emblemático edificio BMW Welt (icono del Múnich moderno), ¿cierto?
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Tampoco dejes ir al Palacio de Nymphenburg , la antigua residencia veraniega de los príncipes bávaros, y al Englischer Garten , un extenso parque -muy concurrido por locales y turistas - desde donde comienzas un paseo que concluyes en la Residencia, el antiguo palacio de los Wittelsbach . Debes hidratarte, así que ve por una cerveza y disfrútala en alguna terraza al aire libre.
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Para ir de compras en la zona, las calles de Ludwigstrasse y Maximilianstrasse están llenas de exclusivas boutiques , tiendas y galerías de antigüedades.
Glockenbachplatz
, Gärtnerplatz y Müllerstrasse son recomendables alternativas para quienes buscan ambiente, fiesta y buena comida.
Si vas entre septiembre y octubre no te pierdas la experiencia del Oktoberfest , el festival de cerveza más famoso del mundo , que se realiza desde 1810.
Aprovecha tu estancia para programar un recorrido guiado a Dachau (a media hora en autobús); es, junto con Auschwitz , uno de los campos de concentración más representativos de la era nazi. A 130 kilómetros de la ciudad, se levanta el hermoso Castillo de Neuschwanstein . Vale la pena el trayecto para poder admirar esta obra de cuento de hadas con tus propios ojos y no solo en fotos .
PARA DORMIR
Fino, con clase y céntrico. Las suites con vistas a la ciudad son las mejores. Neuturmstrasse 1. www.mandariloriental.com
PARA COMER
Relajado pero sofisticado espacio que reúne bar, grill, café y delicatesen. Para una experiencia gourmet , acude a Alois, su hermano menor en el piso de arriba. Dienerstrasse 14-15.
Cocina japonesa con influencia peruana y el sello del aclamado chef Nobuyuki Matsuhisa, dentro del Mandarin Oriental .
Un clásico de elegante ambiente y pionero de la cocina contemporánea en Alemania . Notable cava. Johann Fichte Strasse 7.