Rafael Medina aceptó hablar de la trágica final que perdió con Pumas en 2004 y en la cual le tocó fallar el último tiro de penalti, que le dio el título a los felinos.
Medina comentó a detalle cómo fue el después de ese penalti fallado, porque su vida cambió en muchos aspectos. No echó la culpa al estado de la cancha, simplemente dice que le pegó muy abajo y terminó mandando el esférico lejos del arco. Tenía claro a dónde lo tiraría, de 20 disparos, metía 18 al costado izquierdo del arquero, arriba de media altura. Pero ese lo falló.
“Fallo el disparo y viene el equipo y me abraza. El Maza Rodríguez, Ramón Morales. Me cobijaron, me llevaron al vestidor”, recordó.
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Siguió en Chivas algunos torneos más, “la gente ahí se portó muy bien. Ya cuando me fui, pues me mentaron la madre”. Pero esos días posterior a aquel penalti fueron duros: “no salía a la calle, ni a la tienda. No había palabras que me pudieran decir que me cambiaran en ese momento”.
Lamenta Medina que, a 19 años de ese juego, no falta quien todavía le recuerda el momento, en son de burla... “Ahora ya menos. Estando con mi esposa, con mis hijos llegan y te dicen cosas y tienes que aguantarte. Quiero entender que no es gente. Ya pasaron casi 20 años y si no me quiero acordar, la gente se encarga de recordarlo”.
Aceptó Medina que todo lo vivido le ayudó a madurar en muchos aspectos como persona.
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