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De día, estos destinos son hermosos, interesantes e imperdibles. Pero, por la noche, se convierten en lugares bastante terroríficos, llenos de leyendas fantasmales y rincones siniestros. Esto no significa que sean menos atractivos, sino todo lo contrario: para los fanáticos de lo paranormal, se vuelven una visita obligada.
Durante el siglo XVIII y XIX, Real de Catorce fue un importante pueblo minero, pero quedó abandonado después de la Revolución. Por eso, aunque ahora está habitado nuevamente conserva una atmósfera de misterio, entre sus calles empedradas y construcciones antiguas con paredes carcomidas.
Hay un fantasma que, según los locales, nunca se fue. Se trata de “El Jergas”, un minero que murió hace muchos años mientras laboraba. Se dice que “El Jergas” acostumbraba aparecerse ante otros mineros cuando se encontraban solos. Como su atuendo de trabajo no causaba sospechas, les daba instrucciones equivocadas a sus colegas para perderlos; sin embargo, con frecuencia los conducía a puntos donde había una rica cantidad de minerales para extraer.
Tal vez justo ahora no sientas mucho miedo, pero te retamos a pensar en esta leyenda mientras caminas por el Túnel de Ogarrio, el pasaje de casi dos kilómetros que atraviesa las montañas y sirve como entrada al Pueblo Mágico. Si quieres más emoción, puedes unirte a un recorrido nocturno del hotel Mesón de la Abundancia o hacer una expedición en willy por el desierto, la cual concluye con la visita al socavón de una mina.
Foto: Visita San Luis Potosí
“Dicen que por las noches, cuando no hay luna llena, puedes encontrarte a una anciana pidiendo “raite”, pero después de subirla y avanzar unos kilómetros, te das cuenta de que ella ya no está a bordo de tu vehículo”, nos contó Alfredo Ochoa, historiador de Baja California. Y es que en esta carretera, la cual conecta a Mexicali con el Pueblo Mágico de Tecate, abundan las historias terroríficas de aparecidos.
A finales del siglo pasado le decían “la carretera de la muerte”, por los accidentes que causaron sus curvas cerradas y peligrosas. Todavía quedan restos de autos y camiones de carga atrapados entre los barrancos. Hay otras leyendas: dicen que varios traileros han visto un soldado fantasma que los acompaña durante el trayecto de curvas.
Se llama La Rumorosa por el sonido que el viento produce al golpear las formaciones rocosas que la rodean. Hoy en día tiene varios miradores en el camino, y puede practicar rappel para apreciar mejor las formaciones.
Foto: Descubre Baja California
Es otro Pueblo Mágico cuyo encanto se debe a su herencia minera y a que, en el pasado, fue un sitio fantasma. En éste puedes hacer dos recorridos por el interior de sus minas.
La mina Pirata tiene escaleras y está bien iluminada. En cambio, San Rafael está totalmente a oscuras y explorarla implica descender apoyándote con una cuerda. Aquí es donde las leyendas de mineros fantasma resultan más inquietantes. Se dice que es fácil escuchar ruidos de piedritas siendo aventadas, pasos o que, en alguna ocasión, los guías han visto una sombra de más cuando dirigen un recorrido.
Foto: Archivo El Universal
Hay muchas razones para visitar este parque: sus jardines temáticos, senderos para andar en bici y actividades para niños, son algunas de ellas. Pero existe un habitante que probablemente no conoces: “El Patitas”. Es el fantasma de un niño que falleció hace muchos años en la propiedad que aquí se encontraba antes del parque; recibe su apodo porque, a veces, al amanecer se distinguen sus pequeñas huellas en los alrededores de una fuente.
Cada mes se llevan a cabo campamentos familiares de sábado a domingo, acompañados por guías. Por la noche, después de una fogata, se hace un recorrido nocturno por un rancho contiguo al parque, el cual normalmente está cerrado al público y, se dice, está embrujado. Las anécdotas que han surgido entre los vigilantes del terrorífico lugar hacen temblar a más de uno.
Foto: Germán Espinosa. EL UNIVERSAL
Este hotel es difícil de ignorar, pues su estructura es bastante peculiar en México: un castillo de tipo medieval hecho de piedra. Sin embargo, no es tan antiguo como parece, pues recibió ese diseño a mediados del siglo pasado. La propiedad donde se encuentra tiene mucha más historia: fue parte de una hacienda de beneficio a finales del siglo XVI, así como un albergue y hospital a principios del XX.
Foto: Hotel Castillo Santa Cecilia
No se sabe exactamente por qué, pero más de un huésped ha reportado sucesos paranormales en el alojamiento. Por la noche, los visitantes han visto seres traslúcidos caminando por los pasillos, puertas que se abren solas y objetos que cambian de lugar sin explicación, de acuerdo con Hoteles.com. También han escuchado conversaciones y risas mientras están en la cama.
Incluso hay reseñas en internet acerca de la experiencia. A continuación te dejamos una que encontramos en TripAdvisor.
Foto: Captura