A lo largo de los años, en Viajeros Ocultos hemos descubierto que hay algunas situaciones que no se pueden dejar pasar por alto durante las semanas previas a realizar un viaje. Es por eso que el día de hoy les he preparado una lista de “Los 10 errores que una persona no puede cometer antes de hacer un viaje”. ¡Bienvenidos!
1.- No estar al tanto de la vigencia de tus documentos oficiales
Es muy importante implementar un chequeo periódico de las vigencias de nuestros documentos oficiales. Les recomiendo hacerlo una o dos veces al año. Lo pueden hacer a mitad de año, o en su cumpleaños o en el día que gusten, pero agéndenlo.
Uno de los errores fatales del cual fui testigo en una ocasión, es que una persona muy cercana había estado planeando un viaje de amigos durante varios meses. Desgraciadamente, dicha persona que organizó y diseñó toda la expedición no pudo asistir a esas vacaciones tan anheladas, ya que cuando quiso documentar en el aeropuerto se dio cuenta que su pasaporte había expirado el día anterior. Fue todo un drama ese momento.
Nunca dejen que sus documentos oficiales tengan su vencimiento menor a los 6 meses. Cuando están a medio año de expirar, eso significa que ha llegado el momento de empezar el trámite de renovación.
Foto: Cortesía Viajeros Ocultos
2.- No investigar la situación política-económica-social actual del destino
Hay una película que en español se llama “Sin Escape”. Se las recomiendo mucho. Es una situación un tanto extrema, pero ahí se podrán dar una probadita de algo que les podría pasar si uno no está debidamente enterado de la situación económica-político-social actual de cada país.
Hace poco tiempo, Myanmar estaba convertido en todo un boom del turismo mundial, cuando de repente, un buen día todo nos despertamos con la noticia de que dicho país había sufrido un golpe de estado a consecuencia de un enfrentamiento civil. Dicho acontecimiento convirtió a Myanmar en un destino no apto para visitarse en el corto plazo.
Otro ejemplo es una situación personal. A nosotros, en Viajeros Ocultos, nos gustan los viajes que incluyen fuertes choques culturales. Por esa razón, hace tres años decidí visitar Haití, con todo y la pobreza extrema y la inseguridad que se vive en ese país.
En ese entonces sí me atreví. Sin embargo, el mes pasado yo no me hubiera atrevido a viajar a Haití, ya que como todos sabemos, adicional a la pobreza extrema y a la inseguridad, tuvimos un evento extra: el asesinato del presidente constitucional de Haití, lo cual dejó un vacío de poder durante varios días y puso a flote la vulnerabilidad y la fragilidad de sus instituciones. Somos atrevidos para viajar, pero tenemos límites.
Pero este tema no solo aplica para viajes internacionales, sino que también para viajar dentro de México. Siempre es importante monitorear cuál es la situación general de cada ciudad.
3.- No leer bien lo que vas a comprar
Todos sabemos que la mayoría de las empresas tienen sus famosas “letras chiquitas” en los contratos, y esto incluye también para las empresas del ramo turístico, tales como aerolíneas, hoteles, touroperadoras, etc.
Por esta misma razón, yo les recomiendo que siempre lean bien todo lo que incluyen sus compras. No hacerlo puede ser un grave error. Observen detalladamente y analicen lo que están comprando, ya que muchas veces los malos entendidos qué hay en los mostradores de un aeropuerto son a causa de algo que yo pensé que “sí” me incluía, cuando la realidad era que “no” me lo incluía.
Antes de comprar un vuelo ustedes deben saber si les incluye equipaje documentado y de qué dimensiones, el carry on y de qué dimensiones, maleta de mano y de qué dimensiones. Tengo derecho a elección gratis de asiento o no. En fin, todo este tipo de detalles siempre vienen por escrito y en letras más pequeñas.
Igualmente al momento de adquirir la habitación de un hotel, es necesario que revises todos los detalles, y que tú mismo te respondas las siguientes preguntas: ¿cuántas camas hay en el cuarto? ¿Tengo wifi gratis? ¿Me incluye el desayuno? ¿Tengo vista al mar? ¿A qué hora es mi check in y mi check out? ¿Tiene aire acondicionado?
Foto: Cortesía Viajeros Ocultos
4.- No comparar precios, servicios ni promociones
Siempre es bueno comparar precios de los servicios que estamos a punto de adquirir. Comparen aerolíneas, hoteles, tours, arrendamiento de automóviles, etc. Analicen, revisen y ajusten su presupuesto si es necesario.
Este punto lo menciono no solamente para tomar la opción más barata, sino para hacer la elección más eficiente posible.
