Cuando eras niño, ¿cuántas veces soñaste con tener tu propia casa de campaña, para “aislarte” del mundo cada vez que quisieras y dar rienda suelta a la imaginación? Tal vez no se cumplió tu fantasía, pero un hotel de lujo en CDMX quiere asegurarse de que tus hijos sí la vivan, con una experiencia de glamping en una habitación que regala vistas espectaculares.
El hotel en cuestión es el St. Regis Ciudad de México, uno de los más exclusivos de nuestra ciudad. En su regreso tras la contingencia sanitaria ofrece una serie de experiencias familiares o románticas no solo dirigidas a quienes visitan la capital, sino también para aquellos que quieren la experiencia de viajar sin alejarse realmente de casa.
Este fin de semana el equipo de Destinos tuvo la oportunidad de hospedarse aquí; te contamos todo lo que vimos.
Foto: Cortesía
Cómo es el hotel St. Regis
Se trata de un edificio con 31 pisos ubicado en Paseo de la Reforma, justo a la altura de la Fuente de la Diana Cazadora. Probablemente has pasado muchas veces por ahí y lo concibas como un hotel de negocios, pero pasar una noche en su interior es muy distinto a lo que has imaginado.
Para empezar, todas sus habitaciones poseen ventanas panorámicas de piso a techo (por ejemplo, en esta temporada puedes gozar una vista aérea de Reforma salpicada de jacarandas en plena floración), colchones de plumas y grandes baños de mármol, algunos con controles para crear tu propio vapor. En los interiores predominan los tonos sobrios, como vino, gris y beige, lo cual vuelve la atmósfera bastante acogedora. El aire acondicionado y la iluminación se controlan desde una tablet.
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Un mayordomo está disponible todo el día para preparar tu tina de baño con sales relajantes, hacer reservaciones para el gimnasio y alberca panorámica del hotel (solo se permite una persona por turno, por protocolo sanitario) o ayudarte con cualquier cosa que necesites. El trato es totalmente personalizado.
Es imperdible reservar una comida en el restaurante Diana, que tiene un espacio de terraza con vista a Reforma. A cargo del chef José Alberto Tirado, se especializa en cocina mexicana. Frente a grandes ventanales puedes probar, por ejemplo, tostadas de atún con mayonesa de chile cascabel, un delicioso pulpo o un mixiote de short rib con carne marinada durante 24 horas. Mención aparte merecen sus postres, donde destaca un pastel de miel con trozos de chocolate blanco en forma de panal.
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Glamping en el hotel St. Regis de CDMX
Actualmente, en el alojamiento están disponibles algunas amenidades dirigidas a familias o parejas para complementar la estancia. Son buena opción si vas a celebrar un aniversario o simplemente deseas salir de la rutina pero sin alejarte de la ciudad.
A esta tendencia, por cierto, le llaman “staycation”: redescubrir tu ciudad como si fueras turista, en tiempos donde no es tan factible viajar.
Foto: Samantha M. Guzmán
Entre las experiencias del St. Regis llama la atención el glamping por su originalidad. Si viajas con niños, puedes pedir que instalen una tienda de campaña en tu habitación.
Por fuera es una tienda típica pero ni está en la intemperie ni implica pasar la noche en el piso. En su interior hay una colchoneta suavecita y frazadas para que nadie pase frío. Tiene espacio para dos niños de entre tres y nueve años, o un adulto con su hijo pequeño.
Viene con un kit de lujo para los niños: batas, pantuflas, un peluche, un libro para colorear con crayolas y una pequeña linterna de noche.
Foto: Samantha M. Guzmán
Es posible pedir este servicio sin importar en qué categoría de habitación de hospedas. Se solicita al momento de reservar la suite, pero no hay problema si la idea surge durante la estancia y se lo pides al mayordomo; el montaje tarda aproximadamente media hora.
El menú de amenidades para familia s también incluye hora del cuento o una variedad de libros y juegos de mesa para pequeños. Si los papás son muy espléndidos, pueden pedir un carrito completo de dulces; están montados con dulces mexicanos, surtidos o de una época en particular, como la Pascua.
Foto: Samantha M. Guzmán
Si viajas en pareja…
Existe un paquete de hospedaje para dos personas llamado Suite Garden. Quien lo reserva tiene acceso a una pérgola privada en Bloom, un jardín al aire libre en el tercer piso del hotel, con algunas vistas hacia la ciudad. Es un espacio amplio, con varios senderos delimitados entre arbustos, flores de lavanda y hierbas aromáticas; entre semana se sirve comida a la parrilla.
Todos los domingos a mediodía, Bloom es sede de un brunch donde las horas se pasan volando entre platillos para compartir, mimosas y cocteles muy creativos que emplean ingredientes como el licor de saúco.
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En este espacio abierto se colocan diversas estaciones de comida que funcionan como buffet, en el cual puedes probar todo lo que quieras. Sushi, barbacoa, antojitos mexicanos, pastas y ceviches, son algunas de las opciones; si eres “carnívoro”, pide una parrillada y unos taquitos de lechón.
Cada semana hay un atractivo distinto para el brunch. Puede ser música en vivo o mixólogos invitados, por ejemplo.
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Si reservas el paquete Suite Garden obtienes crédito para usar en el hotel, lo cual puedes aprovechar para asistir al brunch. Aunque no te hospedes, este evento semanal está abierto al público, bajo reservación.
Otra opción romántica es el paquete Seduction. El personal del hotel decora la habitación previamente con flores, bocadillos o vino; puedes ponerte en contacto para personalizarlo.
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Protocolos sanitarios
Estos son algunos de los protocolos sanitarios que está manejando el hotel St. Regis:
-Al llegar sanitizan tu equipaje. Puedes pedir que también saniticen tu celular, tarjetas o algún documento mediante tecnología de luz ultravioleta.
-Todos los huéspedes y empleados usan cubrebocas.
-Solo se permiten dos personas por elevador.
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-En las habitaciones no hay folletos que otros huéspedes hayan usado antes que tú.
-Los menús se revisan por QR.
-El hotel invita a sus huéspedes a pedir sus desayunos a la habitación. El servicio tarda 25 minutos como máximo.
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