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Luego de terminar un tiempo fuera, con ventaja de apenas un punto y más de cinco minutos por jugar, Jaylen Brown y Jayson Tatum intercambiaron miradas. Fue la señal para fulminar la ilusión de los Mavericks.
La cual terminó por sepultarse con la salida de la estrella eslovena Luka Doncic, por acumulación de faltas. La última, una muy dudosa sobre Brown.
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Aunque suficiente para comprobar que a los Celtics les sobran recursos. Quedó claro sobre la duela del American Airlines Center, en la que no bastó con el ímpetu de Dallas para dar cierta paridad a Las Finales 2024 de la NBA.
Boston consiguió su tercera victoria (106-99) y está a sólo una de coronar una temporada en la que ha sido amplio dominador. A los Celtics les basta otra gran noche de basquetbol para obtener su título número 18, primero desde 2008, con el que volverían a quedar en solitario como la franquicia más laureada en la historia de la Liga.
Puede ser este viernes, porque no quieren esperar más.
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