Es la urbe de mayor tamaño que hay en el planeta. Así lo indica el último reporte de ‘ONU-Habitat (2022)’: Tokio rebasa por poco los 37 millones de personas.
Dentro de la diversidad de una ciudad de tal magnitud, hay muchos caminos que un viajero puede seguir. En esta ocasión, en nuestro recorrido elegimos su lado más fashion y elegante (con un toque cultural), que más apunta a un lujo silencioso, que a la opulencia que grita ostentosa.
Guía de viaje para conocer Tokio, una ciudad alucinante
Nuestra primera parada es en el hotel Four Seasons en Otemachi. En el corazón del barrio financiero de Tokio, este imponente rascacielos es un icono de modernidad, tecnología y un gusto exquisito. De entrada, en cuanto el huésped abre la puerta de su habitación, automáticamente la cortina del gran ventanal se eleva dándole la bienvenida con una impresionante vista.
Contrario a la costumbre de que la recepción y la mayoría de los servicios se encuentran en la planta baja de un hotel, aquí se instalaron en el último piso, y las habitaciones están en los niveles inferiores. La razón: el protagonismo absoluto se lo llevan las imponentes vistas.
Desde cualquier punto de los restaurantes y áreas comunes, la mirada se pierde en los jardines del Palacio Imperial, el Skytree (la emblemática Torre de Tokio de 333 metros de altura) y, en un buen día, en el monte Fuji a lo lejos.
Por su ubicación podría decirse que los huéspedes son primordialmente hombres y mujeres de negocios. Sin embargo, la concurrencia es de lo más ecléctica.
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A la hora del té, que se sirve al estilo inglés, solo que con matcha, jazmín y oolong, el salón se llena de jovencitas locales que parecen salidas de un anime. Van entre amigas, vestidas de lo más original, y se ocupan de que todo mundo lo sepa, subiendo fotos a Instagram, posando un minuto sí y otro también.
Presumen que degustaron las creaciones del chef ejecutivo Guillaume Bracaval, del Est, el restaurante de cocina francesa con estrella Michelin del Four Seasons.
Y, después de una exquisita cena de 10 tiempos en el Est o una cena italiana en el célebre restaurante Pigneto, de ambiente mucho más relajado, nada como cerrar la noche con una copa en el Virtu, el bar especializado en coctelería fusión japonesa y francesa, e irse a descansar.
Al día siguiente nos esperan caminatas interminables. Para ello, puedes solicitar un guía proporcionado por Four Seasons. El hotel dispone de un catálogo de experiencias hechas a la medida, diseñado por un área de curaduría.
Nuestra travesía incluyó estos lugares de visita obligada en la capital de Japón.
El Palacio Imperial
A unos 10 o 15 minutos a pie del Four Seasons en Otemachi, se encuentra el Palacio Imperial. Tokio es una ciudad totalmente caminable. Paseas por anchas banquetas impecables.
No existen los botes de basura en las calles. Simplemente porque no son necesarios. Los japoneses son increíblemente limpios y ordenados. Están acostumbrados a guardar su basura hasta que llegan a su casa, donde la tiran.
Al principio puede ser un poco sorpresivo no encontrar un basurero por ningún lado. Así que trata de llevar siempre una bolsita.
El Palacio Imperial es una de las tantas residencias que tiene el emperador en Japón; actualmente es Naruhito.
La familia real lo habita por temporadas. Solo algunas secciones las abren al público, pero no todos los días y no todo el año. Consulta los horarios con anticipación.
De cualquier manera, si desafortunadamente lo encuentras cerrado, no dejes de internarte en sus jardines, sobre todo en la temporada de sakura, cuando florean los cerezos, a finales de marzo y hasta mediados de mayo.
Omotesando
Después del Palacio Imperial, continuamos a pie hacia el barrio Omotesando, uno de los más exclusivos de Tokio. Si el cansancio ya hizo de las suyas, puedes tomar un taxi, que son muy seguros y fáciles de conseguir. Es bueno guardar reservas porque todavía falta mucho por ver.
