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Llegó el momento de la verdad para el club de futbol Monterrey, que está obligado a ganar para remontar la eliminatoria (1-2) contra el Atlético de San Luis y desquitar en el campo de juego los millones de dólares que invierte su directiva para ser un equipo protagonista, lo que hasta ahora, no se ha visto en la Fiesta grande.
Rayados sueña con volver a una final de Liga MX, después de cinco años de ausencia y para hacerlo, debe mostrar su mejor versión, dejar de depender de las genialidades que puedan aportar Sergio Canales, Lucas Ocampos o Germán Berterame, y funcionar como un verdadero equipo. Sobre todo porque enfrente está la revelación del torneo, un plantel que respalda sus ilusiones con asociaciones y un orden que desequilibra a cualquier presupuesto superior al suyo.
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A pesar del golpe recibido en la primera batalla, el entrenador argentino de los regios, Martín Demichelis, que agarró el timón del barco albiazul con el torneo iniciado y está al borde de su primera final, confía en avanzar: “Fue un partido muy igualado, la serie sigue abierta, vamos a nuestro estadio, con nuestra gente, y le vamos a hacer un partido muy difícil al San Luis”, dijo.
Por el otro lado, el entrenador español del “modesto” conjunto potosino, Domenec Torrent, avisó que se plantará en el Gigante de Acero con la misma postura que en su terruño, el estadio Alfonso Lastras, con el objetivo de dar el golpe que deje en la lona al Monterrey y que coloque al Atleti en su primera final de Liga MX desde que el Atlético de Madrid tomó las riendas del equipo. “Estoy enamorado de este plantel, que lo da todo, a cada minuto del juego entrega su máximo esfuerzo”, dijo el exauxiliar de Pep Guardiola.
El catalán se ha dedicado a agrandar la moral de sus dirigidos: “Tal vez no tienen el nombre que sí tienen otros planteles, pero han demostrado toda la temporada tener un gran espíritu y eso en ocasiones vale lo doble. Me siento muy orgulloso de cómo han jugado”.
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