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Los Chiefs de Kansas City vencieron 23 a 14 a los Texans de Houston en la Ronda Divisional, con ello jugarán su séptima final consecutiva de la Conferencia Americana el próximo domingo.
Los Chiefs no lograron ser ese equipo dominante, pero la contundencia es su virtud. El quarterback Patrick Mahomes lanzó para 177 yardas aéreas y un pase de touchdown, cifras discretas, pero suficientes para mantenerse con vida en la contienda.
Los Texans hicieron su papel, con posesiones largas a la ofensiva, mantuvieron a la ofensiva de los Chiefs fuera del emparrillado el mayor tiempo posible, pero cualquier error es un pecado imperdonable cuando se trata de enfrentar a Andy Reid.
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El pateador de Houston, Ka’imi Fairbairn, tuvo dos oportunidades de empatar el partido: en la primera falló un intento de gol de campo de 55 yardas; y la segunda aún más dolorosa, no pudo concretar el punto extra que hubiera representado el empate a 13 puntos cuando arrancaba el tercer periodo del juego.
Houston dejaba pasar oportunidades que los Chiefs tomaron, el ala cerrada Travis Kelce volvió a ser el hombre de confianza de la ofensiva, quien, con solo siete recepciones, consiguió un total de 117 yardas y apareció en los momentos de mayor importancia.
Los Jefes lo sentenciaron cuando Mahomes volvió a lanzar otro de sus pases de fantasía, cuando estaba a punto de ser capturado, se rehizo de la nada para enviar el ovoide a Kelce, la anotación del ala cerrada de Kansas desató el júbilo de su pareja, la cantante Taylor Swift, quien sigue captando la atención de las cámaras de la NFL.
El quarterback de los Texans, C.J. Stroud, hizo todo lo posible por regresar al juego, pero la defensa de los Chiefs con sus ocho capturas, y su pateador con un segundo gol de campo fallido al final del partido, acabaron con sus esperanzas.
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