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A dos partidos de que arranquen los Playoffs, los campeones Kansas City Chiefs cayeron en casa de manera sorpresiva 14-20 ante Las Vegas Raiders.
Cuarta caída en los recientes seis juegos que le costó perder la posibilidad de luchar por terminar el año como número uno de la Conferencia Americana (AFC).
Kansas City aún tiene en sus manos obtener su octavo título consecutivo del Oeste de la AFC si logra un triunfo en los dos partidos que le restan ante Bengals, en la semana 17, o Chargers, en el cierre de la campaña, algo que se queda corto en las expectativas generadas por esta franquicia.
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La tensión dentro del equipo del entrenador Andy Reid quedó evidenciada con la frustración de sus estelares Patrick Mahomes y Travis Kelce en el tropiezo ante Raiders.
Antes del descanso de ese encuentro, Mahomes gritó y reclamó a los miembros de su línea que permitió que lo capturaran cuatro veces atrás, y Kelce descargó su furia arrojando su casco contra una mesa.
El enojo de ambos está justificado. El grupo de receptores de Kansas City es el que más pases ha dejado caer en lo que va del año. Además, la ofensiva de los monarcas es la más penalizada de la NFL.
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