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México se fue con las “manos vacías”, después de dejar escapar el tercer lugar del Torneo Maurice Revello. Un autogol le cedió la victoria (2-1) a Dinamarca, dándole punto final a la participación de la Selección Mexicana Sub-20 en el certamen.
Bajo el cielo nublado del Stade Marcel Roustan en Salon-de-Provence, Francia, el “Tricolor” firmó —por cuarta ocasión en la historia del Torneo— una pelea por el último lugar del podio. En lo más alto, el combinado francés se quedó con el primer puesto, después de imponerse (3-1) ante Arabia Saudita.
Corrían los últimos minutos del primer capítulo del juego cuando el futbolista danés, Alexander Lyng, aprovechó un error defensivo del guardameta mexicano, Emmanuel Ochoa. Así empezó la “crónica de una muerte anunciada”, dando paso a un tanto por parte de Dinamarca (40').
México rescató rápidamente el empate, tan solo cuatro minutos después de que se abrió el marcador. Diego Sánchez amarró, momentáneamente, el uno a uno… Hasta que la escuadra danesa volvió a tomar dominio del duelo.
La historia terminó con un autogol de la Selección Mexicana, obra del mediocampista Bernardo Parra. Inevitablemente, la frustración apareció en su rostro. Una postal que se dio en el 82', dándole fin a la participación del combinado nacional.
El torneo quedó marcado porque México, pese a que llegó hasta esta instancia, no ganó durante el tiempo regular de los partidos que jugó. Los penales fueron clave importante en su camino.
Y aunque les dejó un sabor amargo, lo tomarán como aprendizaje con la mirada puesta en el Mundial de la categoría.
