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La renuncia de Juan Carlos Rodríguez como comisionado-presidente de la Federación Mexicana de Futbol, sólo viene a engrosar la historia de golpes bajos que se han dado en el organismo futbolero.
Lo que le pasó a la llamada "Bomba", no es nuevo, dirigentes de antes y ahora le han volteado la cara a su "presidente", cuando sus decisiones no van de acuerdo con sus intereses. Ya sea para bien o para mal.
Marcelino García Paniagua
Marcelino García Paniagua era un directivo muy respetado en el futbol mexicano, respeto que se había ganado como presidente del entonces club Guadalajara. Fue nombrado presidente de la FMF en 1988, después del escándalo de los “cachirules” que le costó a la Selección Mexicana quedar fuera del Mundial de Italia 90.
Cuando llegó al cargo, García Paniagua puso en la mesa el reducir la cantidad de jugadores extranjeros en los clubes de México, que en ese entonces eran cinco, a tres. Los demás presidentes le habían dado su palabra pero al final, como siempre, se echaron para atrás y ante esto decidió renunciar. Sólo duró un año en el cargo.
Francisco Ibarra
En 1990 junto a Emilio Ibarra, entonces presidente del Puebla, Francisco Ibarra García de Quevedo, dirigente del Atlas, ocupó la silla de la FMF, desafiando a los cotos del poder televisivo que se manejaban en esos tiempos.
Con Ibarra y Maurer la Federación intentó transformarse en lo directivo y lo deportivo, con nuevos contratos en cuestiones televisivas, tanto para la Selección Mexicana como para los clubes, hasta expandiéndose a Sudamérica, al obtener la invitación de la Conmebol para participar en la Copa América y Copa Libertadores.
Su principal socio, Emilio Maurer fue perseguido por el sistema y al ser expulsado de la FMF, Ibarra renunció al cargo al poco tiempo.
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Yon de Luisa
Al fracasar la Selección Mexicana en el Mundial de Qatar 2022 (no pasó de la primera fase), el plan de Yon de Luisa de llegar como presidente al Mundial del 2026, se vino abajo. Algunos federativos en ese momento, aprovecharon para comenzar a organizar nuevos comités, como el de Selecciones, sin tomar en cuenta a De Luisa, quien al ver la dirección que estaba tomando el organismo, decidió acabar su mandato y ya no presentarse a un nuevo periodo de votaciones.