Por ejemplo, la semana pasada yo estaba en busca de un hotel que tuviera las tres “b” (bueno, bonito y barato) en Los Ángeles. Mi presupuesto era de 120 dólares por noche. Estaba consultando diferentes buscadores cuando de repente, y después de 20 minutos de una paciente búsqueda, me encontré el Hotel Sheraton en 138 dólares con impuestos incluidos. De inmediato ajuste mi presupuesto y tomé dicha opción. ¿Por qué lo hice? Como ustedes saben, el Hotel Sheraton es un hotel de lujo que generalmente cuesta más de 250 dólares la noche. Sin embargo, yo tuve la suerte de encontrar una promoción y me hospedé con ellos durante tres noches.
Así como este caso, les podría citar muchos ejemplos más. Siempre comparen y vean opciones. Eviten hacer compras de última hora. Compren con suficiente tiempo de anticipación. A mayor anticipación, menor será el costo.
Hay muchas aplicaciones especializadas en encontrar los vuelos y los hoteles más baratos y de buena calidad. Sean pacientes.
Foto: Cortesía Viajeros Ocultos
5.- Olvidar tus necesidades básicas para tener un viaje placentero
En este punto no me refiero tanto a medicamentos, sino más bien a cuestiones adicionales.
Por ejemplo, les comparto esta experiencia que tuve hace unos años. Una persona de mi familia es de piel muy sensible. Tiene muchos años viviendo en una ciudad donde predomina el frío y no hay mosquitos. De repente planeamos un viaje a Cuba, el cual tiene un clima tropical y muchos mosquitos. Sin embargo, mi familiar olvidó investigar este tema previamente.
Por lo tanto, desde el primer minuto que arribamos a La Habana mi familiar sufrió un ataque de mosquitos y se llenó de ronchas gigantes, las cuales le provocaron mucha picazón, y al rascarse se sangraba de las piernas y los brazos.
Mi familiar la pasó muy mal dentro de los tres primeros días. Afortunadamente conseguimos cremas que disminuyeran el dolor y conseguimos otra crema protectora contra mosquitos. Mi familiar prácticamente desperdició 3 días de nuestro viaje y tuvo que quedarse en el hotel a recuperarse, todo por el error de no informarse con anticipación de las condiciones climáticas locales.
Conozco gente que padece de fuertes dolores de cabeza en las ciudades con gran altura, por lo tanto es importante que las personas sensibles a este tema también investiguen la altura de las ciudades que van a visitar.
Y así como estos ejemplos, podría enumerar varios más. En fin, todo esto se soluciona de una forma muy sencilla. Hagan una investigación de 5 minutos y listo. Pueden hablar al hotel donde se hospedarán y ahí podrán preguntar por todos estos aspectos que ustedes piensen que pueden influir en su bienestar.
Tengan presente que un malestar físico puede arruinar su viaje. No asuman que saben todo. Mejor, investiguen.
Leer más:
6.- Llevar ropa para más de 7 días
Si bien es cierto que este punto no necesariamente se podría considerar como un error, si se podría considerar como una acción no tan práctica.
Llevar más de una maleta puede complicar varios temas, como por ejemplo pagar sobre equipaje, además lo pesado y tedioso que puede ser estar transportando tanto equipaje de un lugar a otro, y tener que pagar extra a los maleteros del aeropuerto o al concierge del hotel.
Procura ser práctico y ágil a la hora de viajar. Mi recomendación personal es no llevar ropa para más de 7 días. Si tu viaje es mayor a 7 días, podrás pedir en tu hotel el servicio de lavandería. O bien, si te quieres ahorrar un dinero extra, puedes buscar una lavandería cercana a tu hotel que seguramente te cobrará más barato. O incluso, si lo quieres gratis, tú mismo puedes lavar tu ropa en el baño del hotel y la dejas colgada en la regadera para que se seque durante todo un día entero.
Foto: Cortesía Viajeros Ocultos
7.- No leer ni investigar la historia, tradiciones y costumbres del destino
Este punto es clave. La mejor manera de poder entender un nuevo país o una nueva ciudad es haciendo una investigación previa, o simplemente leyendo un poco sobre ellos y sus antecedentes.
Si no tienes tiempo para hacer esto, quizá 30 minutos puedan ser más que suficientes. Y si de plano no tienes ni 30 minutos libres durante los días previos del viaje, puedes aprovechar el vuelo o el trayecto por tierra a tu destino para poder enterarte un poco más a dónde estás dirigiéndote. Pero, por favor, no dejes de leer antes de ir a un lugar nuevo.
Podríamos decir que este sería el punto número 1 de la tarea antes de emprender tu viaje hacia un nuevo destino.
¿Que leer? Su historia, antecedentes, idioma, moneda, forma de gobierno y por qué tienen dicha forma de gobierno. También puedes leer un poco sobre su cultura, tradiciones, cómo vive su gente, en qué deportes destacan, sus personajes famosos, entre otros temas.
Si haces este punto, te aseguro que podrás entender y disfrutar de una mejor manera a tu nuevo destino.
