El Clásico Joven arrancó con todo en el partido de ida de las semifinales del Clausura 2025. Apenas al minuto 5, una jugada encendió la polémica cuando el árbitro Luis Enrique Santander decidió no marcar una posible mano de Erik Lira en el límite del área chica. La decisión dividió opiniones y marcó el tono de los minutos siguientes.
América salió con determinación desde el primer silbatazo. Los azulcremas impusieron condiciones en los minutos iniciales, con posesión dominante y las primeras aproximaciones de peligro. Su juego ofensivo generó nerviosismo en la zaga celeste.
La jugada polémica nació en los botines de Israel Reyes, quien desde su propia área lanzó un pase largo a Álvaro Fidalgo. El español controló con elegancia, dejó atrás a Jorge Sánchez y a Nacho Rivero, y activó el ataque por la banda izquierda.
Fidalgo filtró para Cristian Borja. Este lo recibió y armo la jugada. El colombiano intentó mandar un centro, pero el esférico se estrelló claramente en la mano de Erik Lira.
Los jugadores del América levantaron los brazos pidiendo penal, mientras las tribunas del estadio CU estallaban en reclamos. A pesar de la presión, Santander no acudió al VAR y dejó correr la acción, desatando el enojo generalizado entre los aficionados locales.
La omisión de la revisión VAR se volvió el tema de conversación en redes sociales y en las transmisiones. Aficionados azulcremas coincidieron en que la mano parecía clara y que el árbitro tenía herramientas para corroborarlo, pero optó por ignorarla.
Tras el incidente, el duelo cambió de tono. Cruz Azul se sacudió el dominio azulcrema y logró equilibrar el juego. La intensidad subió y la fricción entre ambos equipos empezó a marcar la narrativa de las semifinales de ida Clásico Joven.
El arbitraje vuelve a estar en el ojo del huracán en Liguilla. Avista el perjudicado fueron los de Coapa, quienes aún insisten que el arbitraje debe ser parejo y no inclinado para el local.
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