El Barrio Chino de la Ciudad de México es el más pequeño del mundo. Nació a mitad del siglo XX con el objetivo de reunir a la comunidad atraída al país desde 1880 para trabajar en la construcción de ferrocarriles.
La creación del barrio, en el que también habitan familias coreanas , indonesias y filipinas , dio fin a los guetos que produjo la xenofobia en el país y abrió el camino a una comunidad que aporta la diversidad de su cultura milenaria y contribuye a la economía y al turismo.
Actualmente sus calles están en un periodo de rehabilitación , con el que se espera que la zona recobre su esplendor. Pero durante el proceso, las ventas de cerca de 20 restaurantes, tiendas de importaciones y de amuletos se han visto bastante afectadas.
Lidia Ramírez
es una oficinista que camina en busca de un amuleto de la perrita Frida , famosa por participar en las labores de rescate tras los sismos de septiembre de 2017: “es año del perro para los chinos; para mi familia y para mi Frida es el más valiente, por eso vengo por una”.
Ella y sus compañeros de trabajo acudían de manera frecuente a comer en los emblemáticos buffets , aunque por ahora han dejado de ir. Dice que “aquí se come muy bien, pero sobre todo muy abundante”.
En otra escena, el bamboleo de un oriental desesperado al interior de su tienda de curiosidades evidencia el hartazgo que ocasionan dos horas sin un solo cliente. El vaivén del tendero confluye con el de un gato dorado y sin fortuna, que a diferencia del hombre, sonríe.
Los locatarios presionan con sus miradas, como si con ello pudieran acelerar la construcción. Los trabajadores aceleran el paso. La esperanza es que las obras concluyan en tiempo y forma antes del Año Nuevo chino a celebrarse en la primera quincena de febrero.
De acuerdo con el encargado de la Autoridad del Espacio Público (AEP) en la Ciudad de México, Roberto Remes , el proyecto contempla la intervención de cuatro calles del Centro: Dolores, Independencia, Victoria, Parroquia y la Plaza Santos Degollado, a fin de potenciar el turismo, la derrama económica y ofrecer oportunidades a todos los sectores económicos.
Además de conectarlo con la Alameda Central y renovar el Arco Chino que se inauguró el 16 de febrero de 2008 como parte de un esfuerzo para convertir el barrio, considerado como el más pequeño del mundo, en una atracción.
Por lo pronto, en su página web ( www.barriochino.com.mx ) se hace la invitación para festejar el Año Nuevo, del 15 al 18 de febrero.
Anualmente se celebra con actividades culturales: se cuelgan adornos para la buena suerte, hay desfiles, demostraciones de artes marciales y danzas tradicionales como la del dragón o la del león . Además, los restaurantes preparan platillos típicos que normalmente no encontrarás en sus cartas. ( Notimex )