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Mazatlán era dueño de su propio destino. Necesitaba ganar para demostrar que el ser considerado de la clase baja de la Liga MX era un error.
No, no lo demostró y quedó fuera de la Leagues Cup al caer ante el San Diego FC (0-2), el equipo de Hirving Lozano, que se despide con un poco de honor del torneo binacional.
El torneo del cuadro dirigido por Robert Dante Siboldi no era malo, hasta antes de iniciar este partido. En dos juegos ante el LAFC y el Houston, consiguió cinco puntos y lo rescatable es que su nivel fue congruente con los logros. Pero a la hora de la verdad volvió a ser ese equipo medroso y poco propositivo que había mostrado podía ser.
Casi nada propuso el Mazatlán y el San Diego, liderado por el “Chucky”, fue el que buscó, el que quiso entretener a la gente que acudió al BMO de Los Ángeles. Y que Lozano ya no es aquel velocista de antes, ya no es el jugador que por la banda hacía maravillas, hoy, más cerebral; el “Chucky” ha tomado el papel de líder y generador de juego, con la libertad, que le da la jerarquía, se mueve por todos lados…
El primer tiempo fue de sobrevivencia para el Mazatlán. Poco pudo hacer San Diego ante buena marca de los del puerto. Pero en la segunda parte todo cambió.
A los pocos minutos de que Hirving Lozano se fuera de la cancha, Onni Valakari, jugador de nacionalidad finlandesa nacido en Escocia, se volvió el verdugo del equipo mexicano. A los 65’ recibió un servicio del danés Anders Dreyer para vencer al portero mexicano Víctor Alcaráz, quien por cierto, nació en Francia.
Y a los 74’, de nueva cuenta el finlandés-escocés Valakari, marcó el de la sentencia.
Además de todo, Nicolás Benedetti, el único lírico en el Mazatlán se hizo expulsar al hacerse el rudo.
El cuadro de los Cañoneros dependía de sí mismo para avanzar y hacer historia. Su derrota, lo único que provocó, además de eliminarlo, fue darle esperanzas a otros equipos de entrar a la siguiente ronda.
