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¿Sabías que en Corea del Sur hay un fenómeno que se parece al milagro de Moisés en el Mar Rojo?
En Destinos te contamos sobre este fenómeno natural en el mar de Jindo, en donde, incluso, se recrea el famoso pasaje bíblico protagonizado por Moises.
¿Dónde y cuándo sucede el ‘milagro de Moisés’ en Corea del Sur?
Este fenómeno natural sucede en el extremo sureste de Corea del Sur, en la isla de Jindo, la tercera más grande del país asiático.
Según la Organización de Turismo de Corea del Sur (KTO), ocurre 2 o 3 veces al año, entre los últimos días de febrero y mediados de junio.
Dato curioso: su fama internacional comenzó en 1975, cuando Pierre Landy (exembajador de Francia en Corea del Sur) tuvo oportunidad de avistar el fenómeno y lo bautizó como la versión surcoreana del 'milagro de Moisés'.
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¿En qué consiste el ‘milagro de Moisés’ en Corea del Sur?
Aunque parezca un hecho insólito y muchos lo comparan con la separación de las aguas de Moisés, lo cierto es que hay una explicación científica detrás de todo.
Como se sabe, las mareas son provocadas por la fuerza de atracción gravitatoria del Sol y la Luna, así como el movimiento de la Tierra. Por eso, a pesar de no ser exactas, suelen ser repetitivas durante el año.
En el caso particular del mar de Jindo, se le atribuye al fenómeno llamado 'armónicos de marea', provocado por un alineamiento específico del Sol y la Luna.
Esto provoca el llamado ‘milagro de Moisés’, en el que el nivel del agua baja considerablemente por un lapso aproximado de una hora y genera un camino de tierra y arena de unos 30 a 40 metros de ancho y 2.8 kilómetros de longitud, el cual conecta las islas de Jindo y Modo.
Cuando esto sucede, se celebran festivales locales con música tradicional, ceremonias religiosas, danzas, vuelos de dirigibles y caminatas.
¿Cuál es la leyenda del ‘milagro de Moisés’ en Corea del Sur?
Aunque ya explicamos científicamente el ‘milagro de Moisés’ en Corea del Sur, existe una leyenda local que relata el origen de este fenómeno.
Se dice que hace muchos años, la isla de Jindo estaba habitada por tigres que atacaban a la gente. Por eso, los pobladores decidieron huir a la vecina isla de Modo.
Sin embargo, una mujer de avanzada edad llamada Ppong no pudo escapar como lo hizo su familia, por lo que vivió un tiempo más en Jindo, con un miedo constante a ser devorada por los felinos.
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Un día, comenzó a rezarle a Yongwang, dios del océano, pidiéndole reencontrarse con los suyos.
La noche del último día de febrero, la deidad se le apareció en sueños a Ppong para decirle que no había de qué preocuparse, pues a la mañana siguiente colocaría un arcoíris en medio de las islas para que pudiera caminar.
Ppong, al despertarse, acudió a la playa, empezó a rezar y el milagro sucedió, permitiendo que la anciana volviera a ver a sus seres queridos.
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