El Tabacalera Jazz Club se ha vuelto una de las fechas favoritas para los melómanos y, si no te habías enterado, ya llegó la primera temporada del año. Así que, prepara los viernes y el esqueleto para que lo muevas al ritmo de la música.
No puede haber mejor escenario que el Monumento a la Revolución , mejor aún si es de noche, para este festival de jazz que le da la oportunidad a músicos mexicanos de mostrar sus propuestas y nuevos materiales discográficos.
(Foto: Flickr/Bex Walton)
La temporada inició el 11 de mayo (sí, ya nos perdimos de dos), pero acaba el 8 de junio , lo que nos da la oportunidad de disfrutar de tres presentaciones más. Aquí te decimos quiénes serán.
El 25 de mayo se presenta Tania Guzmán , una intérprete mexicana que combina neo soul, R&B, funk y jazz. Algunos de sus temas imperdibles que seguro escucharás es ‘vida Mía’, ‘Manos’ o ‘Me Gusta Pintar’.
(Instagram/Tania Guzmán)
Para el primer día de junio, los poblanos de Piña Trío (y no son pariente de Celso Piña), se encargarán de ponerle ritmo a la noche con sus sonidos de jazz, funk, drum ‘n’ bass y jungle, los cuales son notorios en su albúm Contabasco del 2017 en el cual resaltan temas como 'Ceda el Paso', 'Alejandra' o 'Regreso a Casa'.
(Instagram/Piña Trío)
Para cerrar la temporada con broche de oro, Fiusha , una agrupación que inició en 1999, llenarán el ambiente con su jazz y funk con ciertas influencias en el hip hop. Algunas canciones que seguro escucharemos serán 'Funk da Power', 'Let it Play', 'Come With Me' y, tal vez, la colaboración que hicieron con Mon Laferte en 'Un solo hombre no puedo tener'.
(Instagram/Fiusha)
Todas las presentaciones son a las 20:00 horas, pero desde las 19:00 horas se empiezan a repartir las entradas. Como el Museo Nacional de la Revolución (en el interior del monumento) es de cupo limitado, te recomendamos llegar una media hora antes.
(Instagram/Fiusha)
La entrada es completamente gratuita.
Así que, melómano de corazón, no te pierdas este festival y si al final de duele el cuello de tanto mover la cabeza al ritmo de la música, no nos hacemos responsables.