“Te regalo una rosa para tu novia”
. ¿Cuántas veces no hemos escuchado esta frase en las calles de la Ciudad de México? Al final, nos damos cuenta de que nada es gratis: el obsequio tiene un precio.
Ésta y otras trampas no son meramente locales, también se replican en otros países y, los turistas podemos ser una presa fácil.
De acuerdo con el metabuscador londinense “Just The Flight” , estas son algunas de las estafas más comunes.
París: el anillo perdido
Una persona fingirá recoger un anillo y preguntará si es tuyo. En cuanto le digas que no, se pondrá a inspeccionarlo y te garantizará que es de oro (tenlo por seguro que se trata de bisutería barata). En ese momento te lo ofrecerá a un precio relativamente bajo.
(Foto: Björn Forenius)
Roma: lanzamiento del “bebé”
Una mujer se acercará y te lanzará a su supuesto hijo envuelto en una cobija. Al tiempo que tratas de “sostenerlo” y descubres que es un muñeco, los carteristas aprovecharán tu distracción para vaciar tus bolsillos.
Por supuesto, será demasiado tarde cuando detectes el hurto.
Camboya: monjes falsos
Los verás caminando de noche, pidiendo donaciones a cambio de su bendición, las cuales incluyen pulseras. ¡No lo hagas! Un verdadero monje solo sale en las mañanas a recolectar donaciones y tiene prohibido tener contacto con dinero.
Madrid: los trileros
Son los juegos callejeros como el de “dónde quedó la bolita” o un truco de cartas, en el que tratarán de convencerte de apostar para quitarte, sutilmente, tu dinero.
(Foto: Christian Mueller)
Las Vegas: taxistas en fuga
El taxista fingirá tener prisa, por lo que sacará rápidamente tus maletas de la cajuela y se marchará, sin dar tiempo a que revises si tu equipaje está completo. Para entonces, el conductor estará muy lejos y se habrá llevado tu maleta más pequeña.
Tailandia: viaje “gratis” en tuk tuk
Los tuk tuk son taxis motorizados. Algunos conductores te ofrecerán traslados gratuitos a una o dos tiendas para que compres souvenirs. Lo que no sabes es que ellos reciben comisiones de los comercios, por ayudar a aumentar sus ventas. Así que el viaje no es gratis, como creías.