Pío FC vivió una de esas noches que marcan para siempre. El equipo sufrió, se tambaleó y por momentos pareció que el título se les escurría entre las manos, pero jamás dejó de luchar. En los minutos finales, cuando el nervio era dueño del estadio, llegó el gol que detonó la fiesta en el Harp Helú y selló el 3-4 definitivo ante Persas FC de Pame Verdirame.
La marea de aficionados convirtió el recinto en una parvada de pasión. Desde el primer segundo no dejaron de entonar “Puro pinche Pío”, un grito que se transformó en empuje y valentía para sus jugadoras. Cada llegada, cada barrida y cada gol fue recibido con una ovación ensordecedora que acompañó a un equipo decidido a dejar el alma en la cancha.
Y vaya que lucharon. Tres postes, tres ocasiones clarísimas que pudieron sentenciar el duelo y evitar el sufrimiento. La suerte parecía caprichosa, casi cruel, al punto de que incluso la presidenta del club erró su penal, pero ni eso quebró la determinación de un Pío FC que entendió que los títulos de verdad se conquistan con garra.
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Persas FC llegó con el peso de ser las campeonas defensoras de Americas, pero esta vez no pudieron frenar el ímpetu de las españolas ni la energía que bajaba desde las gradas.
Sandra Hernández fue la brújula en medio de la tormenta. Con su doblete, encendió las esperanzas y sostuvo al equipo cuando las piernas pesaban. Cada balón que tocaba parecía llevar una chispa de destino. Su actuación terminó convirtiéndose en el cimiento emocional que necesitaba Pío FC para marcar el rumbo hacia la corona.
La estocada final llegó desde los botines de Nikol Ramos, quien volvió a demostrar que su historia con Pío FC está hecha para la grandeza. Su gol llevó a Pío FC y Samy Rivers a convertirse en las reinas indiscutibles de la Queens Cup 2025.
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