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Para quienes hemos soñado con estar ante la majestuosidad de un glaciar, esta experiencia inolvidable está al alcance, no solamente de rudos aventureros, también de aquellos viajeros que se animan a embarcarse en un crucero rumbo a Alaska , con toda comodidad, diversión y lujo.
El barco se llama Norwegian Bliss , y ofrece travesías de una semana, zarpando desde Seattle , ciudad al noroeste de Estados Unidos.
Quienes no hayamos tenido la oportunidad de subirnos a un crucero podemos tener un sesgo de suposiciones mal fundadas, pero esta experiencia las derrumba una por una.
El Norwegian Bliss rompe con prejuicios
La primera es el frío. El Norwegian Bliss está perfectamente aclimatado en espacios cerrados y solo debemos llegar con abrigo a las cubiertas exteriores. Los meses de travesía evitan los inviernos septentrionales, así que las temperaturas podrán coincidir con las esperadas en alguna terraza de la Ciudad de México en enero.
Otro prejuicio es el encierro. Sabiendo que los glaciares son el máximo atractivo, el Bliss cuenta con una amplia oferta de vistas panorámicas y opciones de camarotes con ventanales o balcón, además de una variedad de restaurantes con mesas al exterior. Encontraremos muchas cubiertas, ventanales y miradores.
Un sesgo más que desaparece al abordar: los cruceros son “para viejitos”. Obviamente, el segmento en retiro aprovechará la abundancia de comodidades, pero en el Bliss encontramos a viajeros de todas las edades disfrutando de muchas opciones.
También se piensa que este tipo de vacaciones es monótono pero, cada día, la naviera distribuye un folleto en las cabinas y publica en su app la variedad de actividades que tendrá.
A bordo del Norwegian Bliss nunca te aburrirás
El entretenimiento a bordo incluye una guardería de actividades preescolares; una galería de videojuegos; la cubierta 20 se caracteriza por un laser-tag, un juego de pistolas electrónicas que lleva al ámbito presencial la típica experiencia shooter de un videojuego FPS y, si bien suena como algo propio de adolescentes, nosotros lo disfrutamos enormemente.
¿Alguien quisiera conducir a bordo de un barco? En el Norwegian Bliss se instaló una pista de carts eléctricos con curvas, subidas y bajadas a 20 pisos de altura sobre el mar.
En ambos costados de las cubiertas 17 y 19 se instalaron jacuzzis al aire libre con calefacción y vista al mar para metabolismos atrevidos en temperaturas heladas o cuando las condiciones son más benignas.
No hay uno sino dos toboganes —Aqua Racer y Ocean Loops— que serpentean entre las cubiertas 20 y 17, sobresaliendo a los lados del barco y ofreciendo una vista espectacular a gran altura, para rematar en un área de actividades acuáticas y albercas a cielo abierto.
Quienes gustan disfrutar de piscinas con menor cantidad de gritos, en la misma cubierta 17, hay una zona exclusiva para adultos.
Para el pasajero que no quiere comportarse como infante, a pesar de las abundantes opciones que le sacarían una sonrisa al más amargado, el Bliss ofrece lo clásico también: karaoke, bingo, baile y un amplio casino, con notables premios en efectivo.
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Durante la travesía se imparten talleres de pintura, globos decorativos, apreciación relojera, tagalo (el lenguaje de Filipinas), acupuntura y otros más.
En la cubierta 6 se ubica la biblioteca del barco, con infinidad de juegos de mesa. Al caer la noche, se iluminan las pistas de baile, la música en vivo, los escenarios de comedia y los musicales SIX y Jersey Boys, al estilo Broadway, en un amplio auditorio.
La música es parte integral del Norwegian Bliss , y esto se vive en el bar The Cavern, emulando al legendario antro que viera nacer a The Beatles, con un cuarteto de tal éxito que debieron pasarlo al auditorio general.
Comidas y bebidas sin límites rumbo a Alaska
Sería mortal tener por objetivo ingerir una bebida en cada uno de los bares de esta nave, pues simplemente su número es abrumador. Encontraremos opciones con temática irlandesa, una cervecería artesanal en The District, un bar de whiskey y otro de mojitos (el Sugarcane), Spice H20, el musicalizado The Cavern, la grandísima cava de The Cellars y un amplio etcétera. Para fumadores sofisticados está The Humidor en la cubierta 8.