Las calles de Omotesando están repletas de sofisticadas boutiques, tanto de marcas locales, como de firmas de lujo. De estas últimas encontrarás la que sea. ¡Querrás comprar todo!
El shopping en Tokio es realmente impresionante. Aquí te toparás con gente súper classy. Es algo así como su equivalente a la Quinta Avenida de Nueva York.
Otra característica de la zona son su gran número de galerías y sus edificios que, en sí mismos, podrían considerarse grandes obras de arte.
Takeshita Street
En Omotesando conectas con Takeshita Street y llegas a un Tokio muy distinto: el de las y los adolescentes. Aunque es una calle muy concurrida y colorida, no te sientes abrumado por el gentío. Tampoco es muy ruidosa.
Niñas y niños en edad escolar van animados, en grupos, como en un manga andante.
Un local tras otro, con cualquier curiosidad que pudieras imaginar, atraen como un imán. Aunque aquí los precios son muy accesibles, es un peligro, justo por eso. Encuentras hasta lo que no sabías que necesitabas.
Este es ‘el lugar’ para llevar los recuerditos a los amigos y familia. Los aparadores tienen una singular personalidad, son una joya.
Meiji Jingu
Cerca de Takeshita Street, en el centro de Tokio, se localiza el santuario sintoísta dedicado al emperador Meiji y su esposa, la emperatriz Shoken. Data de 1920 y está situado en un bosque de alrededor de 70 hectáreas.
Es un remanso de paz, donde los habitantes de la ciudad reconectan con la naturaleza y con su espiritualidad.
Probablemente sean las primeras tori que veas —las tradicionales puertas de entrada a los templos sintoístas— o al menos las de gran tamaño. Es usual hallar pequeños templos por toda la ciudad que dan servicio, digamos, a la colonia.
En el santuario suele haber instalaciones artísticas o exhibiciones temporales.
Shibuya
Esta es la parada turística obligada. A la salida de la estación de Shibuya, podrás tomarte la foto con la estatua de Hachiko, el perro akita que murió esperando a su tutor que nunca llegó. La historia se hizo famosa por películas como la protagonizada por Richard Gere: ‘Siempre a tu lado’.
Es ahí donde se encuentra el conocidísimo cruce de peatones más transitado del mundo. Se calcula que diaramente pasan por ahí alrededor de un millón de personas.
Lo que podría ser un caos, es una sincronía perfecta. Para apreciarlo mejor, recomendamos subir al Shibuya Sky, el mirador ubicado en el piso 45 del rascacielos Shibuya Scramble Square.
Rodeado de cristales transparentes, tendrás vistas de Tokio de 360 grados, cuyo final, el ojo no alcanza a percibir. Hay spots para tomarte fotos que dan la ilusión de que estás inmerso en la ciudad, muy instagrameables.
Estación de Tokio en Marunouchi
Continuamos con la analogía neoyorquina: la estación de tren de Marunouchi vendría siendo una especie de Central Station.
El icónico edificio de ladrillos rojos, además de ser patrimonio cultural de la nación, es una de las estaciones más concurridas de Japón, tanto en número de trenes como de pasajeros.
Es ahí donde converge la mayoría de las líneas del Shinkansen o tren bala.
Llama la atención la advertencia de que la construcción está diseñada con aislamiento sísmico. Esto quiere decir que, en caso de temblor, el edificio completo se balancea lentamente de un lado a otro. Sobre aviso, no hay engaño.
La parte subterránea de la estación es un verdadero laberinto conformado por miles de tiendas de todo tipo, colores y sabores. Puedes pasar horas ya sea chachareando o comprando en boutiques de lujo.
Es como un enorme centro comercial en el que fácilmente pierdes la noción del tiempo.
Hay un pasillo en el que los restaurantes de ramen se suceden uno tras otro en una fila que parece interminable. Vendrían siendo el equivalente a nuestras taquerías.
Tienes que comer en uno, no te puedes perder la experiencia.
Ginza
Próximo a la estación de Marunouchi se encuentra Ginza, el barrio de abolengo de Tokio. Probablemente has escuchado algo sobre este, siendo que es uno de los más visitados. Es glamoroso, como Omotesando, pero más mundano.
