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viridiana.ramirez@eluniversal.com.mx
A cuatro mil 263 metros de altura sobre el nivel del mar es posible viajar en una cama de nubes e incluso creer que puedes tocarlas. Esto es lo que sucede cuando abordas el tercer tren de vapor más alto del mundo, que serpentea al norte de Argentina , entre las montañas de los Andes.
Para ver el espectáculo natural, primero hay que llegar a la ciudad de Salta . Aquí inicia el camino ferroviario que fue instalado a inicios de la década de los setenta.
Estuvo en funcionamiento hasta 1990, cuando se decidió cancelar los viajes ante la escasez de turistas . Sin embargo, hace cinco años volvió a reinaugurarse con modificaciones en el itinerario original.
Desde la estación de Salta , hay que tomar un autobús que conduce hasta San Antonio de los Cobres , de donde parte el tren . Antes de llegar, se detiene en dos pueblos asentados en medio de la cordillera, como Campo Quijano .
(Foto: Cortesía Turismo Salta)
El paisaje que ofrece es de templos y casas coloniales, rodeados por el Valle de Lerma . A donde mires se abrirán extensos campos de tabaco que se pueden explorar a caballo.
La siguiente parada se hace en la comunidad de Alfarcito . Un almuerzo con vista a la Quebrada del Toro (una red de cañones cobrizos tapizada de cactáceas) es la manera en que los pobladores dan la bienvenida a los pasajeros.
(Foto: Cortesía Turismo Salta)
Hacia la “cima” del cielo
Justo al mediodía, el autobús arriba a San Antonio de los Cobres . El repicar de una campana y el silbato de la locomotora indican que los pasajeros deben abordar el tren .
Mientras se llenan los siete vagones , los vendedores se acercan a las ventanillas para ofrecer ponchos de lana y vasijas de arcilla.
Después de unos minutos, la locomotora inicia su marcha. Poco a poco, se aleja de la civilización para internarse en un laberinto árido de túneles y puentes construidos entre las montañas escarpadas.
(Foto: Cortesía Turismo Salta)
En algunos tramos, los vagones corren sobre la orilla de los desfiladeros o zigzaguean para continuar el ascenso.
La mejor parte es cuando atraviesa el Viaducto La Polvorilla , un puente de 223 metros de longitud situado sobre el río San Antonio.
Su construcción fue considerada una obra maestra de la ingeniería, pues el tramo es una curva en ascenso, elevada a 63 metros, que da la sensación de estar viajando al cielo . Incluso, muchas veces las nubes descienden hasta quedar por debajo de los rieles .
La altura del puente , sumada a la propia de la montaña (cuatro mil 200 metros sobre el nivel del mar), es lo que posiciona este viaje como el tercero más alto del mundo, por debajo de las rutas de Quinghai-Tibet , en China , y Lima-Huancayo , en Perú .
Después de cruzar el viaducto, el tren culmina su recorrido de ida cuando llega a la Puna de Atacama , una planicie desértica compartida por Argentina, Chile y Bolivia.
El regreso
Para volver a Salta, hay dos opciones: nuevamente en tren o en autobús.
Elegir la segunda alternativa significa conocer los grandes salares de la provincia de Jujuy y la zona arqueológica preinca más importante de Sudamérica , Santa Rosa de Tastil, Patrimonio de la Humanidad.
La zona arqueológica fue construida en forma de laberinto, con miles de piedras apiladas. En los senderos aún es posible encontrar restos de cerámica, puntas de flecha y trozos de obsidiana. La caminata se extiende hacia las laderas de los cerros para observar petroglifos y concluir con una visita al Museo de Sitio .
EN NÚMEROS
14 kilómetros de recorrido. El tramo ferroviario original tiene una longitud de 217 kilómetros. El tren viaja a la velocidad máxima de 35 kilómetros por hora, lo que permite cubrir el trayecto de ida en una hora y media, aproximadamente.
500 pasajeros pueden viajar a bordo del tren . Cuenta con servicio de restaurante y bar y un carro especial para atender alguna emergencia médica, como el mal de montaña .
DATOS ÚTILES
Cómo llegar a Salta . Desde la Ciudad de México , la aerolínea Copa Airlines ofrece un vuelo vía Panamá. Los pasajeros tienen la opción de hacer su conexión a Salta el mismo día o quedarse dos noches en Panamá y continuar el viaje posteriormente, sin cargo alguno por modificar su itinerario de vuelos.
Cuánto cuesta.
Travesía en tren desde mil 270 pesos argentinos (583 pesos mexicanos, aproximadamente). Si se contrata el servicio de autobús, aumenta a dos mil 30 pesos argentinos. Las tarifas varían según la fecha en que se viaje .
Cuánto dura la experiencia.
Casi un día: el autobús sale de la ciudad de Salta a las siete de la mañana y regresa a las ocho de la noche.
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