La comida adquiere un tono jovial en los buffets de The Garden, con cocinas italiana, india, escocesa, mexicana o bocados ligeros en la atmósfera de estudio en The Observatory de la cubierta 17, donde está el sorprendente mirador de cristal de 180 grados para ver el avance del barco al frente.
Cenas a tres tiempos incluidas corresponden a los Savor y Taste, pero requieren de reservación. Los restaurantes temáticos ofrecen menú mexicano, asiático, texano, francés, italiano y de mariscos, además de puntos dedicados a nieves, repostería y sushi.
El spa del Norwegian Bliss
El spa Mandara está equipado con un brazo robotizado que permite al pasajero con movilidad limitada acceder la piscina de hidromasaje sin usar escaleras.
Esta piscina, por cierto, dispone de varios chorros para espalda alta y baja; también hay sauna y vapor, baño de sal y una cámara helada para tomar una terapia nórdica de frío y calor que brinda beneficios al cerebro y a la piel. Al terminar, los camastros del mirador panorámico acristalado con vista a la popa son para cambiar la manera de ver el mundo.
El spa también ofrece masajes, acupuntura y diversos tratamientos rejuvenecedores.
Las panorámicas desde los miradores del Norwegian Bliss hacia el mar son magníficas, pero los momentos de mayor impacto ocurren cuando llegamos a los glaciares y a los canales del Inner Pass , una ruta de bajo oleaje. Entre picos nevados se vive una experiencia terapéutica de reflexión.
Desde el barco se avistan ballenas grises, orcas y aves migratorias. Observar ballenas a una altura de 18 pisos produce mucha emoción.
Pueblos, avistamientos y ciudades: las experiencias en tierra del Norwegian Bliss
_ Excursiones en tierra . El crucero ofrece una balanceada oferta de actividades en los puertos de visita. Antes de desembarcar, el personal recomienda portar identificación con foto, no traer comida o bebida externas al barco, llevar ropa para lluvia y estar sumamente atentos al reloj, pues la hora de zarpar se respeta y ningún pasajero retrasará la partida de la nave.
_ Juneau y las imponentes ballenas . En este primer puerto de llegada, capital del estado de Alaska , pasamos, como parte de las excursiones ofrecidas, de un barco enorme a uno más reducido para ver de cerca ballenas. Los guías nos comentan que el cetáceo levanta la cola para sumergirse, tras lo cual no saldrá de nuevo, sino, quizá, 15 minutos después.
Después del recorrido ballenero se puede visitar Icy Strait , en la zona de Hoonah , un nuevo desarrollo en lo que fuera un centro enlatador de salmón. Ahora cumple funciones turísticas. Además, ahí se puede probar comida típica de la región y cervezas locales. Destaca el altísimo teleférico recién instalado con 580 metros de ascenso, un gran escenario de montaña y acceso a la tirolesa más larga del mundo.
_ Skagway y la fiebre del oro. Esta población retrata el ambiente rudo del oro. De ahí parte el pintoresco tren White Pass, que asciende entre cañones, rocas y nieve, con vistas verdaderamente espectaculares. La experiencia incluye viajar algunos momentos al descubierto entre los vagones. Se visita, además, el cementerio histórico con la leyenda de Soapy Smith, el estafador del pueblo quien moriría en una balacera y cuyo verdugo da nombre a la imponente cascada cercana al panteón.
El Red Onion es un restaurante con tema de la cultura e historia del sexoservicio. Los muros de roca en Skagway están decorados por rótulos pintados que cada nuevo crucero estampa como gesto de llegada.
_ Frente a los gigantes de Hielo. El núcleo de toda esta experiencia son los gigantes de hielo milenarios en la Bahía de los Glaciares . Los recorridos pasan por los glaciares Lamplugh, de gélido tono azul turquesa de un kilómetro de ancho, del cual el barco guarda una distancia similar. Y, para poder contemplar el masivo Hopkins, el barco hace giros de 360 grados desde una distancia de varios kilómetros por seguridad. Podemos disfrutar de este momento a temperatura glaciar, en las cubiertas 17 y 18, o desde el interior del Bliss, aunque no se conseguirá tomar buenas fotografías.
