La afición del , desatada por la euforia tras la victoria de su equipo en la final de la Liga de Campeones en un partido para la historia ante el Inter (5-0), invadió el terreno de juego del Allianz Arena y obligó a la policía a apartar a los jugadores en un rincón.

La celebración se desbordó en Múnich y gran parte de los aficionados que estaban en la grada central del anillo más bajo del estadio, justo detrás de la portería, saltaron al campo cuando los jugadores se acercaron a celebrar con la 'Champions' a esa zona.

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La policía se vio obligada a reclutar a los jugadores para acercarlos a la zona del túnel de vestuarios hasta que consiguió frenar el avance de los hinchas, ya controlado.

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