La historia de la WTA en México no se puede explicar sin hablar del Abierto de Monterrey, consagrado como la cuna del tenis femenil en el país, que este año festeja su edición número 17.
En 2008, en la Sultana del norte se realizó el torneo W100 ITF que entregó 100 mil dólares en el Sierra Madre Tennis Club y fue el comienzo de una historia que hoy vive su mejor momento. Ese fue el primer gran evento de tenis femenil en el país, que fue el precursor del gigante hoy conocido como Abierto GNP Seguros, que es categoría 500 de la WTA y que entrega un millón de dólares en premios.
Para Hernán Garza, director del torneo, ver el aumento en la bolsa y el cambio de categoría es el mayor orgullo y al mismo tiempo un deseo latente por seguir creciendo y desarrollar tenistas que representen al país. “El tenis femenil ha tenido un gran resurgimiento, más que el varonil. Nosotros aportamos estos 17 torneos que hemos hecho y eso ha traído que la WTA ponga los ojos en México”, declaró en entrevista exclusiva con EL UNIVERSAL Deportes.
Estos torneos son la oportunidad para que nuevas tenistas mexicanas se muestren ante los ojos del mundo. “Ahora estamos llenos de torneos y eso tarde o temprano nos dejará más jugadoras en el circuito", agregó, en referencia a la gran oferta de eventos de la WTA que hay en el país en sus distintas categorías. Nombres como Julia García Ruiz y Renata Zarazúa engalanan la representación tricolor en una nueva edición en Monterrey, que será historia viva del tenis en México.