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El Golfo de México está en tendencia debido a Donald Trump. Y es que en días recientes, el presidente electo de los Estados Unidos propuso renombrarlo como el ‘Golfo de América’, ya que considera que su país “hace la mayor parte del trabajo” en él.
Estos comentarios han causado indignación y asombro, aunque el millonario americano no mencionó la forma en que buscaría hacerlo oficial.
Lo cierto es que el Golfo de México es una maravilla natural, cultural, comercial, histórica y turística no solo de nuestro país, sino de todas las naciones que sus aguas tocan… por ese motivo, aquí te contamos sobre 10 curiosidades de este ‘gigante’ de agua.
¿Qué es el Golfo de México?
Antes que nada, es importante mencionar qué es un golfo y después indicar qué es el Golfo de México.
El Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española dice que el golfo es una “gran porción de mar que se interna en la tierra entre dos cabos”. Básicamente una especie de bahía de grandes dimensiones.
Por otra parte, el Sistema de Información y Análisis Marino Costero (SIMAR) de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) indica que el Golfo de México es un “mar semi-cerrado localizado en el Noratlántico entre latitudes tropicales y subtropicales [...] uno de los cuerpos de agua de mayor importancia económica dentro de las Zonas Económicas Exclusivas de México y Estados Unidos”.
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Se trata de una cuenca oceánica de forma ovalada, formada hace unos 300 millones de años debido al movimiento de las placas tectónicas. Por cierto, es parte del océano Atlántico.
¿Cuál es el origen del nombre del Golfo de México?
Desde tiempos prehispánicos hubo algunos asentamientos en las costas que baña el Golfo de México, aunque los indígenas no lo nombraron y tampoco Américo Vespucio, el primer europeo en navegarlo en 1497.
No fue sino hasta la consolidación del colonialismo español en los siglos XVI y XVII que comenzó a llamarse como Golfo de Nueva España o Golfo de México.
Lo anterior puede constatarse en mapas de esas épocas, donde así se nombraba a ese espacio marino. Ejemplo de ello es un mapa de 1584 elaborado por el cartógrafo Abraham Ortelius y otro de 1591 hecho por el grabador Theodor de Bry.
¿Cuál fue el primer intento en renombrar al Golfo de México?
A pesar del escándalo que Trump causó con su propuesta, no es la primera vez que desde los Estados Unidos surge la idea de cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de América.
A inicios de febrero de 2012, Daniel Steve Holland (en aquel entonces representante del distrito electoral 16 del estado de Mississippi) presentó la iniciativa de ley HB 150 ante la Comité de Recursos Marinos de la Cámara de Representantes, en la cual buscaba nombrar como Golfo de América al ‘cuerpo de agua’ (como se refería al Golfo de México) que colinda con los condados de Hancock, Harrison y Jackson.
En la propuesta no se incluyó justificación alguna y, para revés de Holland, no fue aprobada.
Si la iniciativa hubiera sido autorizada, únicamente se le llamaría así al mar frente a la costa de Mississippi (que abarca tan solo 60 kilómetros).
¿Qué tan grande es el Golfo de México?
Datos del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos (FWS) señalan que el Golfo de México mide 1,600 kilómetros de este a oeste y unos 900 kilómetros de norte a sur, ocupando una superficie de 1,623 millones de kilómetros cuadrados, lo que equivale al tamaño total de Irán, país en Asia Occidental.
Esto lo convierte en el segundo golfo más grande del planeta, solo por detrás del de Bengala, en el océano Índico.
El Golfo de México tiene más de 5,000 kilómetros de costa que abarca los estados mexicanos de Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y una pequeña parte de Quintana Roo; los estadounidenses Florida, Alabama, Mississippi, Louisiana y Texas e incluso una porción de las provincias cubanas de Pinar del Río y Artemisa.
La bióloga ambiental estadounidense Christine Sarikas indica que contiene unos 2,500 millones de litros de agua salada.
¿Cuál es el punto más profundo en el Golfo de México?
La FWS establece que el Golfo de México tiene una profundidad media de 1,615 metros.
No obstante, prácticamente en el centro del golfo (en la Zona Económica Exclusiva de México) está la Fosa de Sigsbee, una depresión de entre 3,750 y 4,383 metros, la cual se extiende por unos 480 kilómetros.
Se le conoce como el ‘Gran Cañón bajo el mar’, aunque el nombre oficial de esta enorme depresión deriva de Charles Dwight Sigsbee, capitán del acorazado USS Maine de la Armada de los Estados Unidos.
¿Cómo se distribuye el Golfo de México?
La ‘repartición’ del Golfo de México se basa en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR), la cual establece que los estados ribereños de ambos países poseen soberanía sobre el espacio denominado Mar Territorial, una franja del mar que no exceda las 12 millas náuticas (22 kilómetros) mar adentro.
Tras este límite, se entra a otro espacio conocido como Zona Económica Exclusiva (ZEE), donde se permite a cada estado la explotación de recursos y el ejercicio de jurisdicción a no más de 200 millas náuticas (370 kilómetros) mar adentro.
A grandes rasgos, México y los Estados Unidos gozan de –prácticamente– la mitad del Golfo de México para cada uno, con una pequeña porción perteneciente a Cuba.
- Muy cerca del ‘corazón’ del golfo existen el Polígono Occidental y el Polígono Oriental, un par de zonas que formalmente no pertenecen a ningún país.
Los misterios del Golfo de México
A lo largo de los años, pescadores y marineros que han viajado por el Golfo de México se han encontrado con, al menos, un par de sitios misteriosos.
El primero es la Isla Bermeja, ubicada a unos 100 kilómetros al noroeste de las costas yucatecas. Aparece en algunos mapas de los siglos XVI e incluso en libros editados por la Secretaría de Educación Pública, pero jamás ha sido localizada.