Al llegar a los glaciares , los guías del Servicio Nacional de Parques hablan con voz moderada; el ambiente se pone de cierta forma reverencial: los turistas guardan respetuoso silencio contemplando las moles de hielo de kilómetros de ancho. Solamente se escuchan los obturadores de las cámaras y las emociones afloran, como si estuviéramos en una catedral.
_ Ketchikan, la primera ciudad de Alaska . La “primera ciudad de Alaska ” y “capital del salmón” es un colorido puerto de origen pesquero, maderero y minero. Aquí encontraremos el salmón ahumado, que se puede adquirir como souvenir. Destaca el sorprendente espectáculo de leñadores, con profesionales de una agilidad circense.
_ Victoria , una joya de Canadá . El brillante puerto cultural y de negocios en la Columbia Británica tiene una arquitectura afrancesada, con un museo, un bello capitolio y una variedad de pubs, bares, restaurantes, parques y tiendas. Hay que caminar por el malecón y, de paso, contemplar el gran hotel The Empress.
Victoria
se puede disfrutar por varios días, pero nuestro itinerario solamente contempló unas horas al atardecer, antes de zarpar de vuelta a Seattle .
GUÍA DEL VIAJERO
Los precios pueden cambiar en cualquier momento dependiendo de la temporada.
Vuelos.
Aeroméxico tiene vuelos directos CDMX-Seattle, desde 6 mil 646 por persona.
¿ Dónde reservar la travesía en el Norwegian Bliss ? En ncl.com.mx. Contacta a Óscar Pérez, director de ventas de Corpomar. Tel. 55 9000 1231. opa@corpomar.com.mx
Duración del viaje. Ocho días de travesía (de domingo a domingo) pero se recomienda llegar por lo menos un día antes y pernoctar en Seattle . Las salidas son semanales, desde mayo hasta octubre.
Tarifas. Desde 39 mil por dos personas en cabina interior, hasta experiencias desde 295 mil para suites de cuatro ocupantes en The Haven (montos con precios promocionales al momento de la redacción).
La experiencia reportada fue en la suite balcón para dos personas, con paquete de spa, desde 101 mil pesos incluyendo todos los impuestos.
¿Qué incluye?. Paquete de bebidas alcohólicas a bordo de menos de 15 dólares cada una; alimentos buffet en restaurantes a bordo las 24 horas; paquete de cenas de especialidad con reservación a través de app; conectividad inalámbrica en todo el barco; restaurantes para comida y cena a tres tiempos con reservación a través de app; selección de excursiones en tierra.
Con costo adicional. Excursiones al gusto; bebidas selectas con valor mayor a 15 dólares, como whiskey, champagne, vinos, etc.; algunas cenas; conectividad web con más capacidad; y juegos de azar con apuesta.
Recomendaciones
Instalar la app Norwegian Bliss para consultar horarios, opciones, paquetes y excursiones disponibles.
Planear y decidir qué experiencias en tierra elegir: la cantidad de opciones puede resultar abrumadora.
Instalar en el teléfono las aplicaciones sanitaria y migratoria canadiense. Atención: son dos, separadas. Realizar el pago y trámite de la entrada a Canadá con tiempo.
No desaproveches la parada en Seattle . Se puede rentar un auto para conducir a Vancouver.
Clima. Sumamente cambiante y sorpresivo: lluvia probable, nublado, niebla o soleado. De cero a 15 °C.
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Qué vestir. Ropa cómoda para ambiente casual en el barco; rompevientos y calzado impermeable y todoterreno para excursiones de aventura; ropa formal para estar a tono en restaurantes de especialidad y espectáculos; chamarra para nieve, con gorro; ropa térmica; bufanda, guantes y gorro.
Covid-19. Requisitos de viaje
Todos los pasajeros mayores a 12 años deberán contar con certificado de vacunación oficial. Solo se aceptan vacunas aprobadas por la OMS, FDA y la Agencia Europa de Medicamentos.
A menores a 12 años se exige prueba de PCR negativa.
Al momento de embarcar, el pasajero deberá presentar prueba Covid-19 antígeno en inglés con menos de 48 horas de realizado.
No se requiere cubrebocas en el barco ni en las excursiones.
Para acceder a Canadá se requiere contestar un cuestionario sanitario en línea en la app ArriveCAN. La entrada a Canadá exige declarar a la autoridad un plan de contingencia, donde se tendría la cuarentena en caso de contagio, por ejemplo, un hotel.
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