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Los abucheos en esta ocasión no fueron al final del partido, a lo largo del encuentro la afición le reclamó a Pumas el nulo peligro que generan en el ataque, pese a ello lograron vencer (1-0) a Mazatlán.
Ser locales es un factor que los Felinos no aprovechaban desde la fecha 1 del campeonato, ligaban dos empates en el Olímpico Universitario, pero Piero Quispe se encargó de acabar con esta racha negativa.
De un centro sin dirección el balón llegó a Alí Ávila, quien retrocedió con el peruano que sin dudarlo remató cruzado y venció a Hugo González (101'), para provocar que la banca y las gradas explotaran, incluso lo ovacionaron.
Aunque el gol fue con un disparo de larga distancia, esto modalidad parece que no la conocen los auriazules, quienes al generar recortes se crean espacios, pero prefieren tocar a los costados para que Róbert Ergas metiera el centro, pero ninguno tuvo la colocación exacta para Guillermo Martínez.
En Mazatlán sí se animaron a probar de larga distancia al arquero Pablo Lara, aunque el único que logró obligó a lanzarse fue Jordan Sierra, con un disparo que pasó pegado al poste.
Adalberto Carrasquilla fue quien más intentó por parte de Pumas, arrastró el balón y se quitaba rivales, pero cuando intentaba tocar, ni Pussetto, ni Ergas, ni Martínez entendían el movimiento y el balón se iba solo o terminaba despejado por la zaga cañonera.
El cuadro de Víctor Manuel Vucetich no se desesperó, por el contrario se replegó para después lanzar pelotazos a Édgar Barcenas y Nicolás Benedetti, técnica que al final no les resultó.
Sorpresivamente Gustavo Lema decidió mover la línea de cinco defensas a cuatro, justo para ganar un elemento en el ataque, pero realmente fue nula la generación de juego.
Si la semana venía complicada para Pumas, ahora la presión aumenta, porque están obligados a mejorar de cara al duelo del jueves ante el Cavalry en la Copa de Campeones de Concacaf donde deben remontar para no quedar eliminados, de caso contrario el grito "¡Fuera Lema! ¡Fuera Lema!" tomará más fuerza en las gradas.
