En 2022, la Semana Santa va del 10 al 16 de abril en México . Si bien se celebra en todo el país, existen tradiciones que se destacan por su carácter imponente o el sincretismo único que implican. Aquí te presentamos tres de ellas.
Procesión del silencio en la ciudad de San Luis Potosí
Foto: Sectur San Luis Potosí
Se trata de una representación de la Pasión y Muerte de Cristo, que se lleva a cabo en el centro histórico de la ciudad de San Luis Potosí cada Viernes Santo, desde 1954. Se parece a la procesión que se hace en Sevilla, España, desde el siglo XVI.
Es la única de su tipo que se realiza por la noche, y en ella participan alrededor de 2 mil personas. Antes de la pandemia, podía reunir a más de 80 mil espectadores, quienes permanecían en silencio; en 2022, tendrá edición presencial.
La procesión parte desde el Templo del Carmen y recorre las calles del centro histórico, donde se distribuyen de manera simbólica las 14 estaciones del Vía Crucis (el camino que Jesús siguió hacia la crucifixión y resurrección, según la tradición cristiana).
Van grupos de tambores, cofradías vestidas de colores distintos, encapuchados representando el luto y costaleros cargando imágenes religiosas. Durante el recorrido, que dura cuatro horas, se escuchan cantos y pregones.
El centro histórico se vuelve un museo sacro a cielo abierto. Las imágenes han sido traídas de diversas partes del mundo. Las cofradías las embellecen con vestuario especial y adornos en las andas. La última figura en ser llevada durante la procesión es la Virgen de la Soledad. El resto del año, su cofradía borda un nuevo manto para ella.
Esta tradición es patrimonio cultural de su estado, pero también está en vías de convertirse en Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Comonorirawachi en Chihuahua
Foto: Cuartoscuro
Así se le llama a la celebración de Semana Santa rarámuri, realizada en diversas comunidades de la Sierra Tarahumara. Su nombre significa “cuando caminamos en círculo”. El antropólogo Horacio Almanza, investigador del INAH, considera que esta es la celebración más importante para los rarámuri.
Se trata de un sincretismo entre las creencias rarámuri y la religión católica, impuesta por la colonización. Es una representación, mediante danzas y ceremonias, de la batalla entre Dios y el diablo: algunos miembros de la comunidad, los “fariseos”, pintan manchas blancas en su cuerpo y simbolizan el mal, mientras los “capitanes” y “soldados” defienden a Dios.
Justo en estos días comienza un nuevo ciclo agrícola para los rarámuri.
El tesgüino (una bebida de maíz fermentado) es un elemento esencial en las ceremonias.
Quema de Judas en San Miguel de Allende
Foto: Consejo Turístico de San Miguel de Allende
Es una tradición que se extiende por gran parte del país, y es famosa en destinos como San Miguel. Se trata de una representación del triunfo del bien sobre el mal, y su nombre hace referencia a Judas Iscariote.
Cada Domingo de Pascua, en la plaza principal, se cuelgan 10 o más figuras de cartón y papel maché, las cuales se queman para destruir el mal y divertirse un poco. No solo hay diablos, sino también políticos o personajes de la cultura popular.
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