Aquí también encontrarás la marca de lujo que quieras, nada más que en grandes almacenes de 10 o 12 pisos. Por la noche se llena de vida y gran ambiente por los múltiples restaurantes y bares que lo conforman. Si tienes antojo de una buena cena gourmet, aquí es donde.
teaMLab Planets
teamLab Planets una experiencia alucinante, fantástica y única. Se trata de una instalación artística inmersiva que conjunta la tecnología con la ciencia. Su propósito es que la vivas, literal, con tus cinco sentidos.
Haces el recorrido descalzo y, para acceder a la primera sala, tienes que subir por un pasillo sumergido en agua. Así vas pasando de una atmósfera a otra; la siguiente te sorprende más que la anterior.
Juegas como niño, hundes los pies en una alberca enorme, hay cristales de colores que deleitan la mirada, aromas de naturaleza en una sala llena de flores que suben y bajan del techo…
Lugares para tomar las mejores fotos hay muchos y, aunque hay bastante gente, tienes el espacio para hacerlo.
Esta visita te tomará entre hora y media y dos horas; inversión de tiempo más que redituable.
SENSO-JI
La última cita pero no la menos importante es el templo budista Senso-ji, en el distrito de Asakusa. Volvemos al Tokio tradicional.
El gran farol que cuelga en su puerta de entrada exterior es uno de los más fotografiados de Japón, al igual que su pagoda de cinco pisos.
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Una vez que la atraviesas, caminas una calle de unos 200 metros, apretujada de comercios por ambos lados en donde te verás tentado a comprar kimonos, sombrillas, abanicos, amuletos, grabados y muchos otros souvenirs.
Más adelante, verás un gran quemador de incienso, en donde puedes encender tu palito que, se cree, te ayudará a superar cualquier aflicción.
Al final de la calle está el salón principal. Está cerrado al público, pero puedes admirar su impresionante altar desde afuera. Con suerte, verás una ceremonia de monjes budistas. Esta parada puede ser larga. Tómala con calma y gózala.
Para comer 'deli' en Tokio
- Ginza Sushikoh: barra de sushi donde el chef prepara a la vista auténticas recetas japonesas.
- Soranoiro Nippon: ubicado en la Ramen Street de la estación de Tokio, encontrarás todo tipo de noodles, desde el clásico hasta las más exóticas combinaciones.
- Kuuraku Ginza: especializado en yakitori (brochetas de pollo a la parrilla), con un ambiente súper cool.
- Est: restaurante con estrella Michelin, donde el chef Guillaume Bracaval sirve una cocina fusión contemporánea francesa-japonesa. Dentro del hotel Four Seasons Otemachi.
Datos útiles para viakar a Tokio
Dinero
- La moneda es el yen. Un peso mexicano equivale a 9.30 yenes aproximadamente.
- Lleva yenes desde México. Los dólares estadounidenses no son bienvenidos y no son fáciles de cambiar en bancos o casas de cambio, ni siquiera en los hoteles.
- Aunque las tarjetas de crédito son ampliamente aceptadas, hay pequeños comercios, sobre todo en los santuarios, que solamente aceptan efectivo.
Visa
- Los ciudadanos mexicanos no necesitamos solicitar el documento para entrar a territorio japonés.
Idioma
- La mayoría de la población no habla inglés. Sin embargo, es amable con el turista y hará todo lo posible por ayudarlo.
Cómo llegar
- Air Canada tiene vuelos diarios desde Ciudad de México al aeropuerto de Narita, en Tokio. Hace escalas en Vancouver, Toronto o Montreal.
Dónde dormir
- La marca Four Seasons cuenta con dos hoteles en Tokio: Four Seasons Otemachi y Four Seasons Marunouchi. El primero está enclavado en el distrito financiero; el segundo tiene una ubicación muy céntrica, al lado de la estación de trenes de Marunouchi. fourseasons.com
Webs oficiales
- japan.travel y gotokyo.org
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