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El paso del huracán Irma, que dejó un estela de destrucción y muerte a su paso por Miami y otras ciudades, no pudo con la estructura del Hard Rock Stadium, de los Dolphins de Miami, equipo de la NFL.
El estadio, situado en el área de Miami Gardens, pasó la inspección a que fue sometido por personal del Ayuntamiento.
El informe final señala que toda la estructura del estadio no sufrió ningún tipo de daño y, por lo tanto, podrá ser utilizado para las correspondientes competencias deportivas que estén programadas con los equipos de los Dolphins y de los Hurricanes de la Universidad de Miami.
Precisamente, los primeros en jugar en el estadio serán los Hurricanes, el 23 de septiembre ante el equipo de la Universidad de Toledo.
Los Dolphins lo harán por primera vez el próximo 8 de octubre, después que su primer partido de la nueva temporada estaba programado para el pasado domingo, cuando el huracán tocaba el sur de Florida.
El partido, que Miami iba a jugar el domingo 10 contra los Buccaneers de Tampa Bay, fue aplazado para noviembre.
Los ingenieros inspeccionaron toda la estructura del estadio, incluido el nuevo techo, que fue parte de la última renovación a la que fue sometido el recinto deportivo, con un costo de 500 millones de dólares, y no se detectaron problemas estructurales.
El presidente de los Dolphins, Tom Garfinkel, señaló que únicamente se reportó daño en una sección de paneles del techo, pero dicha afectación es fácil de arreglar.
Los directivos de los Dolphins temían que hubiese daños mayores, debido a que en el área en la cual se sitúa el inmueble, se generaron diversos tornados.