Su existencia es todo un debate, pues de ser real México podría reclamar aún más territorio en la zona petrolífera conocida como Hoyo de Dona. No obstante, hay quienes dicen que jamás existió; otros piensan que era un banco de arena que un maremoto destruyó; que el cambio climático y el crecimiento de los mares terminó por hundirla o, incluso, que las fuerzas militares de los Estados Unidos la dinamitaron para desaparecerla y extraer hidrocarburos sin violar ningún tratado.
Por otro lado está el grupo de rocas/islotes llamados El Triángulo, a unos 277 kilómetros al norte de Frontera, Tabasco. En el área rocosa con mayor tamaño hay un faro con una pequeña casa y un pozo de agua dulce, indicios que los humanos alguna vez la habitaron.
Su ubicación remota y características resultan misteriosas. Aún más cuando algunos pescadores relatan que es lugar de hechos paranormales, pues el viento nocturno llega a sonar como lamentos. Ciertas personas le atribuyen estos sonidos a almas de piratas o de náufragos.
- En las aguas del Golfo de México cayó el meteorito Chicxulub, el responsable de la extinción de los dinosaurios. Sucedió hace unos 66 millones de años.
La naturaleza del Golfo de México
Oceana es una organización internacional dedicada a la conservación de los océanos y comparte que el Golfo de México es uno de los “ambientes marinos biológicamente más ricos del mundo”.
La página de la CONABIO apunta que ahí habitan hasta 15,419 especies de flora y fauna, de los cuales más de la mitad son invertebrados marinos, “con un porcentaje relativamente alto de endemismos”.
Entre las especies más representativas de esta región están los delfines (de Fraser, moteado del Atlántico, nariz de botella, entre otros), 5 de las 7 especies de tortugas marinas (lora, golfina, verde, carey y caguama), ballenas (jorobadas, azules o las francas del Norte), tiburones (martillo, ballena, tigre, toro, etc), manatíes antillanos, cocodrilos y aligatores, aves marinas e incluso gran diversidad de corales, entre otras.
Por otra parte, la variedad de paisajes y ecosistemas va desde aguas profundas, pastos marinos y arrecifes (en los parques nacionales Sistema Arrecifal Veracruzano, Arrecife Alacranes o el Sistema Arrecifal Lobos-Tuxpan) en su ambiente acuático.
En las franjas costeras hay manglares (como los de la Área Natural Protegida Estatal Ciénagas y Manglares de la Costa Norte de Yucatán o en la Reserva de la Biósfera Ría Celestún), humedales (por ejemplo en el Parque Nacional Everglades o la Reserva de la Biósfera Pantanos de Centla), selvas húmedas (en la Reserva de la Biósfera Los Petenes) y estuarios.
La riqueza comercial del Golfo de México
Además de su riqueza natural, el Golfo de México es un tesoro comercial con un valor enorme para las economías de México y los Estados Unidos.
Por un lado está la industria pesquera, la cual explota cerca de 300 especies como el sábalo, róbalo, trucha nórdica, camarones, atún, langostas y muchas más. Tan solo en México, cada año se capturan más de un millón de toneladas anuales, según cifras de Oceana.
Además, el Golfo de México es rico en petróleo y gas natural, teniendo más de 50 plataformas permanentes que extraen ambos recursos.
Aunque no hay datos exactos de la explotación de hidrocarburos en la parte correspondiente a México, el golfo es la zona petrolera más importante del país, con diversas plataformas, refinerías como la de Minatitlán o la de Ciudad Madero y enormes reservas frente a las costas de Campeche, Tamaulipas y Veracruz.
En el caso de los Estados Unidos, el Golfo de México concentra el “14% de la producción total de petróleo crudo del país, el 5% de la producción de gas natural marina federal, más del 48% de la capacidad total de refinación de petróleo y el 51% de la capacidad total de las plantas de procesamiento de gas natural”, según los datos de la Administración de Información Energética de los Estados Unidos (EIA), organización independiente especializada en información de la industria energética.
Esta industria es vital para la economía de ambos países, aunque también uno de los principales ‘enemigos’ del Golfo de México, ya que ha sido responsable de varias ‘tragedias petroleras’ que afectan enormemente la vida marina.
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¿Cuáles son las mejores playas del Golfo de México?
El Golfo de México también es un destino turístico con sitios paradisíacos, experiencias de aventura, culturales, históricas, gastronómicas y playas exuberantes.
Por ejemplo, en México hay lugares que no te puedes perder. El estado de Veracruz ‘presume’ los acantilados de Roca Partida (ideales para hacer caminatas o rappel), la Playa Chachalacas con sus enormes dunas de arena a pie del mar (perfectas para practicar sandboard o manejar un razer) la larga Costa Esmeralda con sus aguas color verde y playas tranquilas o el histórico puerto de Veracruz. En Yucatán están las exuberantes y cristalinas costas de Sisal, Celestún y las lagunas rosadas de Las Coloradas. Campeche no se queda atrás con las exóticas playas en Isla Aguada o Seybaplaya y una de las joyas naturales de la región: Holbox en Quintana Roo.
En Estados Unidos se encuentra la vibrante ciudad de Galveston en Texas (con largas playas y aguas turquesa), la tranquila localidad costera de Orange Beach en Alabama (reconocida por actividades como el buceo o esnórquel), la artística urbe de Sarasota en Florida (donde destaca el Museo Ringling) o Gulfport en Mississippi (con parques acuáticos, de aventura y vida marina).
Por último pero no menos importante, Cuba ofrece las playas María La Gorda, Cayo Jutías y Cayo Levisa, todas ellas prácticamente vírgenes y con fina arena blanca, barreras coralinas y aguas cristalinas.