Foto: Cortesía Viajeros Ocultos
8.- No probar la gastronomía local
Cuando uno viaja a un destino por placer generalmente es porque quieres conocer un nuevo país o una nueva ciudad. Uno quiere aprender algo nuevo y quiere expandir su visión global del mundo. Claro, también están los que viajan para descansar y desconectarse por completo.
Pero si tú eres de los que viaja por querer aprender algo nuevo, definitivamente debes de leer con atención este punto. De hecho, muchos expertos de viajes consideran que a un nuevo país se le conoce por su gastronomía, y tienen razón.
Imagínate llegar a la India y darte cuenta que en sus McDonald’s no venden hamburguesas de carne (las vacas son sagradas). O bien, ver que la gente en los restaurantes agarra el arroz y toda la comida con la mano y no usan los cubiertos. Ahora, imagínate que llegas a Corea del Sur y te ofrecen de comer un perro, y al día siguiente te sirven en tu plato un pulpo vivo. ¿Quieres más? Ahora imagínate que llegas a Filipinas y te ofrecen balut (pato fermentado), donde podrás ver cómo te comes los ojos y la nariz del pobre patito que estaba a punto de nacer. Podría seguir con más ejemplos.
Así como quizá nosotros no podamos entender cómo los coreanos se atrevan a comer perro, quizá de la misma manera los habitantes de la India no se puedan explicar cómo nosotros nos atrevemos a comer carne.
Es precisamente aquí donde se da este aprendizaje e intercambio cultural que enriquece nuestros conocimientos y nuestras experiencias.
Los invito a que se atrevan a descubrir a cada país a través de su gastronomía local, sea cual fuere.
9.- No convertirte en uno de ellos
Este punto no es tan apto para cualquier turista, pero vale la pena mencionarlo.
¿Quieres vivir de verdad un nuevo país, sentirlo, olerlo y tocarlo con tus propias manos?. Te la pongo muy fácil: conviértete en uno de ellos, conviértete en local. Súbete a su transporte público y siéntate a lado de un local y platica con él. Házle preguntas. Empieza por preguntarle cualquier cosa ligera para no incomodarlo, y posteriormente empiezas a intensificar y a profundizar con los cuestionamientos. Convierte las preguntas en una conversación de ida y vuelta.
¿Que más puedes hacer para convertirte en uno de ellos? Vístete como ellos (yo lo he hecho en muchos países y funciona). Los locales lo verán tan simpático que hasta ellos llegarán a intentar platicar contigo.
Fórmate en la fila más larga de alguna comida callejera. Este punto no falla. Durante el tiempo que estés en la fila genera una conversación con los de enfrente y los de atrás. Investiga qué están comiendo y pide lo mismo que ellos. Intercambia opiniones y haz nuevos amigos de viaje.
Si han llegado a un nivel de confianza superior con alguna persona local, permite que te inviten a comer o cenar a sus casas y ahí podrás ver la cultura local en su máxima expresión. También es importante mencionar que no hay que caer siempre en excesos de confianza con la gente local, no vaya a ser que estemos frente a un caso desagradable como los presentados en la película “Taken”.
Foto: Cortesía Viajeros Ocultos
10.- No dejarse llevar. La inflexibilidad se queda en casa
Para cerrar con broche de oro, les dejo este punto no apto para todos los turistas.
De hecho, muchos especialistas en la materia de viajes y turismo identifican precisamente en este párrafo la gran diferencia entre ser “turista” y ser “viajero”.
Se dice que el “turista” es el que viaja en su propia burbuja de comodidad y nunca abandona su zona de confort para intentar acoplarse al nuevo país. El turista tradicional no se atreverá a comer la comida local ni a mezclarse de más con su gente local. El turista esquiva las incomodidades que algo nuevo le puede traer.
En cambio, el “viajero” abandonará por completo su comodidad local para ir a la conquista de un nuevo país y adaptarse a su nueva realidad. Comerá lo que le den, sea lo que fuere. Empezará a hacer lo mismo que hace la gente local, incluyendo temas como tradiciones y cultura. Se adaptará a la nueva religión del país, sin la necesidad de abandonar su propia religión de origen y sus creencias.
Mi consejo en este punto es que se dejen llevar hasta donde su comodidad les indique. Tal y como les comenté al inicio, esto no es apto para todos los turistas, pero sí es digno de mención pensando en aquel “turista” que en realidad pudiera ser un potencial “viajero”.
*
*Desde hace casi una década, Eugenio Zambrano ha hecho de los viajes un estilo de vida. Ha estado en 60 países de 3 continentes. Desde 2018 comparte sus experiencias y tips en el blog Viajeros Ocultos, que tiene canal de YouTube y una exitosa cuenta de Instagram. Él viaja en familia, con su esposa e hijas.
Leer más: