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Cerca de la Ciudad de México se mantienen en pie las ruinas de la Exhacienda San Antonio Mazapa , una de las más antiguas del estado de Tlaxcala , cuyos muros esconden historias de fantasmas.
En el municipio de Calpulalpan , en un pequeño poblado conocido como Mazapa , se encuentra esta propiedad. Detrás de su ruinosa hermosura deambulan sombras y siluetas de potentados hacendados, sin gritos ni lamentos desgarradores, cuentan los pobladores.
Foto: Arturo Soto
La Hacienda San Antonio Mazapa comenzó a construirse en el siglo XVII y a inicios del siglo XX, se estimó que la propiedad media unas 10 mil hectáreas.
Sobrevivió a saqueos de ejércitos revolucionarios, a buscadores de tesoros y a una Reforma Agraria impulsada por el general Lázaro Cárdenas.
Foto: Arturo Soto
La Revolución mexicana y la repartición de la tierra provocaron la decadencia, quiebra y abandono de la hacienda . Sin embargo, podría decirse que en el presente se ha convertido en un museo vivo que invita a viajar en el tiempo. La atmósfera es propicia para tomar muchas fotografías y un descanso con un pulque en mano.
Aquí también se puede jugar gotcha, montar a caballo, acampar y hasta organizar la celebración de una boda.
Foto: Arturo Soto
En temporada de lluvia –de mayo a agosto–, al caer la noche, la exhacienda se vuelve un lugar mágico por el vuelo de las luciérnagas, cuyo titilar adorna árboles y sembradíos como si fueran parte de un nacimiento navideño.
Una de las cosas que primero atrapa la atención de trotamundos y turistas es un viejo automóvil abandonado frente a lo que iba ser una majestuosa basílica de estilo neogótico.
La curiosidad que provoca, invita a explorar la hacienda que ha perdido sus entrepisos, escaleras, techos, puertas, vidrios de ventanas, vigas, decorados y secciones de muro.
Foto: Arturo Soto
Los espacios que están permitidos explorar son la troje, el tinacal, las iglesias, la casa del hacendado, la cocina, el patio principal y el salón de fiestas; además del establo, la caballeriza y las viviendas de los peones. Por la noche, a cierta distancia, se observa una de cientos de murciélagos que vuelan en busca de alimento.
La propiedad es inmensa. En ella se han visto, cuenta el actual propietario de la Exhacienda de San Antonio Mazapa , bolas de fuego, el deambular de ánimas de personas que aquí habitaron, a una niña que de repente se aparece a los habitantes y viajeros para pedir un columpio en el patio principal.
Foto: Arturo Soto
Otro de los sitios que los habitantes del pueblo de Mazapa aseguran que está encantado, es el cerro de Yahualica, muy cerca de la exhacienda . Dicen que ahí se escuchan ruidos, voces y cantos, y que está habitado por duendes.