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Una vez más, el entrenador del Barcelona de Guayaquil es más protagonista en el banquillo que su propio equipo en la cancha. El conjunto ecuatoriano recibió a River Plate y su timonel acaparó los reflectores.
La visita de un gigante del futbol sudamericano como lo es El Millonario significó en Segundo Castillo una nueva oportunidad de lucir uno más de sus excéntricos atuendos. El estratega ha declarado en el pasado que siente la necesidad de “estar a la altura del equipo que está y el torneo que están jugando”.
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Por eso, para la visita de River Plate, el ecuatoriano de 42 años decidió superar todo lo hecho anteriormente. Castillo ya había acudido al banquillo vestido con un smoking blanco, uno negro y otro más completamente rosa.
La indumentaria de esta noche en Guayaquil fue un traje compuesto en su totalidad por ‘animal print’, emulando la piel de un leopardo. Con una camisa blanca, moño negro y zapatos del mismo color, Castillo salió a dirigir a su Barcelona en el cuarto compromiso de la fase de grupos en la presente edición de la Copa Libertadores.
